Uno de los equipos revelaciones del campeonato llegaba a un fortín inexpugnable -con permiso de Salah-. El Sassuolo de Berardi, jugador que le hizo un póker al Milan de Allegri y le terminó de dar la puntilla al técnico livornés estaba dispuesto a alargar la resolución del Scudetto.

La Juve, que homenajeó a Luca Colosimo, árbitro turinés que falleció en un accidente de tráfico, no podía olvidar las polémicas declaraciones de Antonio Conte, que esta semana recibió el premio de la Panchina d'oro, como mejor entrenador de la temporada pasada y declaró que su Juventus ''con la cattiveria (agresividad) estaría a +20 de la Roma''. 

La Juventus afrontaba el partido sabiendo del pinchazo de la Roma y la posiblidad de dejar finiquitado la lucha por el Scudetto. Sassuolo, por su parte, viajaba a Turín con una línea defensiva inédita. Gazzola (sancionado), junto a Canavaro, Antei y Terranova -estos por lesión- eran bajas en la zaga neoverdi, que tuvo que improvisar con una línea formada por Vrsaljko, Acerbi, Peluso y Longhi. 

En el verde, a la Vecchia Signora parecía no importarle el tropiezo de la Roma ante el Chievo (0-0), ni las prepotentes palabras de Antonio Conte, pues volvió a mostrar su peor versión. Si día atrás la Fiorentina asaltó el Juventus Stadium -con exhibición de Salah incluída-, la peor Juventus volvió a mostrarse en una primera mitad algo aburrida. Tan sol Tevez parecía tener tocado el orgullo un día donde Chiellini portó el brazalete de capitán debido a unas altas fiebres de Buffon, que causó baja a última hora. lo más destacable de los primeros cuarenta y cinco minutos fue un chut de Tevez, desde lejos, y una torcedura de tobillo de Morata que le hizo estar renqueante durante toda la primera mitad. 

En la segunda mitad todo cambió. La Juventus adelantó la línea de presión y Bonucci-Chiellini robaban los balones más allá del centro del campo. Las llegadas de la Vecchia Signora al área de Consigli eran continuas y el conjunto de Módena empezaba a pasarlo mal. Tevez era el primero en poner en apuros al guardameta del Sassuolo, que evitó el primero de la Juventus con una gran estirada.

Poco a poco, los de Allegri iban arrinconando a un Sassuolo que se le acababan las fuerzas. El Apache, con otro disparo, estuvo cerca, de nuevo de inaugurar el marcador. Los minutos pasaban y la Juventus no odía abrir una lata que contenía 3/4 partes del cuarto Scudetto. Allegri decidió cambiar a Pereyra y Morata e introdujo a Llorente y Pepe, que cambió el partido. 

El extremo empezó a recibir balones en su banda y el ex-napolitano no dudaba ni un instante en centra pelotas a Llorente, que no pudo cazar ninguna. El que se aprovechó un balón suelto, en la frontal, fue Bonucci, que sacó un enorme latigazo que obligó a Consigli a realizar la intervención del encuentro. El Juventus Stadium rugía a pesar de que faltaban los ultras del fondo, que abandonaron antes el estadio por protestas contra la Polizie turinesa. 

El partido se acababa y el tramo final del mismo llegó. Tan solo quedaban diez minutos más el añadido, pero Pepe, con la velocidad que le caracteriza, hizo un pase a Pogba, que controló la pelota hacia dlante y botando, para soltar un latigazo y romper la red del Juventus Stadium. Un Pogbazo que valía más de medio Scudetto. Barzagli saltó al terreno de juego en el 85', y debutaba esta tamporada (su último partido fue en el Mundial de Brasil), ara terminar de congelar el partido. 

Juventus ganaba a un gran Sassuolo. El triunvirato Agnelli-Nedved-Marotta se abrazaban con efusividad en el palco del estadio de Turín. La Vecchia Signora dejaba a +11 a la Roma y se aseguraba mediotítulo. El Sassuolo, con un gran colchón de puntos, se fue frustado por su esfuerzo, que quedó en vano. 

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