El partido comenzó con una gran presión alta del Bayern de Munich sobre la salida de balón de un rival que optaba por jugar al contraataque, saliendo con Mkhitaryan, Reus y Aubameyang que caían en banda constantemente. En la primera contra del Dortmund, el equipo consiguió salir con mucha velocidad, y el Bayern de Munich se mostró muy lento a la hora de realizar la transición defensiva. Ambos equipos presionaron arriba desde el inicio, aunque fue el BVB el que tuvo más problemas, pues cuando sufría la persecución no conseguía enlazar con alguna de las opciones de pase. El equipo local estaba jugando con un 4-1-4-1 con Weigl de único mediocentro, y con Durm por banda derecha por delante del lateral, aunque cuando no tenía el esférico estaba cerrando con cinco, pues Piszczek estaba centrando su posición a la de central, y Erik Durm pasaba a formar como lateral. Después de un tramo de presión manteniendo las líneas adelantadas, el equipo aurinegro se vió obligado a retroceder las líneas.

Por su parte, el Bayern de Munich siguió dominando la pelota jugando con el 4-1-4-1, aunque sus fases de presión en campo rival no estaban siendo tan efectivas, pues el rival estaba consiguiendo encontrar a Weigl y Gündogan que en la práctica estaban formando un doble pivote a pesar del 4-1-4-1, que estaban engrasando la máquina. Ninguno de los dos equipos estaba consiguiendo encontrar a sus jugadores clave, pero en el caso de los locales, Gündogan estaba siendo la llave para encontrar a Mkhitaryan y a Reus que estaban llevando peligro cuando entraban en contacto con el balón. Los de Guardiola no estaban encontrando espacios en el repliegue del Dortmund, pero cuando Lahm entraba en contacto con el balón estaba dándole mucha claridad al equipo entre líneas con pases interiores. 

En los últimos minutos, el conjunto local tuvo mucha dificultad para mantener la pelota, pues cometió muchas imprecisiones ante la presión del Bayern que estaba consiguiendo salir al contraataque por los costados con mucha facilidad tras recuperar en el centro del campo, aunque estaba permitiendo al Dortmund arrancar en velocidad cada vez que jugaba en largo. Los últimos segundos fueron de muchos parones, y de intentos de contraataque fallidos por parte del Dortmund, y de ataques posicionales imprecisos en el último pase del conjunto visitante que ha llevado más la iniciativa en el primer tiempo, a pesar de que ninguno de los dos se ha encontrado cómodo en una primera parte con un dominio alterno.

El segundo acto comenzó con ambos equipos dejando muchos más espacios en defensa, aunque ninguno de los dos los estaba gestionando bien, pues los arranques en velocidad con el cuero estaban siendo muy atropellados, y ninguno de los dos estaba teniendo fluidez en el último pase. Las posesiones largas del Bayern estaban siendo muy planas, y estaba echando en falta a un jugador que le de movilidad entre líneas, y visión de juego. El Dortmund se estaba manteniendo replegado en su campo, pero estaba realizando las transiciones defensivas con mucha lentitud y estaba concediendo varias ocasiones claras originadas por las bandas donde los locales estaban siendo muy pocos contundentes. 

Después del primer cuarto de hora, el Dortmund volvió a cubrir las bandas, y el Bayern perdió desborde en el ataque posicional. Por su parte, el equipo de Thomas Tuchel perdió mucha continuidad a la hora de recuperar el esférico, y perdió opciones de salir al contraataque. El equipo de Guardiola siguió teniendo la posesión en el segundo tercio de campo, y el cuadro local pasó a replegarse más, y apostó por crear peligro jugando en largo con Aubameyang especialmente cuando Hummels entraba en contacto con el balón, y ampliando el juego hacia las bandas cuando llegaba a la frontal. Tras unos minutos, el Bayern ganó presencia entre líneas a raíz de que Arturo Vidal adelantó la posición. Además, consiguió controlar mucho más al conjunto aurinegro en los primeros metros siendo más preciso en la entrega.

En los últimos minutos, ambos equipos dieron por bueno el empate, y el equipo muniqués siguió dominando la pelota, ante un conjunto aurinegro que se estaba protegiendo replegándose en su campo, a pesar de que los de Thomas Tuchel no estaban renunciando al contraataque. El conjunto muniqués manejó el cuero en los últimos minutos con una circulación bastante lenta en una zona más retrasada del campo en medio del pacto de no-agresión.