Tras el Mundial de Brasil, la Federación Italiana de Fútbol, probablemente de mutuo acuerdo con el entrenador, decidió destituir a Cesare Prandelli tras 4 años de oficio. Los logros del entrenador italiano no han sido pocos: pasó de coger a una selección hundida, futbolísticamente hablando perdida, a llevarla de nuevo a competir (aunque aún queda mucho camino por recorrer) y a dotarla de un estilo de juego y ciertos valores propios y marcados. Habiendo entendido primero cómo juega la actual Italia, es muy fácil descifrar el porqué de Antonio Conte como sucesor: su forma de entender el juego es muy parecida a la de Prandelli y su código ético (que se está haciendo muy famoso en las convocatorias de la Azzurra) también. 

Volvamos tres años en el tiempo, al momento en el que Conte comenzó a ser entrenador de la Juve iniciándose un periplo de tres años glorioso para los turineses. A lo largo de este tiempo, la Juve, que había perdido su lugar hegemónico en Italia tras el lío del calciopoli, volvió al lugar que le correspondía en Italia y se convirtió en dueña y señora del campeonato. Conte, durante estos años, estuvo usando el 1-3-5-2, dando gran importancia en el juego a tres pilares fundamentales tanto de la Juventus como de la propia Selección Italiana: Buffon, Bonucci y Pirlo. Por lo tanto, Prandelli y Conte, pese a estar en posiciones totalmente lejanas, compartían estilo de juego y jugadores clave a la hora de desarrollar el juego. Era evidente que el entrenador bianconeri era el mejor capacitado para tomar el relevo de Cesare cuando el momento llegase.

La principal reforma de Conte, la delantera

De la delantera se han caído Balotelli y Cassano, entrando Bonaventura y Zaza

Dicho momento no tardo en llegar y desde la Federación no se dudó un instante quién debía suceder a Prandelli. El 14 de agosto se anunció que Conte sería el nuevo seleccionador italiano. Prácticamente dos meses después, la primera lista oficial del ex entrenador bianconero ha llegado y de ella hemos podido extraer una gran conclusión: la renovación total (de momento) de la delantera. De ella se han caído Mario Balotelli y Antonio Cassano, bajas bastante significativas, para dar entrada a Giacomo Bonaventura y Simone Zaza.

En los últimos años, el juego de la selección italiana no ha brillado por su poderío ofensivo, y esto ha sido porque ninguno de los delanteros que han ido han sabido cumplir o adaptarse. Quizá podríamos decir que el último gran delantero que se vio en la azzurra (y que delantero) fue el Pippo Inzaghi, actualmente entrenador del Milan. Inzaghi fue partícipe en 2006 del último Mundial ganado por Italia, y probablemente tengamos que esperar unos cuantos años más para ver a Italia levantando otro título de importancia.

Cuando llegó, Prandelli no tenía muchos recursos ofensivos, y en la Eurocopa 2012 pudo contar con Balotelli, Cassao y Gilardino. Mario fue el delantero titular durante toda la competición, mostrándose (como de costumbre) muy poco participativo, pero cada vez que intervenía era determinante. Sus fascinantes goles unidos al gran juego de la Selección llevaron a Italia a la final, donde perdió por 4 a 0 contra España. No obstante, la mejoría de la Selección Italiana fue brutal y los italianos y, el público en general quedaron muy contentos con lo visto. Pero, por otra parte, los problemas en ataque quedaron en evidencia.

Estos problemas quedaron más marcados aún en el Mundial de Brasil disputado este verano, en el que entraron Rossi (que se lesionó), Immobile (que jugó muy poco), Cassano y Balotelli, ambos ofreciendo un rendimiento bajísimo. Italia cayó en cuartos contra Costa Rica y los italianos, naturalmente, quedaron descontentos, por el poco juego mostrado y las pocas opciones ofensivas que tenía el equipo. La Federación Italiana decidió que era el momento del relevo y Conte llegó en agosto con una idea clara: debía dotar a la selección de un mayor poderío ofensivo. 

Este cambio lo hemos podido ver en su primera lista oficial: se han caído Cassano y Balotelli entrando Zaza, Pelle y Bonaventura. A ellos se suman Destro, Immobile, Giovinco y Osvaldo. Es ilusionante sobre todo la entrada de Simone Zaza, propiedad de la Juventus y al que Conte conocerá muy bien. El joven delantero, que con esta lleva tres temporadas jugando en el Sassuolo, es uno de los más prometedores de Italia: poderío aéreo, gran remate y gol. A su vez, Conte otorgará más importancia a la gente joven (Bonaventura, Destro, Immobile y el propio Zaza). A priori recursos ofensivos no le faltan, y tiene mucho tiempo por delante para buscar la fórmula de encontrar el gol. Nos tocará estar pendientes.