Empoli y Sampdoria se enfrentaban en un partido clave en la lucha por la Europa League. El recién ascendido Empoli, una de las revelaciones de la temporada, ya cómodamente salvado del descenso, recibía en su estadio a la Sampdoria de Sinisa Mihajlovic, aquel serbio considerado en su momento como uno de los mejores lanzadores de faltas del mundo, se jugaba sus opciones de entrar en Europa League. Y desde Milán, el Inter miraba atentamente, pues una victoria de la Samp los dejaba sin posibilidades de entrar en Europa.

Dominio inicial del Empoli

Sin su estrella Éder, lesionado, y con Eto'o en el banquillo (1 gol en 16 partidos esta temporada, con 34 tiros a puerta), a la Sampdoria le costó entrar en el partido ante un Empoli relajado, tranquilo y que no especuló, pues no tenía nada que perder. El primer acercamiento lo protagonizó Vecino, interior del conjunto local, en los primeros minutos con un disparo desde la frontal que rebotó en el larguero.

Parecía que el equipo que tenía todo en juego era el Empoli, pues fueron los pupilos de Sarri los que llevaron la iniciativa y crearon peligro, ante una Samp replegada, pero que no conseguía robar y salir al contragolpe, dinámica que es un símbolo del estilo propuesto por Mihajlovic. Con el veterano delantero Maccarone muy activo en el frente de ataque, apoyando a sus compañeros con movimientos cargados de inteligencia y sentido colectivo, el Empoli tuvo mucha más presencia en campo rival durante la primera fase del encuentro.

Primer acercamiento genovés

En el minuto 35' llegó la primera ocasión para la Samp, que seguía atacando de forma desordenada y sin paciencia, pero poseía mayor calidad diferencial que el Empoli, como demostró el ecuatoguineano Pedro Obiang con una internada a base de potencia física para asistir a Muriel, aunque el colombiano se quedó sin ángulo ante Bassi.

Poco después Maccarone tuvo otra oportunidad muy clara para adelantar al Empoli, pues le cayó un balón franco en el área, que mandó por encima del larguero. La Samp se mostraba nula en ataque, tirando de arreones individuales y a la desesperada, aún cuando quedaba mucho tiempo por delante, y además, consentía mucho en defensa y permitía al Empoli acercarse con relativa facilidad y sin tener que realizar jugadas de excesivo mérito. Solo el buen hacer de Viviano, el portero de los de Mihajlovic, dejó el marcador a cero en el descanso.

Leve resurgimiento de la Sampdoria

En los primeros compases de la segunda parte, el conjunto de Génova pareció volver a meterse en el partido, y tuvo minutos de dominio en campo rival y de fases de posesión del balón, aunque no consiguió entrar por un carril central muy bien defendido por el Empoli, con mucha acumulación de hombres. Eto'o entró por un desaparecido Đorđević. 

Y entonces ocurrió lo más lógico. El Empoli recuperó el esférico en una acción de Eto'o, salió al contragolpe, Maccarone hizo su enésimo apoyo cargado de comprensión e inteligencia en el juego y se la puso a Pucciarelli, que orientó su control y cruzó ante la salida de Viviano para adelantar a los locales. 

La entrada de Duncan y Correa revitalizó en cierta medida a la Sampdoria, que subió el ritmo y se lanzó a por la victoria, viéndose por debajo en el marcador. Correa tuvo un intento muy peligroso gracias a una internada de Duncan por el costado izquierdo, que remató llegando desde atrás, pero Bassi hizo una parada de mucho mérito para mantener su arco imbatido.

La Sampdoria seguía empujando, y en un córner, De Silvestri se impuso a los defensores del Empoli y conectó un potente cabezazo, pero Bassi, muy bien colocado, consiguió atrapar el balón en dos tiempos. El tramo final del encuentro lo protagonizaron los genoveses, que dispusieron de muchos acercamientos para empatar, pese a que no lo concretaron en demasiados remates peligrosos.

En ese momento, con la Sampdoria desesperada, apareció la grandeza de uno de los mejores delanteros de la pasada década, de quién jugó con y contra los mejores, de aquel que asume que ya no está en su mejor momento, pero que en el instante decisivo apareció para ser diferencial, pues calidad para ello aún tiene. Samuel Eto'o recibió en la frontal del área, y ante un Empoli embotellado en su área, efectuó un movimiento de puro virtuosismo técnico mezclado con instinto goleador que nadie esperaba: aguantó, se giró y mandó el balón a donde Bassi no podía alcanzarlo desde el mismo balcón del área para poner el empate. 

Una igualada que, pese a todo, no sirvió a los intereses de la Sampdoria, que, salvo que la Fiorentina pierda los dos partidos que le quedan, no irá a Europa la próxima temporada, a la espera de la resolución del caso Genoa, pues el archirrival de la Samp no tiene licencia UEFA. El final de temporada de los de Mihajlovic ha sido muy decepcionante, con una victoria en los últimos nueve partidos.