El anterior partido ante el Real Madrid dejó en el punto de mira a un jugador, Zlatan Ibrahimovic. La prensa y el público la tomaron con el sueco tras interpretar que este no estaba teniendo una actitud adecuada y su rendimiento en el partido no era acorde a su verdadero nivel. Tanto es así que dos periódicos de renombre como L'équipe o Le parisien calificaron su actuación con 4 y un 3, respectivamente.

Las últimas dos semanas han sido de un tira y afloja en las que se han puesto en duda todas las capacidades del delantero sueco, décimo máximo goleador de la historia de la Champions League y máximo goleador de la historia del PSG, llegando a afirmar que se escondía cuando se enfrentaba a un rival de un nivel mayor al suyo y que era un jugador muy sobrevalorado. Es un hecho que Ibrahimovic no pasa por su mejor momento desde que llegó al PSG, pero tirar su gran trabajo en las últimas temporadas por la borda por un mal partido, no hace justicia a un jugador que siempre lo ha dado todo por su club.

Cierto es que empezó la temporada con un registro anotador lejos del que nos tiene acostumbrado (0 goles en las 6 primeras jornadas), su influencia en el equipo era menor que otros años y en Europa aún no se ha estrenado. Pero en los últimos encuentros ha estallado. El ex del Barcelona y Milán, entre otros, lleva 7 goles en los últimos 5 partidos que ha disputado en Ligue 1 (en el último, ante el Rennes, no jugó ni un minutos) y, además, frente al Marsella, se convirtió en el jugador que más goles ha marcado con la camiseta rouge-et-bleu tras hacer un doblete frente al Marsella. Un acontecimiento histórico si tienes en cuenta que el bueno de Ibra solo lleva 3 temporadas y lo que va de esta en el club parisino.

Todo el que vea los números y la trayectoria de la estrella sueca verá que estamos ante uno de los mejores jugadores del mundo, de esos de los que no se puede dudar nunca. Puede que Zlatan no estuviera fino ante el Real Madrid, pero un jugador con sus cualidades puede marcar la diferencia en cualquier momento. Ibrahimovic está herido, quiere demostrar a su público y al mundo de lo que todavía es capaz de hacer y en su mirilla ya solamente está la portería del Real Madrid.

Caso similar en el equipo rival

Cristiano Ronaldo y Zlatan Ibrahimovic tienen muchas cosas en común: su carácter, su siempre querer ganar, la cantidad de goles que promedian por temporada. Pero también hay una falsa leyenda que les acompaña: se borran en partidos grandes. 

En las últimas temporadas, el portugués se ha hinchado a marcar goles y callar bocas. Esas que decían que se borraba de los duelos importantes han visto como le endosaba 13 goles al Barcelona en 20 duelos, como era el único que plantaba cara a la Juventus en la Champions pasada, como, sin importar quien fuera el rival, marcaba goles sin parar. En cambio, al gigante sueco no parece servirle inflar su casillero de goles frente a equipos de renombre en el torneo doméstico y haber anotado 44 tantos en la Copa de Europa. El martes tendrá una nueva oportunidad para demostrar lo que vale y acabar con su maldición en el feudo blanco, dónde nunca ha marcado ni ganado.