Duelo muy desigual sobre el papel el que cerrará la segunda jornada en la Ligue 1: el todopoderoso PSG, claro dominador de las competiciones locales galas los cuatro últimos años frente a un Metz que no sólo es que sea un recién ascendido, es que últimamente suele prodigarse poco en la Ligue 1: además de ésta, sus últimas temporadas en la máxima categoría francesa han sido la 2014/15 (descendió aquel año) y la 2007/08, 7 años antes.
Mismo esquema, cambio de piezas
Para afrontar el reto que supone su debut en el Parque de los Príncipes (“expectante e ilusionado” afirmaba encontrarse), Unai Emery apostará por el mismo esquema que viene utilizando desde el segundo partido de pretemporada, el 4-2-3-1 (en el primero frente al real Madrid, utilizaría el 4-3-3, reminiscencias de sus predecesores en el banquillo parisino): defensa de cuatro, doble pivote (casi) innegociable y una línea de tres mediapuntas por detrás de un única punta de referencia.
Para el partido de este domingo, aún con las bajas de los brasileños Thiago Silva, por sus problemas de cadera, y Marquinhos, en Brasil con la selección olímpica, Emery mantendrá a Aurier, Kimpembe, David Luiz y Kurzawa como cuarteto defensivo, con Trapp guardando la meta. A partir del mediocampo, comienzan las variantes: en el doble pivote, Raboit cederá su sitio al italiano Verratti como acompañante de un Tiago Motta que parece indiscutible para Emery.
Y delante, la vuelta de Edinson Cavani, definitivamente recuperado de sus problemas de abductores provocará un cambio de piezas: el uruguayo ocupará la posición de delantero de referencia (su gran anhelo de los últimos años, ‘taponado’ por Ibrahimovic), desplazando al francés Hatem Ben Arfa a la línea de tres mediapuntas, partiendo de una de las bandas; Los argentinos Di María (banda) y Pastore (centro) conservarán su posiciones, siendo el brasileño Lucas Moura el damnificado de la entrada de Cavani.
Las muy diferentes características de Ben Arfa y Cavani (más hábil y con mayor movilidad el francés; más remtador y delantero de referencia, con capacidad para jugar de espalda y bajar el balón a la espera de sus compañeros el uruguayo) motivarán que el PSG pueda disponer de mayores alternativas en el ataque: además del juego combinativo que puede practicar con Di María, Pastore y Ben Arafa, puede añadir la del juego directo, especialidad de un notable rematador como Cavani.
Buscando puntos en el atrevimiento
No suele ser habitual que equipos recién ascendidos a primeras categorías planteen esquemas atrevidos, máxime cuando se enfrentan a equipos de superiores potenciales, tanto en el terreno futbolístico como en el económico. No es, sin embargo, caso del Metz, que ya planteó un 4-3-3 (con extremos, detalle muy relevante) en su encuentro de debut el pasado fin de semana frente al Lille y que parece repetirá este domingo en el parque de los Príncipes, pese a la entidad del rival.
Y ese planteamiento pareció dar sus resultados el sábado, en el que los entrenados por Philippe Hinschberger lograron una buena victoria por tres tantos a dos ante el Lille. Además para completar las buenas noticias, los goles fueron marcados por fichajes de esta temporada: dos fueron obra del delantero centro Mevlüt Erdinc y uno del extremo Yann Jouffre: el primero, francés, de ascendecnia y doble nacionalidad turca (y, por cierto, jugador del PSG, al que se enfrenta el domingo, entre 2009 y 2012) está cedido por el Hannover 96 alemán para este temporada y el segundo, ha llegado este año al Metz tras ocho temporadas y media en el Lorient.
En una semana marcada por el fichaje del camerunés Benoit Assou-Ekotto (tantos años en el Tottemham inglés, pero cuya carrera parece haber entrado en una brusca cuesta abajo en los tres últimos, llegando a haber estado, incluso, varios meses sin equipo), el Metz tratará re romper todos los pronósticos y aguar el debut de Emery en ‘su’ nuevo estadio.
Control y dominio frente a defensa y salida rápida
En su búsqueda de reinar en Europa, ha contratado el PSG con Emery a un técnico con unos características diamtralmente opuestas a las de sus predecesores en el banquillo parisino: mucho más control, mucho más orden y, posiblemente, muchos menos ratos de fútbol de toque. Para el encuentro ante el Metz, como en la mayoría de los que disputará el PSG esta temporada, cabe esperar un equipo ordenado bien construido desde detrás pero que no renunciará al control del balón y a la búsqueda de la portería contraria.
Enfrente, un Metz que tendrá una tarea hercúlea: doblegar al dominador de la Ligue los cuatro últimos años con ventajas casi insultantes en los últimos. Para ello, habrá de plantarse bien atrás, no dejar excesivos resquicios y tratar de salir al contraataque aprovechando, principalmente, su juego de extremos.
