El Borussia Dortmund logró una trabajada victoria tras tener que remontar un gol del equipo rival. El partido estuvo disputado durante la primera mitad, siendo los visitantes el equipo que se adelantó en el marcador. La segunda mitad fue un monólogo de los locales que no consiguieron demostrar su superioridad hasta la expulsión de Rudy. Los goles llegaron en los últimos minutos del encuentro.

Contra letal

Desde el inicio del partido destacó el planteamiento con el que salió el Hoffenheim al terreno de juego, en el que se podían ver claramente tres centrales, con Kaderabek y Toljan como carrileros, aunque su función era más la de laterales.

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En los primeros compases del encuentro, no se vio que un equipo fuera a llevar la  iniciativa del mismo. Ambos estaban tratando de sorprender con balones a la espalda de la defensa en estos primeros minutos. Pero la poblada defensa de los visitantes y el buen quehacer de los ‘borussers’, hacían que estas acciones finalizaran antes de llegar incluso al área.

Los locales fueron poco a poco haciéndose dueños del esférico y encerrando al rival en campo propio. Esto propiciaba que el peligro de los visitantes llegara en contraataques y en uno de ellos lograron dar la campanada en el partido. Rudy recuperó un balón y realizó un desplazamiento el largo a la espalda de la defensa, donde apareció Volland tras un desmarque de ruptura. El delantero disparó a puerta, pero este fue rechazado por el guardameta. El balón se quedó en el punto de penalti, donde apareció Rudy (que había acompañado la jugada) y batió a Bürki con un disparo bajo las piernas.

Unos minutos más tarde, el Hoffenheim estuvo a punto de anotar el segundo tanto en otro contraataque en el que Volland, dentro del área y tras un recorte, no logró definir con éxito, gracias a la gran parada de Bürki.

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Cuando restaban pocos minutos para el final de la primera parte llegó la única ocasión de peligro para los locales, en un libre directo en la frontal del área que lanzo Reus. El balón entraba por la escuadra, pero el guardameta Baumann con una gran estirada, mandó el partido al descanso.

Tanto va el cántaro a la fuente…

Durante los primeros minutos de esta segunda mitad, el partido no tuvo dueño y las llegadas de los dos equipos fueron constantes con una acción de peligro para cada uno. La más destacada fue un disparo de Gündogan al palo.

Los locales comenzaron a tener mayor  presencia en el ataque, llegando a tener en 15 minutos, más disparos a puerta que en toda la primera mitad. Antes de que se cumpliera la primera hora de partido, el primer contraataque del Borussia Dortmund, fue detenido por Rudy con falta. Pero esta entrada por detrás le costó al tarjeta roja al jugador, dejando a su equipo con un jugador menos los 30 minutos restantes, que a la postre se le harían muy largos.

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A partir de este momento el partido fue un auténtico monólogo del conjunto local, con constantes acciones sobre la portería de Baumann, que estaba consiguiendo rechazar los ataques de su rival como si de un muro se tratase.

El Hoffenheim se olvidó por momentos de la portería rival y con la entrada de Polanski, trató de dar mayor resistencia al centro del campo, llegando incluso a formar con un 1-6-3 (no es broma). Esto hacía que los locales sólo pudieran poner en dificultades al guardameta rival con disparos desde la frontal del área.

Hasta que a diez minutos del final, el Borussia logró al recompensa a tanta insistencia. Una acción de estrategia en un saque de esquina dejó a Mkhitaryan solo frente a Baumann, al que logró superar con un disparo cruzado.

Y a cinco minutos del final los locales lograron completar la remontada, con lo que fue uno de los mejores goles de la jornada. Un balón en profundidad a Piszczek que llegó hasta línea de fondo y puso un centro al punto de penalti. Apareció entonces Adrián Ramos, que con un gran salto, superó al central y mandó a la escuadra un cabezazo que suponía el segundo tanto y ponía la justicia en el marcador.

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En el tiempo de descuento, con el partido completamente roto y un Hoffenheim volcado al ataque buscando el gol del empate, llegó una contra del equipo local, que puso el definitivo tercer gol. Mkhitaryan, Aubameyang y Reus se presentaron solos frente a Baumann y el armenio cedió el balón al gabonés para que este pusiera la puntilla a los visitantes.

Con este gol se cerró un partido en el que los locales no lograron llevar peligro a la portería rival, hasta que estos no se quedaron con un jugador menos.