La selección francesa, también conocida como Les Blues, se ha erigido en las últimas décadas como una de las más importantes y, un rival duro a tener en cuenta, tanto en los mundiales como en las Eurocopas. El país galo, ha observado el nacimiento y, posteriormente, criado a jugadores de la talla de Platini, Henry o Zidane. Estos futbolistas, han comportado a su país grandes logros: Una Copa Mundial de la FIFA, dos Eurocopas, dos Copa FIFA de Confederaciones entre otros, amén de conseguir ser, en mayo del 2001, la selección más valorada del planeta consiguiendo la primera posición en el ranking de la FIFA.

Por otro lado, se encuentra la Azzurri, la todopoderosa Italia. Ostenta un palmarés envidiable, consiguiendo alzar hasta en cuatro ocasiones la Copa Mundial de la FIFA. En las Eurocopas, no ha cosechado ese éxito, logrando alzarse con tan solo una copa, pero si es un rival temible, siendo una de las grandes favoritas, queriendo ser esquivada por todos sus rivales.

La anfitriona, a las puertas de la gloria

La actuación que realizó la anfitriona Francia, en la Eurocopa pasada, se discernía entre luces y sombras. Logró un primer puesto en la fase de grupos, pero su juego no llenaba de optimismo a los espectadores que se congregaban en el estadio. Un juego tedioso y sin ideas conformaron los tres primeros partidos de Les Blues, amén de ganar los tres puntos sobre la bocina en alguna ocasión. A raíz de ahí, comenzó a desplegar su potencial, a convencer y, a inducirle miedo a sus rivales. Con un Griezmann soberbio, ayudado por Sissoko, Payet y alguna pincelada de Pogba, lograron introducirse en la final del torneo ante la Portugal de Cristiano.

Francia y Portugal en la final de la Eurocopa | Foto UEFA

Francia partía como favorita y más con la lesión del mejor jugador luso en medio de la contienda. El partido, adquirió unos derroteros complicados para los franceses. Tanto es así que, en la prórroga, un gol de Eder le otorgó la victoria a Portugal, dejando a la anfitriona a las puertas del Olimpo.

Italia, se complica en las Euros

Los azzurri, no queriendo repetir el paupérrimo resultado obtenido en la final en la Eurocopa de 2012 frente a España (4-0), llegó a este torneo con un equipo totalmente renovado, joven y con ganas.

Aduriz conduciendo el balón en los octavos de final | Foto UEFA

Con un juego rápido y al toque,  no siendo reflejo este del fútbol italiano, consiguió lograr el pase a los octavos de final, eso sí, sin descuidar el juego defensivo, en el que brilló hasta su eliminación. En el primer partido de cruces, Italia se tomó su Vendetta, ya que los Azzurri, barrieron del campo a su rival, España. Anulándoles en ataque con una extraordinaria defensa y un juego ofensivo envidiable pudieron lograr un resultado mayor del que reflejó el luminoso al finalizar el encuentro, a no ser por la buena actuación del portero español, cuestionado todo el torneo por cuestiones que poco tienen que ver al ámbito futbolístico.

Alemania e Italia en cuartos de final | Foto UEFA

En cuartos de final, le esperaba Alemania, otra selección que opta a todo en cualquier competición en la que participe. La balanza estaba nivelada entre ambas selecciones, no se podía dirimir quien sería mejor y, por ende, llevarse el encuentro, menos los penaltis, que sí pudieron dilucidar al ganador del partido. La selección alemana consiguió meterse entre las cuatro mejores del torneo, eximiendo a Italia de las semifinales, a pesar de sus buenas actuaciones.

Un duelo de campeones

El partido que se jugará el día uno de septiembre, conformará un terreno de juego plagado de estrellas y enfrentará a dos de las mejores selecciones del mundo. Ostentarán todo su poder sobre el césped, el mismo poder que desprende el palmarés de ambas. Será un duelo sin cuartel ya que querrán impresionar al mundo, destilando un buen juego y goles,para dejar claro quién es la mejor de las dos selecciones en la actualidad. Entre las dos, en los últimos años, se han jugado el honor, el respeto y los títulos. Francia se jugó la Eurocopa del 2000 ante Italia, en el que un gol de oro, decantó la final para les blues. En el mundial de 2006, Italia se impondría a Francia en la final, erigiéndose como la mejor del mundo durante los próximos cuatro años. El espectáculo está servido.

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