Un Borussia Dortmund, con muchos cambios en el once titular respecto al que alineó Tuchel en la dolorosa derrota en Anfield, recibió a un Hamburgo necesitado de puntos en su ya habitual carrera por asegurar la permanencia en Bundesliga. Aunque la primera ocasión llegó de la mano del conjunto visitante, en los primeros compases del encuentro ya se pudo prever cuál sería el guion: el Dortmund con el control de la posesión y el Hamburgo aguardando para salir a la contra.

El Dortmund quería demostrar que Anfield ya estaba olvidado y se había recompuesto

Nicolai Müller, el jugador más activo de los hanseáticos, mandó otro aviso cerca del cuarto de hora con un disparo que se marchó rozando el palo izquierdo de Bürki. Pocos minutos después, fue Ilicevic quién calló el Signal Iduna Park rematando de cabeza un balón muy bombeado de Lasogga que se fue fuera. A pesar del dominio, las abejas no conseguían generar peligro serio y sus ocasiones llegaban en contagotas como un disparo de Pulisic en el interior del área que un defensa desvió a córner.

Dos zarpazos contra la igualdad

A pesar de perder a Lasogga en el minuto 35 por una lesión, el Hamburgo consiguió equilibrar la balanza con jugadas muy eléctricas de jugadores como Ilicevic. En el primer balón que tocó Schipplock, se plantó dentro del área solo ante Bürki peró se durmió y le dio tiempo a un Hummels imperial a arrebatarle el balón desde el suelo. Del 0-1 se pasó al 1-0 dos minutos después. Pulisic forzó un córner, él mismo lo botó en corto y, tras asociarse con Kagawa y Hummels, recortó y batió a Adler.

Llegando a las inmediaciones del descanso, las abejas desequilibraron totalmente la igualdad que había impuesto el Hamburgo, igualdad que se tradujo en largos minutos de juego sin muchas ocasiones y con la posesión algo más repartida. En una de las pocas contras que el conjunto local trenzó con maestría, Ramos recogió un balón largo a la banda derecha para pisar área, recortar dos veces y mandar un disparo cruzado a media altura, imposible para el meta hanseático.

Adrián Ramos puso el 2-0 con el que se llegó al descanso (Foto: BVB).

La segunda mitad empezó con polémica por una caída de Passlack en el área del Hamburgo y que el árbitro no señaló como penalti a pesar de las quejas de los jugadores y aficionados aurinegros. Cinco minutos después, Marco Fritz expulsó al meta Adler por arrollar a Kagawa cuando el jugador nipón ya se disponía a driblarlo para poder marcar a puerta vacía. 

El Hamburgo se quedó con diez desde el minuto 50 por la expulsión de Adler

A medida que corrían los minutos de la segunda mitad, el Borussia Dortmund empezó a sentirse cómodo en el campo, también condicionado por el hecho de que los hanseáticos jugaran con un hombre menos. Poco a poco el partido se fue abriendo y los locales pudieron generar algo más de peligro con llegadas a la contra. Pulisic siguió demostrando su calidad con jugadas llenas de descaro y desborde. Pero también el Hamburgo llegó con algo de peligro sobre la meta de Bürki, la más clara, un centro desde la derecha que Schipplock no logró rematar por poco.

Lección aprendida en Anfield

2-0 y ante un rival que se quedó con nueve jugadores ya que, sin cambios disponibles, Ekdal se marchó lesionado. Las abejas fueron muy superiores al conjunto de Bruno Labbadia y, a diferencia de lo que se vio en la eliminación en Liverpool, supo jugar con el reloj y el resultado. Los locales movieron el balón y rompieron a un Hamburgo que acabó desquiciado. Con la entrada de Aubameyang y Leitner, los borussers gozaron de más oportunidades sin pisar mucho el acelerador y el ritmo del encuentro quedó totalmente bajo el control de los hombres de Tuchel.

Pulisic abrió el marcador y volvió a demostrar un gran nivel de juego a pesar de sus 17 años (Foto: BVB).

Cuando el partido ya parecía muerto por el vacío físico de un Hamburgo que desapareció del césped del Signal Iduna Park, el Dortmund sentenció de manera ya más que definitiva. Tras una buena diagonal y un disparo de Leitner, Ramos recogió el rechace de Drobny para anotar su segundo tanto y establecer el definitivo 3-0. El Borussia demostró que la eliminación en Anfield estaba superada y volvió a dar la sensación de un equipo unido y con un estilo muy definido. Aubameyang y Pulisic desbordaron como quisieron e incluso pudieron haber hecho más grande el resultado pero el guardameta visitante realizó dos paradas muy buenas.