El OGC Nice consiguió una contundente victoria ante el Stade Rennais tras imponerse por 1-4 en el partido que cerró la décima jornada de la Ligue 1. Ambos equipos se encontraban antes del partido en la mitad superior de la tabla clasificatoria, pero los visitantes demostraron su gran estado de forma y fueron muy superiores a su rival, consiguiendo un resultado acorde a lo mostrado por ambos conjuntos sobre el terreno de juego de Roazhon Park.

Un gol para desnivelar

El encuentro comenzó con una fase de tanteo entre ambos equipos, con intentos de desequilibrar la balanza rápidamente pero obteniendo resultados infructuosos. Pero esta situación cambió antes de llegar al cuarto de hora de partido, cuando los visitantes se adelantaron en el marcador. Bodmer aprovechó un mal despeje de la defensa local a la salida de un saque de esquina y, en una posición dudosa, superó al guardameta del Nice para establecer el 0-1 y sembrar las primeras dudas en el equipo y la afición locales.

Bodmer rompió la igualdad al comienzo del partido

El tanto visitante espoleó ligeramente al Rennes, que pudo igualar el encuentro en la siguiente acción ofensiva. Sin embargo, el remate de cabeza de Sylla provocó una gran estirada del guardameta visitante, una acción que además sirvió para que se eliminase cualquier atisbo de relajación en el conjunto del sudeste francés. Tanto es así, que el dominio del partido correspondió al Nice, que pudo además aumentar su ventaja en el electrónico por partida doble. Primero fue Wallyson con un potente disparo que se marchó rozando el poste de la portería defendida por Diallo, mientras que después fue Ben Arfa quien puso a prueba al guardameta local, que reaccionó a la perfección.

Así se llegó al final de los primeros 45 minutos, con el Stade Rennais disponiendo únicamente de una ocasión para inaugurar su marcador y un OGC Nice superior y que pudo haberse marchado al descanso con una renta que le hubiera permitido prácticamente sentenciar el partido.

Efectividad máxima

Tras el paso por los vestuarios, los visitantes salieron decididos a conseguir un segundo gol que permitiera afrontar con mayor tranquilidad el resto del encuentro, y rápidamente demostraron sus intenciones a los locales. De nuevo Wallyson, tras una buena acción individual de Pied, pudo conseguir el segundo tanto del partido, pero su disparo se marchó demasiado elevado. Quien no falló fue Ben Arfa, que en el minuto siete de la segunda mitad estableció el 0-2 en el electrónico. El jugador francés culminó una gran acción individual que no pudo frenar ni el defensor ni el portero rival.

Ben Arfa participó en los tres últimos goles

Este segundo gol apenas varió el sino del partido, que continuó dominando con claridad el cuadro visitante. El equipo del noroeste intentó tímidamente conseguir algún gol que le volviera a meter en el encuentro, pero la defensa del Nice estuvo muy sólida en todo momento y no dejó opciones a los locales. Además, a falta de 15 minutos para el final, llegó la sentencia. Mahamane Traoré aprovechó un rechace de Diallo para establecer el 0-3 en el marcador con un potente disparo, despejando cualquier atisbo de reacción del Rennes.

Pero el castigo para los locales no terminó ahí, pues cinco minutos más tarde encajó un nuevo gol. En esta ocasión fue obra de Benrahma, que recibió un balón en el pico del área y realizó un excelente disparo con efecto que se coló por la escuadra y ante el que nada pudo hacer Diallo. Antes de que terminara el encuentro, el conjunto local tuvo la ocasión de estrenar su casillero goleador, y fue el polaco Grosicki quien consiguió el tanto del honor tras batir desde dentro del área con un tiro ajustado a Cardinale. Con el 1-4 se llegó al final del partido, y esta victoria permite al OGC Nice encadenar cuatro triunfos de manera consecutiva y, además, situarse en la quinta posición de la clasificación, mientras que el Stade Rennais se coloca en la séptima posición de la tabla clasificatoria.