La Juve no carbura. La victoria de esta noche fue balsámica para el equipo de Turín, que venía de empatar entre semana ante el Galatasaray pero que, sin embargo, las sensaciones que deja tras el choque ante el Milan no son, una vez más, positivas. Le cuesta hilvanar jugadas, Pirlo anda desconectado (salvo a balón parado) y las dudas en la delantera asaltan semana sí semana también a Antonio Conte. Y no parece haber Plan B.

Pero hay que ir al partido: 19 segundos, gol del Milan. Tal cual. Se puede achacar a varios factores: desconcentración, falta de intensidad..., pero hay uno que sobresale por encima del resto: Buffon. El balón llega a Muntari casi por azar, y éste, que tira por tirar, le sale un disparo al primer palo, el del portero. Buffon, lento de reflejos, reacciona tarde. 0-1, la Juve por detrás y a remolque, como el martes. Como siempre últimamente. 

Salvo el primer cuarto de hora, la Juve sembró dudas durante el choque El cuarto de hora inmediato después del tanto del Milan fue el mejor rato de juego de los de Conte. Presión adelantada, jugadas largas y llegadas al área de Abbiati. Pero un sentimiento de impaciencia les asaltaba: sólo chutaron una vez desde cerca (Quagliarella, que la mandó alta). El resto, disparos lejanos, ya sea de Chiellini o de Asamoah. Y claro, así es más difícil. 

Aunque así es como se gestó el tanto del empate juventino. No en jugada culminada desde fuera del área, sino de libre directo desde cerca de la frontal. Los honores los hizo Pirlo, que batió a Abatti pese a que éste rozó el esférico. 1-1. 

Por alguna extraña razón, la Juventus cambió. Fue como si esos 15 minutos de excelente juego hubieran acabado con gol rival, en vez de con tanto propio. La presión descendió y la falta de intensidad defensiva apareció. El Milan, que se sentía cómodo sin la pelota pero incómodo con ella, no lo aprovechó, pese a que la Juventus se lo ofrecía. 

Con numerosos errores y poco acierto en el pase, ambos equipos se marcharon a la caseta tras los primeros 45 minutos. 

Cambios decisivos

A la vuelta de los vestuarios, el guión no varió en demasía. Es más, el Milan tuvo la ocasión, Robinho mediante, de volver a adelantarse, pero Buffon, esta vez sí, estuvo acertado y sacó el mano a mano al futbolista brasileño. 

Los cambios de Conte: Pogba dio profundidad y Giovinco anotó el 2-1 Apenas 10 minutos después de comenzar el segundo tiempo, y visto que la Juve no carburaba, Conte realizó un cambio: Pogba por Padoin, carrilero derecho en sustitución de Lichtsteiner esta noche. El francés ocupó esa desmarcación y los locales tornaron en un equipo más profundo y agresivo. La ligera mejora se apreció, pero las jugadas acababan siempre de la misma manera: disparo lejano. 

Aunque el cambio más oportuno tendría lugar minutos más tarde: Quagliarella dejó su puesto en el campo a Giovinco, algo que la afición no celebró demasiado. Sin embargo, a los pocos segundos de su ingreso, y tras una excelente presión ejercida por Marchisio, el balón llegó al delantero, que dentro del área recortó y batió al acertado Abbiati. 2-1. 

  

Foto: corriere dello sport.

Antonio Conte había dado en la tecla con los cambios, su equipo ganaba y Mexés, entonces, fue expulsado. Ya debió serlo en la primera parte, tras propinar un puñetazo a un rival, jugada que no vio el colegiado y que casi con toda seguridad será rearbitrada. Pero eso es otro asunto. 

Pese al juego, la Vecchia Signora se encuentra a solo dos puntos de la Roma De nuevo Pirlo colocó el balón sobre el impecable césped del Juventus Stadium, ligeramente mojado por la lluvia nocturna. Y de nuevo Pirlo hizo una genialidad. El balón no entró, pero se estrelló en las escuadra, que a veces es incluso más bonito e impresiona el doble. La pelota, en el rechace, llegó a los pies de Chiellini, que de primeras remató a puerta vacía sin que Abbiati, aún recuperándose de la estirada, pudiera hacer nada. 3-1 y partido controlado, en principio. 

Los minutos restantes se sucedieron como las gotas que empapaban a los jugadores, sin pena ni gloria, hasta que a Pogba se le antojó arrancar desde el lateral y perder el balón, balón que llegó a las botas de Muntari, que chutó desde lejos con tan buena fortuna que la pelota golpeó en Bonucci y se introdujo dentro de la portería. 3-2 y final, no dio tiempo a más. 

Los resultados acompañan a la Vecchia Signora, que sigue la fulgurante estela de la Roma, líder del campeonato con 21 puntos. No obstante, las impresiones no son buenas. Sin Pirlo al 100%, Conte no parece tener un plan B, un jugador que haga su labor cuando él no funciona, como esta noche. Como tantas otras noches.