Caían pocas nubes en la capital del Piamonte. En plenos Alpes italianos, poca era la niebla que inundaba la ciudad de la Mole. El frío también parecía dar una tregua. En Turín todo estaba preparado para la primera de las batallas de las semifinales de la Champions. Aroma a partido grande en los aledaños del Juventus Stadium. Bajo él, los cimientos del viejo Delle Alpi, donde la Vieja eliminó al Real 14 anni fa. 

Allegri sorprendía con Sturaro de inicio. Con solo 8 partidos jugados en la Juventus, el joven centrocampista procedente del Genoa -al que apodan en Italia como el 'nuevo Gattuso''- tendría el partido de su vida. La zaga, a cuatro, como el técnico livornés adelantó en la rueda de prensa previa. En frente el Rey de Europa. El Real Madrid. Que no ganaba en Turín desde hace 53 años. ¡El último gol de la victoria en la capital del Piamonte lo marcó Di Stefano! Ancelotti sacaba su once más previsible, por lo que Sergio Ramos seguiría en esa posición de mediocentro... ¡Y 50 millones en el banquillo!

Una vez coreado, a capela, el Juve, Storia de un grande amore, el partido comenzó con un ritmo altísimo por parte de los italianos. Presión alta, continuada y casi perfecta. El Madrid no estaba cómodo y el aliento de los tifosi arengaron a los suyos. Los centrales, desde muy pronto, empezaron a dar sensación de inseguridad y el primer balón filtrado por el centro de la zaga blanca, hoy negra, no acabó en peligro por culpa de unmal control de Vidal. 

Poco después, muy poco, Tévez consigue colarse por la zaga y su disparo, cruzado, es despejado por Casillas con la mala fortuna de que Morata, casi sin querer, pasaba por allí para empujar el rechace al fondo de la red Bianconera. El canterano madridista no celebró el gol, lo que puede llegar a ser una falta de respeto para los asistentes al estadio... Morata es propiedad Juve, no es cedido. 

Con la Vecchia Signora por delante y el Real Madrid KO, los de Allegri no supieron aprovechar el descontrol del conjunto merengue en estos minutos. Dos malas decisiones en ataque, una de Tévez y otra de Marchisio, dejaron vivo al Real Madrid, que hace tiempo que dejó al gato de las siete vidas en ridículo. Kroos se fue haciendo con el control en el centro y la Juventus se fue encerrando atrás. Poco a poco el Real Madrid empujaba a los centrales juventinos casi a la altura de Gianluigi Buffon. La primera intervención de James en el partido fue para poner un centro a Cristinao Ronaldo, que remató con la testa en boca de gol. Un gol que valdría oro. Era el empate a un tanto.  

La Vieja empezó a estar temerosa. El Real Madrid parecía despertar del pequeño pero intenso sueño con el que saltó al césped y los de Allegri empezaron a mirar el reloj. Al ritmo de Isco y James, los vikingos casi remontan el encuentro, pero el cabezazo del colombiano al centro medido del canterano ché se topó con el larguero. Cuando peor estaba la Juve, y cuando mejor lo hacía el Real Madrid, el colegiado del partido, el inglés Martin Atkinson, pitó el final del primer asalto. 

Tras el descanso, el partido parecía mantener el mismo ritmo. El Madrid tenía la pelota y la Juventus, replegada, esperaba. Y le salió bien. Como en Dortmund. El rechace de un córner provoca el cotragope de Tévez-Morata, que parecen haber hecho un máster en esto y Carvajal derribó al Apache en el área. El mismo argentino se encargaba de transformar el penalti. Fuerte y al centro. Era el 2-1. 

A partir de aquí, el partido pareció cambiar. El Real Madrid tenía la posesión pero no las ideas. Los blancos centraban balones ante la altura y reforzada defensa juventina, pues Allegri retiró a Sturaro para meter a Barzagli como tercer central y reconvertir su esquema al 3-5-2 AntonioContiano. 

Carlo Ancelotti hacía lo mismo. Tiró de banquillo y el sacrificado fue el mismo de siempre, el malagueño Isco, en detrimento de Chicharito. El cronómetro corría y la Juve se fue sintiendo más cómoda en el partido. Con el cambio de Llorente y Pereyera, la Vecchia Signora volvió a ganar presencia en ataque y pudo irse del partido con un marcador más amplio. Llorente, en dos ocasiones, se encargó de que los Bianconeri sufran en el Bernabéu. Primero dribló a Casillas tras un fallo de Varane, pero no encontró compañero en su pase de la muerte. Después envió un cabezazo tímido a las manos de Casillas.

El partido terminaba 2-1 y sensaciones más positivas para el Real Madrid que para los locales. Marcador corto para el juego de los visitantes y poca ventaja para la Juventus, que tendrá que sufrir en el Santiago Bernabéu. El Juventus Stadium sigue virgen esta temporada.