La Sampdoria volvía a Europa, tras cumplir sus objetivos la pasada campaña, y no pudo hacerlo de peor manera. En la ronda previa de la Europa League, los pupilos de Walter Zenga cayeron de forma estrepitosa por 0-4 ante la Vojvodina serbia en el Estadio Olímpico de Turín. Una auténtica debacle que ha hecho tambalearse al club genovés desde sus cimientos.

El primer gol de los serbios llegó en los primeros compases del encuentro, tras una combinación en la frontal del área que dejó a Ivanic en una posición cómoda para cruzar el balón ante la salida del meta Viviano. Ya en la segunda parte se confirmaría el desastre. Amplió la ventaja Stanisavljevic, aprovechando un rechace de Viviano en el segundo palo tras un veloz contraataque. Posteriormente, Ozegovic efectuó una vaselina para batir a Viviano por arriba, tras ganar un balón largo. Y en el descuento, el propio Ozegovic completó su doblete con un potente zurdazo desde dentro del área ante el que nada pudo hacer el guardameta, dejando a la Sampdoria en una situación muy delicada de cara al partido de vuelta en Serbia, que se presume extremadamente complicado debido a la ventaja de la Vojvodina y a la importante presión que siempre ejercen los estadios balcánicos. 

El entrenador Walter Zenga se dirigió a pedir disculpas a los aficionados tras el encuentro, y posteriormente dijo en rueda de prensa que "no hay excusas, cuando pierdes así solo puedes pedir perdón". Además, Zenga dijo sobre la vuelta en Novi Sad que "todo el mundo dice que será difícil, si no imposible, pero primero tenemos que jugar el partido, después podremos decir si fue difícil o imposible". El presidente Ferrero, en la misma línea, pidió "perdón a todo el mundo" y comentó que "los únicos ganadores son los aficionados". Por otra parte, el capitán Palombo sentenció que "nada salió bien".