Juventus y Borussia Dortmund se enfrentaban en los octavos de final de la Champions League en el duelo estrella que deparó el sorteo de Niza. La final de Munich estaba en la cabeza de todos, pero esta vez los alemanes no tiraron de chequera como en aquella ocasión para fichar a Kholer, Paulo Sousa, Andreas Möller y Reuter, que se enfrentaron en la final de 1997 ante su ex-equipo, la Juventus.

Allegri optó por la dupla que mejor baile le está dando en lo que llevamos de temporada: Tevez y Morata, cada vez con mayor sintonía entre ambos. Jurgen Klopp, por su parte, decidió meter al ex granata Immobile en la punta de ataque, para jugar con Aubameyang y Reus en las alas en busca del contraataque.

La Vecchia Signora, que volvía a disputar una fase eliminatoria de Champions League dos años después, tras su fracaso del curso pasado, tenía estudiado a su rival y sabía lo que no debía hacer: conceder contras. Así, el inicio de partido fue claramente local, con un dominio del esférico que apenas dejaba crear juego a los alemanes. Un balón en largo, antes de cumplirse el primer cuarto de hora del encuentro, Morata explota esa velocidad que tan beun resultado le está dando en Italia, para poner un centro raso que Weindefeller no ataja para que el Apache Tevez pusiera el 1-0 en el marcador del Juventus Stadium.

Tras su gol, los bianconeri tenían claro que debían esperar atrás para salir a la contra ante una defensa muy frágil. Pero un resbalón, inportuno, de Chiellini, deja solo a Reus ante Buffon y la joya dortmunesa no falló. Un golpe de suerte para los deKlopp y una jugada desafortunada para los de Allegri, que no tiene suerte en esto del Calcio, ponía el injusto 1-1 en la capital del Piamonte.

Tras el empate, la Juventus itentó reaccionar. El estadio se quedó gélido, pero un centro de Tévez y un remate de Morata con la testa, muy lejano, despertó a los tifosi, que veían cómo la Juventus pasaba el peor momento del partido. Los alemanes se crecieron y empezaron a echar hacia atrás la adelantada línea defensiva que caracteriza a los juventinos. Pasada la media hora, un disparo lejano de Sahin sembró el pánico en el estadio. Buffon atajó la pelota en dos tiempos, pero para los aficionados a la squadra italiana era como si Jack Torrance empezara a romper la puerta con su hacha en la película El resplandor (1980).

Si la Juventus estaba lastimosa, las desgracias nunca vienen solas. Pirlo abandona el verde pasada la media hora por una lesión y Pereyra le sustituye. El argentino, sin embargo, aporta fuerza y sacrificio al centro del campo y los locales empiezan a salir del agujero donde se habían metido tras el accidental gol alemán. Al filo del descanso, una perfecta combinación de Pogba y Tévez permite al galo sacarun centro raso para que Morata empujara el esférico a puerta. Era el 2-1 y el karma, esta vez, parecía devolver a la Juventus lo que era suyo.

Foto: Uefa.com
Foto: UEFA.com

Como una aguja en un pajar. El Borussia Dortmund desapareció del partido en la segunda mitad. La Juventus siguió teniendo la posesión de la pelota, pero los de Klopp ya no daban sensación de peligro en las llegadas al área de Gianluigi Buffon. Admás, los alemanes habían perdido esa precisión en el paso en el centro y la rapidez a la hora de mover la pelota había desaparecido, como la conexión, vital para los de amarillo, de Hummels con los organizadores sahin y Gundogan. Todo ello hizo crecer a la Juventus, que empezó a empujar hasta tal punto que el Borussia dortmund dio por bueno el resultado.Visto lo visto, sobr todo en la segunda mitad, la Vecchia Signora mereció sacar algo más.

La primera clara, clarísima, fue de Tevez. Pasadala hora de partido, aunque el dominiono había cesado, el Apache tuvo un disparo desde la frontal que salió lamiendo el poste de Weindefeller. Varios minutos después, sin que el Borussia Dortmund diera señales de vida y con un Immobile que fue sustituido entre pitidos por su pasado en el equipo rival, Tevez volvió a chutar con fuerza desde la frontal para que Weindefeller evitara el tanto italiano.

Pero si las ocasiones de Tevez fueron claras, lo de Pereyra hizo levantar a todos de sus asientos. Un buen balón filtrado por Morata, el mejor del partido, dejó solo al argentino ante Weindefeller, pero su disparo, cruzado, se marchó fuera por muy poco. El partido terminaba con el 2-1 que deja insatisfecha a la Juventus viendo el transcurrir del partido y la superioridad mostrada. Los de Klopp se van contentos de Turín tras marcar un gol en una acción afortunada einmerecida para ellos pero que les deja muy vivos para la batalla final, ante los suyos, en el Signal Iduna Park, uno de los templos del fútbol en Europa.

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