Importante triunfo el conseguido por los parisinos en Bulgaria en una nueva noche de Champions, en la que tenía una dura prueba fuera de su estadio, y donde ha conseguido auparse a la primera plaza del grupo, compartida eso sí, con el Arsenal inglés de Wenger, que logró un 2-0 ante el Basilea suizo.

No salió muy fino el París Saint Germain al encuentro, acuciado quizás por los problemas tanto deportivos como extradeportivos que lleva arrastrando en este inicio de temporada. Pero esto es fútbol, y en este deporte no hay apuestas que valgan, es un estado de ánimo que cambia constantemente y que hoy ha sonreído a les parisiens. 

Pese a no elaborar un gran juego, los de Unai Emery han vuelto a la senda del triunfo, esa es la diferencia entre equipos como éste y el Ludogorets. En este torneo no hay lugar a fallos infantiles, porque si topas con un depredador como Cavani lo acabas pagando, y eso es lo que ha sucedido en el Vasil Levski de Sofía.

Trampa búlgara

El encuentro empezó con dominio del PSG, que trataba de dominar desde el primer minuto el choque sabiendo de la importancia de sentenciar cuanto antes a su rival y no permitirle ningún tipo de espacio ni control de balón. Sin los lesionados y hasta el momento sin confianza de cara a portería Jesé y Ben Arfa, Emery confío su suerte arriba a Lucas y Di María por las bandas y a su 9 estrella, el uruguayo Cavani, y apostando por el control en el centro con T.Motta en lugar del esperado Krychowiak.

Pero ese dominio inicial se esfumó en el minuto 16, cuando Natanael batió de zurdazo en lanzamiento de falta a Aréola, lo que propició el enfado del ex del Villarreal con sus compañeros Motta y Matuidi, que no cerraron bien la barrera y permitieron colarse el balón tocado por el lateral izquierdo.

Los búlgaros abrieron el marcador de libre directo. Foto: novinite.com
Los búlgaros abrieron el marcador de libre directo. Foto: novinite.com

No cesaron ahí los problemas para los franceses, que vieron como los hombres de Dermendzhiev metían miedo con cada contragolpe, alentados por su afición, pese a que no presentó una gran entrada su estadio de Champions.

A punto estuvo de empatar Thiago Silva en el 31 a la salida de un córner servido por Di María, pero su remate no besó las redes de Stojanov. Entre contra y contra el partido entró por momentos en un ida y vuelta que beneficiaba a los locales, que se dedicaban a lanzar sus balas brasileñas en ataque mientras se encerraban cuando no tenían el control del esférico. Pero Matuidi puso las tablas de zurdazo inapelable dentro del área 5 minutos antes del descanso y Emery cogió aire.

En Europa se paga caro

Dominó y sentenció en la segunda parte el PSG, jugando con mayor autoridad que en la primera mitad. Cavani fue el encargado de marcar el segundo tanto tras cabecear una falta del zurdo Di María sin oposición de su marca, golpeando así a un rival que todavía no se vendía. 

Todo parecía complicarse con el penalti cometido por Motta, que se excedió en picardía metiendo la cabeza ante un balón franco en el área parisina, cortando así el posible empate de Marcelinho. Moti fue el encargado de lanzar la pena máxima y perdonó de manera infantil, con un disparo muy previsible y algo centrado, lo que unido a la buena lectura de Aréola dejó a los verdes sin empate y un tanto hundidos moralmente.

El príncipe Cavani quiere el trono en Europa. Foto: goal.com
El príncipe Cavani quiere el trono en Europa. Foto: goal.com

Una vez más, como buen matador, apareció el nueve charrúa para sentenciar el choque con su derecha tras pase de Lucas Moura tan sólo 5 minutos después de rubricar el primero en su cuenta. El crack parisino quiere por fin dejar de ser el eterno aspirante al trono europeo y ya suma 3 tantos en dos jornadas en Europa. El gol vino tras el penalti errado, lo que confirma la ley de que quien perdona en Champions lo paga caro, y Cavani así hizo ejecutar el castigo a un rival que bajó un poco los brazos, permitiendo terminar con comodidad a su rival.

Pudo ampliar más la cuenta el PSG, pero tanto Di María como Cavani no acertaron a perforar la meta rival, aunque la ocasión más clara fue la del autor del primer tanto Matuidi, que pudo firmar un doblete si no llega a ser por su torpeza a pocos centímetros de la línea. El Ludogorets tiró de corazón para sacar algo, pero el tercer tanto fue una losa muy grande y le faltó orden tras firmar un buen inicio en el primer tiempo. 

De esta manera, el PSG toma algo de aire en Champions y pone el orden del grupo en su sitio, liderando junto al Arsenal con 4 puntos y que debería definir esa primera plaza en el choque del Emirates Stadium, no sin antes doblegar al Basilea, su próximo rival europeo.