Los directivos del Hoffenheim habían anunciado en octubre que el entrenador del filial, un joven chico llamando Julian Nagelsmann, dirigiría al primer equipo en la temporada 2016/2017.  Eso ocurrió cuando los malos resultados del equipo, obligaron a despedir a Markus Gisdol y se optó por dar el relevo al experimentado técnico holandés Hubbs Stevens, un hombre al que se le suponía capacidad sobrada para sacar al equipo del descenso. Pero los resultados siguieron sin acompañar, y Stevens dejó el cargo en febrero, La salida de Stevens adelantó la llegada al banquillo del Nagelsmannalegando problemas de salud. Entonces, la directiva, en una arriesgada decisión, optó por adelantar la llegada de Naglsmann al primer equipo.

Resulta muy sorprendente que un chico de tan sólo 28 años entrene en la máxima categoría de una gran liga como es la alemana. Como no podía ser de otra manera, el nuevo técnico del Hoffenheim acaparó muchos titulares en la prensa alemana. Nadie había debutado a tan temprana edad como primer técnico en la historia de la Bundesliga. Nagelsmann, que se vio obligado a abandonar su carrera como futbolista prematuramente por varias lesiones de rodilla, llevaba varios años trabajando en las categorías inferiores del Hoffenheiem, con buenos resultados. De hecho consiguió que en el 2014 el filial fuese campeón de su categoría.

Efecto positivo para el Hoffenheim

El reto en el primer equipo no era sencillo, pues a su llegada, el conjunto de  Sinsheim ocupaba la penúltima posición en la tabla, empatado a 14 puntos con el Hannover 96, último clasificado. Los Die Kraichgauer eran un equipo a la deriva y con pocos visos de mejoría El joven técnico ha revertido la situación del Hoffenheimpasada la primera mitad del campeonato. Sin embargo, el joven entrenador supo, contra muchos pronósticos, volver a motivar a los jugadores y la afición.

Admirador declarado de Guardiola y Tuchel, al que por cierto tuvo de entrenador en cuando militaba en el filial del Augsburgo, es, al igual que sus maestros, un técnico invocador. Y lo cierto es que los resultados han sido positivos desde su llegada. En las 11 jornadas que lleva en el banquillo, Nagelsmann ha conseguido 20 puntos, repartidos en 6 victorias, 2 empates y 3 derrotas. Si tenemos en cuenta que en las 20 jornadas anteriores los Die Kraichgauer sólo habían sumado 14 puntos y conseguido 3 victorias, las comparaciones son aún más llamativas. El equipo ha abandonado los puestos de descenso y está en su mano certificar la permanencia en la categoría.

Con una edad más propia para ser futbolista en activo que entrenador de una máxima categoría, Nagelsmann no se ha amilanado ha asumido el reto con valentía. Su filosofía ofensiva, la intensidad en el juego y la presión al rival en campo contrario, son algunas de sus improntas que han calado en el equipo. Queda claro que tiene un prometedor futuro por delante.