En otros tiempos, un análisis de un año del Milan sería más bien tranquilo, cosechando algún que otro éxito y con grandes acontecimientos. En este 2014 que está consumiendo sus últimos minutos de vida, el Milan ha vivido un año bastante convulso y se espera que no vuelva a ocurrir durante mucho tiempo.

Como todos los años complicados, las malas noticias no se dejan esperar y van sucediéndose una detrás de otra. Al principio de este año, apenas diez días después del comienzo del mismo, los máximos mandatarios del conjunto rosonero anunciaban la destitución del entrenador del primer equipo, Massimiliano Allegri. Se acababa el ciclo del que había sido entrenador las tres últimas temporadas y se encontraba en la cuarta.

Galliani y Bárbara Berlusconi, dirigentes del Milan la pasada temporada | Foto: www.goal.com

Como los resultados no acompañaban, el entrenador tuvo que marcharse. A pesar de que los resultados del equipo no acompañaban, el detonante del despido vino por la derrota del Milan en casa del Sassuolo por cuatro goles a tres. Los cuatro goles los hizo un delantero de apenas 19 años, Domenico Berardi y el Sassuolo ocupaba puestos de descenso en ese momento. Aunque el entrenador había comunicado semanas antes que a final de temporada se marcharía, su destitución vino antes.

El año empezó con el fin de Allegri

Los malos resultados condenaron al entrenadorEsa decisión la tomaron en conjunto el ya eterno dirigente del Milan Adriano Galliani y la hija del propietario del club, Bárbara Berlusconi. El crédito que tenía Allegri para permanecer en el Milan era el ser el único equipo italiano de la pasada edición de la Champions en clasificarse para octavos de final pero eso no fue suficiente. Allegri dejó al Milan en la undécima posición de la tabla a 30 puntos de la Juventus, el líder y a 20 de los puestos de Champions. Pero el entrenador del Milan no estaba solo, tenía cierto apoyo. La Curva Sud emitió un comunicado de apoyo a Allegri e incluso el seleccionador italiano en ese momento, Cesare Prandelli, salió en defensa de Allegri.

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Se anunciaba que el entrenador provisional era el segundo entrenador Mauro Tassotti hasta que llegara el nuevo entrenador hasta final de temporada. El elegido para el puesto a petición expresa del máximo dirigente Silvio Berlusconi fue el ex jugador Clarence Seedorf. Esta decisión tuvo cierto revuelo porque el holandés todavía se encontraba siendo jugador en activo dando sus últimos toques a un balón como profesional en Brasil, concretamente, en Botafógo. Otra polémica que rodeaba a la contratación de Seedorf era que se había sacado el título de entrenador por internet y no había entrenado a ningún equipo antes de coger las riendas del Milan.

Berlusconi confió en Seedorf para volver a coger confianza

El holandés fichaba por dos años y medio. De ese dato solo cumplió el medio. Se rencontró con antiguos compañeros de vestuarios como Kaká, El Shaarawy, Nocerino, Bonera, Emanuelson, Abate, Amelia, De Sciglio y Abbiati. "Es el ciclo del fútbol, es el ciclo de la vida. Casi todos los técnicos vivieron este momento. Seguro que no va a haber problema, por el contrario", comentó Seedorf.

El holandés no cumplió con las espectativas y solo estuvo cinco mesesEl nuevo técnico del Milan disfrutaría de los fichajes invernales que llegaron, Rami, cedido por el Valencia, Honda y Taarabt. A pesar de esto, Seedorf solo estuvo cinco meses al frente del vestuario. A final de liga, no consiguió clasificar al equipo para competiciones europeas. Tras muchos años, quince en concreto, el Milan dejaba de clasificarse para Champions y Europa League. Terminó la liga en octava posición y el olfato de Berlusconi, no funcionó. También destacar que el holandés no dejó muy buenos amigos en el vestuario en su etapa como jugador ya que en problemas con el presidente, dejó de lado a sus compañeros y se mostró siempre a favor del máximo dirigente.

La segunda vuelta hecha por Seedorf fue mejor que la de Allegri, consiguió trece puntos más pero en la copa de Italia fue eliminado en cuartos de final por el Udinese y en Champions cayeron en octavos ante el Atlético de Madrid.

La temporada terminaba de manera muy convulsa y el club necesitaba de nuevos aires y una renovación profunda. Tras desmantelar durante dos temporadas al equipo de estrellas, el Milan necesitaba comenzar de cero. El nuevo hombre encargado de dirigir al equipo era otro mito del club, Pippo Inzaghi. Con muchos problemas institucionales y económicos, Inzaghi tenía la difícil tarea de devolver al Milan donde se merecía. El nuevo entrenador ya había entrenado la temporada anterior al Milan Primavera y no era nuevo en tareas de entrenador.

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Una de las primeras medidas de Inzaghi al llegar fue darle liquidez a su club vendiendo a la estrella del momento, Mario Balotelli por 20 millones de euros. El nivel del delantero italiano y su comportamiento un tanto extraño no era la mejor forma para comenzar un proyecto y una ha sido una de las mejores Se fue Balotelli y llegaron nuevas caras decisiones tomadas por el Pippo. Para generar cierta ilusión al equipo, llegarían fichajes a coste cero como Ménez y Alex del PSG, Niang de Montpellier y sobre todo, Fernando Torres cedido por el Chelsea durante dos temporadas. Otras incorporaciones ilusionantes fue la del colombiano Pablo Armero para reforzar el lateral zurdo y el portero español Diego López para disputarle el puesto al veterano Abbiati.

Fichajes a coste cero para solventar la economía

La temporada no pudo empezar mejor. El debut liguero del Milan fue venciendo a la Lazio en su estadio por tres goles a uno con un buen juego mostrado pos los pupilos de Inzaghi. Conforme iban avanzando las jornadas, el equipo parecía otro, jugaba bien y los resultados acompañaban y eso que faltaba su mejor jugador, Montolivo. El primer batacazo vino al perder en San Siro frente a la Juventus y a partir de ahí, el conjunto entró en u bucle de malos resultados como un empate ante el Empoli y el Cesena, equipos de menor nivel, y varios empates ante el Cagliari y Fiorentina.

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A pesar de esto, el Milan no se ha descolgado de los puestos europeos porque a pesar de ser un equipo muy irregular, pierde pocos partidos. En concreto, solo ha perdido dos partidos en lo que llevamos de liga, ante la Juventus y ante el Genoa. De victorias y empates va poco a poco encontrando su juego el Milan y desde hace varias jornadas, ha vuelto a vestirse de corto el director de orquesta, el que lleva la batuta y manija del equipo, Ricardo Montolivo y su vuelta la ha notado el equipo muy positivamente.

Muy irregular pero se mantiene en zonas altas de la tabla

Como no disputa competiciones europeas, el Milan solo tiene un claro objetivo, conseguir la tercera plaza sea como sea y en la Coppa de Italia, se incorpora en la siguiente ronda. El año no comenzó muy bien para los rosoneros, más bien comenzó mal pero poco a poco ha ido mejorando pero un equipo como el Milan sigue buscando su seña de identidad y ese proceso es largo y costoso. Esperemos que en el próximo 2015 vengan de nuevo los éxitos a la casa milanista

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