Duelo de dos de las mejores rachas del 2016 en un Westfalenstadion que cumplía su 42º aniversario. El Werder Bremen sorprendió durante unos minutos al Borussia Dortmund pero los de Tuchel pelearon para remontar y mantenerse a cinco puntos del líder, el Bayern de Múnich.

El partido en el Westfalenstadion empezó con el guión previsto, un Werder replegado atrás, cediendo la posesión al Dortmund y esperando llegar a las inmediaciones de Bürki saliendo a la contra. Sin embargo, poco a poco los locales se empezaron a sentir cómodos con la posesión y, moviendo muy bien el balón, lograron generar espacios en el centro del campo, despoblado por los verdiblancos a causa de la acumulación de jugadores en la zaga.

Dominio ante un muro llamado Wiedwald

La primera ocasión del partido cayó del lado visitante, con un centro desde la derecha que Ujah no alcanzó a rematar en el primer palo. A partir de entonces se estableció el dominio aurinegro, muy cómodo con la posesión y llevando el peso del partido. En el primer cuarto de hora los de Tuchel ya habían avisado con dos ocasiones: un disparo de Aubameyang que se marchó fuera y una llegada de Durm en el punto de penalti que obligó a Wiedwald a sacar un brazo salvador.

Wiedwald estuvo incommensurable en la primera mitad (Foto: BVB).

El Dortmund logró generar espacios y romper el centro del campo del Werder, que desapareció del círculo central en adelante ganando peso y protagonismo en defensa. Los borussers, con una buena presión, consiguieron acercarse a la portería visitante con bastante facilidad. Sin embargo, los locales no afinaron su puntería y, a pesar de gozar de muchas ocasiones, no lograron abrir el marcador. Además, Wiedwald se mostró muy seguro, complicando las cosas a la delantera aurinegra, muy activa creando peligro gracias a la presión y a pases en profundidad desde la zona de tres cuartos del campo.

El Dortmund salió con la idea de aprovechar los espacios

Con una marcha más. Así salió el Borussia Dortmund, con ganas de seguir aprovechando los espacios que el Werder dejó en el final del primer tiempo. En los primeros minutos tras salir del vestuario, los de Tuchel demostraron que la charla del entrenador había servido para algo ya que los aurinegros llegaron con profundidad a las inmediaciones de Wiedwald, aprovechando la presión y los pases a la espalda.

Gol, sorpresa y reacción

Menos de diez minutos le bastaron a los locales para abrir el marcador. En el minuto 52 Reus mandó un gran pase en profundidad para Mkhitaryan, que la dejó en el centro para Aubameyang. Cabalgada del gabonés que justo pisar área picó suavemente la pelota ante la salida de Wiedwald para poner el 1-0. Con el marcador en contra, el Werder se volcó más en ataque, dejando espacios que los locales aprovecharon sin lograr aportar peligro en la meta rival.

Aubameyang volvió a marcar en el Signal Iduna Park (Foto: Ruhr Nachrichten).

Dominio del Dortmund que a penas tuvo trabajo en la zona defensiva. Fruto de esa casi nula necesidad de defender, los locales sufrieron con algunas de las llegadas del Werder a pesar de que no eran seriamente de peligro. Antes del minuto 70 los verdiblancos lograron el empate después de una jugada con muchos rebotes tras un saque de esquina. El balón le cayó a Gálvez que disparó con suerte para él ya que el balón rebotó en Gonzalo Castro y acabó en el fondo de las redes de Bürki.

Con el 1-1 los visitantes volvieron a acumular hombres en la zaga y los borussers se volvieron a encontrar con un muro que les resultaba muy difícil franquear. En el minuto 74 llegó la sorpresa, Öztunali recortó y peleó bien por la pelota para ponerla en el punto de penalti, donde Junuzovic esperaba para rematar y poner el 1-2. A pesar de ver como le remontaban el tanto inicial de Aubameyang, los de Tuchel consiguieron revolucionar el partido gracias a los cambios que introdujo el técnico local.

Kagawa, Pulisic y Adrián Ramos revolucionaron el encuentro entrando desde el banquillo

Kagawa, Ramos y Pulisic, tres cambios que le dieron al conjunto local aquello que necesitaba: control del balón, desborde y profundidad. Menos de cinco minutos después del gol del Werder Bremen, Schmelzer recogió un pase filtrado en la línea de fondo y la puso en el punto de penalti, donde Kagawa llegó desde segunda línea para poner la igualada. Cerca del minuto 80, Pulisic desbordó una vez más por la banda derecha, logrando un córner. Ramos, solo en la frontal del área pequeña, remató de cabeza lejos de Wiedwald para poner el 3-2 definitivo.

Ramos volvió a reivindicarse con un tanto salvador para su equipo (Foto: BVB).

Con el partido ya sentenciado, el Werder regresó a su idea de defenderse ante un Borussia Dortmund que pudo hacer más abultado el resultado pero que no logró afinar su puntería. En el último minuto, Junuzovic tuvo una ocasión de oro para empatar el encuentro y volver a dar la sorpresa, pero su remate salió rozando el palo izquierdo de Bürki.