Tras su marcha del Real Madrid, donde se consolidó como uno de los mejores jugadores de Europa y su breve paso por el Manchester United, donde el fideo no encontró su sitio debido a las diversas disensiones con el entrenador de los red devils, Louis Van Gaal, viajó al país del amor deseoso de mostrar su mejor versión y volver a ser el jugador que fue. El jeque Nasser Al-Khelaïfi y presidente del PSG mostró parte de su ostentosidad al desembolsar 63 millones de euros para que Di María recalase en su equipo. El centrocampista zurdo no tardó en amoldarse a su nuevo equipo, en el que Laurent Blanc, entrenador del equipo parisino, solo tiene buenas palabras hacia sus jugadores, tildándoles de un equipo joven, compacto y con una ilusión desbordante. Todos estos adjetivos no tardaron en mostrarse sobre el terreno de juego, ganando un partido tras otro, jugando con clase, como los grandes equipos. Esto, sumado a la regularidad que ha mantenido, le ha permitido hacerse con el título de liga.
Di María aportó goles a esta consecución del trofeo liguero (10), pero donde realmente ha destacado ha sido en la parcela de las asistencias (18). Su visión dentro del campo, 109 centros al área, y su efectividad, 80% de pases buenos, le ha permitido, en el Matmut Atlantique ante el Burdeos, conseguir un record histórico en la liga, asistiendo a sus compañeros para que marcasen, y erigiéndose como el primer jugador que lo logra en su primera temporada, situándose por delante de Safet Susic, que consiguió 15 asistencias en la temporada 1984-1985. El fideo fue clave en la final de la Coupe de la Liga ante el Lille, marcando el gol definitivo en el minuto 73 y, por ende, hacerse con el trofeo por sexta vez en la historia del club. La buena temporada del equipo se hace palpable, ya que ocho de sus jugadores ocupan un lugar en el once ideal de la liga francesa, entre los que se encuentra Di María.
El PSG en Europa
Esta temporada, el París Saint-Germain era un claro favorito para hacerse con el título, ansiado por todos en el mundo del fútbol. La Liga de Campeones. Realizó un buen juego en la fase de grupos llegando a jugarle cara a cara al Madrid en el Bernabéu. Los parisinos perdieron ese partido, pero dejaron sobre el césped de Chamartín muy buenas vibraciones de cara a ulteriores fases de la competición. En octavos, se midió al Chelsea de Guus Hiddink, ganando por la mínima en los dos partidos, permitiéndoles seguir ascendiendo a la corona europea. Pero en cuartos su camino se torció impidiéndole su objetivo. El Manchester City de Pellegrini les apeó del sueño en una eliminatoria muy reñida.
Di María se encuentra satisfecho con su temporada en París, la gente le quiere, le aclama, tiene 'feeling' con sus compañeros y eso le hace tener confianza. Debido a la marcha de Zlatan Ibrahimovic, su papel en el club puede llegar a ser más determinante si cabe. Su motivación parece no acabar nunca, y su velocidad y su clase no le mermarán para conseguir lo que se proponga.