En un partido en el que ninguno de los dos equipos ser superior al otro, fueron dos errores de ambos equipos lo que llevó a finalizar en empate. En la primera mitad, el conjunto del Mainz fue muy superior a su rival, aunque una acción previa al descanso dejó el partido con el empate final. La segunda mitad estuvo bastante disputada con mucha llegada por parte de los dos equipos, pero los delanteros no estuvieron acertados.
Recompensa sin apenas juego
En los primeros minutos el encuentro, el Werder Bremen se volcó completamente al ataque, buscando dar la sorpresa a un rival a priori superior. Esto le llevó a tener la iniciativa durante los primeros minutos, pero sus acciones no llegaron a ser peligrosas debido a la falta de profundidad. Su se dedicó en este período del partido a aguantar los envites de su rival y a buscar balones a la espalda de la defensa, aprovechando las incorporaciones de los laterales.
Con el paso de los minutos, el Mainz fue sacudiéndose de este dominio inicial de su rival, y comenzó hacerse con la iniciativa del juego. Esto llevó a que los locales tuvieran en sus contraataques o acciones a balón parado, la manera de llevar peligro sobre la portería de su rival. De hecho fue en un saque de esquina rematado por Djilobodji, su acción más peligrosa.
Este dominio por parte de los visitantes, les llevó a adelantarse en el marcador cerca del minuto 40. Una recuperación en campo contrario que cogió descolocada a la defensa rival, dejó el balón en banda para Yunnus Malli. El mediapunta se aprovechó de su situación, al estar libre de marca y colocó un centro en el punto de penalti, donde apareció Baumgartlinger y disparar a portería para anotar el primer tanto.
Tras este tanto, el conjunto local adelantó sus líneas, tratando de buscar un gol que les llevara a irse en igualdad de condiciones al descanso. Y en una acción más que dudosa en el tiempo de descuento, un jugador local fue derribado en el área, señalando el colegiado la pena máxima. El delantero Claudio Pizarro fue el encargado de transformarlo y de mandar el partido al descanso con un empate bastante positivo.
Sin fútbol, sin argumentos
La segunda mitad estuvo muy igualada durante los primeros minutos, ya que ambos equipos contaron con varias llegadas cada uno, siendo la más clara para los visitantes, pero Córdoba no logró realizar un disparo óptimo. Este ir y venir de una portería a otra convirtió el partido en una 'ruleta rusa' en la que cualquier equipo podría adelantarse, aprovechando un despiste del rival.
Pero poco a poco y con el paso de los minutos, el equipo visitante detuvo el ritmo del partido tratando de tener el balón bajo su control, provocando así que su rival tuviera mayor dificultad para presentarse en su propia área. Esto significó que el entrenador del Bremen realizara sus primeras sustituciones, tratando de dotar al equipo de una mayor presencia en el ataque con jugadores ofensivos.
Pero pese a los cambios, el Mainz seguía siendo el equipo que estaba llevando el peso del juego, aunque durante algunos momentos su rival trató de discutirla la posesión. El delantero de los visitantes, Córdoba, pese a estar muy activo en el ataque, no estaba consiguiendo realizar un gran encuentro, ya que falló muchas acciones con balones a la espalda de los defensas.
En los minutos finales del encuentro, el Bremen echó a todo el equipo al ataque, ya que este empate no les era de gran resultado para alejarse de los puestos bajos de la tabla. Gracias a este empuje tuvieron un par de ocasión, pero sus delanteros no estuvieron acertados.
Esto llevó a que el partido finalizara con un empate que no le sirve a ninguno de los dos equipos para lograr sus aspiraciones esta temporada