Palermo recibía al tricampeón de Italia tras su año en el infierno. El ascenso llegó con toda la rapidez deseada y la Juventus volvía a La Favorita con un once repleto de suplentes para medirse a uno de los equipos d moda de la Serie A. Los de la capital de Sicilia, cuna de la Cosa Nostra -mafia de la isla- querían sorprender a la Vecchia Signora, con la cabeza más en Alemania que en el encuentro. 

Los de Zamparini, un auténtico devorador de entrenadores -destituyó a 26 desde que compró el club en el 2.000-, salieron con su once de gala y, por supuesto, su pareja argentina en la parte de arriba: 'Mudo' Vázquez y Dybala, a los que la Juventus quiere para su próximo proyecto. Allegri, por su parte, introdujo un once inédito. Volvió al 3-5-2 Conteniano con Barzagli titular por primera vez después de cuatro meses lesionado. En el centro, Sturaro también debutaba y De Ceglie dio reposo a Evra en el flanco zurdo. 

Una vez empezado el partido, el Palermo inició el encuentro con algo de miedo. Mientras el técnico Iachini abroncaba a los suyos desde la banda, la Juventus se dedicaba a mover el esférico deuna manera plana e inútil. No quedan dudas de que el juego de los bianconeri ha decaído en las últimas jornadas. Las defensas tenían poco trabajo y los de Allegri tan solo dispararon una vez en los primeros cuarenta y cincominutos. Fue por medio de Sturaro y el disparo se fue fuera. 

El Palermo, por su parte, esperaba atrás, rezagado, teniendo controlado al campeón de la Península Adriática, pues los defensores de rosa no pasaron ningún peligro en la primera mitad. En el tramo final, los atacanta del Palermo se animaron algo y se pudieron ver varias acciones de Dybala y Franco Vázquez, pero todas fueran resueltas de manera perfecta por un Chiellini pletórico en el día de hoy. La defensa juventina, que estaba fallona en los últimos partidos, parecía volver al nivel habitual de la BBC -Bonucci, Barzagli y Chiellini-. 

En el segundo periodo, el partido no se animó mucho. Esta vez eran los locales los que movían el esférico, pero Dybala no conseguía ninguna situación de peligro para los de Iachini. El técnico del Palermo decidió dar entrada al croata Jajalo para retirar a un ex juventino, Maresca, algo desaparecido hoy. Pero el juego de los locales -como el de la Juventus- seguía siendo gris y el partido alcanzó la hora de encuentro con tan solo dos tiros a puerta. 

El Palermo, que es un auténtico cazatalentos del sur de América -ya trajo a Pastore y Cavani y este año triunfa con Dybala y Vázquez- daba la sensación de que no marcaría ni aunque el partido durase tres días. Allegri también decidió cambiar en su Juve y se retiraba Fernando Llorente, que sigue sin llegar al aprobado en esta temporada, y entró Morata. 

La Vecchia Signora, que esperaba atrás los ataques -nulos- del Palermo, decidió salir a la contra, un recurso que este año lo está utilizando en exceso, sobre todo con Morata y Tevez en la delantera. El español, con un fantástico disparo desde la frontal, abrió la lata en Sicilia y ponía a la Juventus por delane y a él con 7 goles en su cuenta. 

Con el marcador a favor, la Juventus nunca llegó a sufrir -con el empate tampoco lo hizo- y Morata campaba a sus anchas por el verde del Barbera, quizás esperando que del Bosque cogiera un avión con destino Sicilia no para pasar unas vacaciones en el Mediterráneo, sino para ver la mejor versión del canterano del Real Madrid. 

El partido terminaba con una Juventus encerrada atrás a la espera del pitido final, que llegó sin que Dybala y compañía hicieran inmutar a Gianluigi Buffon en su portería. La Juventus llega a 64 puntos y aventaja en 14 a la Roma. Los del Piamonte, a pensar en el asalto al Signal Iduna Park. 

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