Allegri llegó a la Juventus con el peso del legado de Conte a sus espaldas. Su primera obra en Turín se basó, entre otras cosas, en el contragolpe, en cargar el área y en la llegada desde la segunda línea de sus interiores, Pogba, Vidal o Marchisio. La figura diferencial para poder alcanzar cotas mayores, es decir, aquel que le permitió llegar a una final de la Champions League sin tener una plantilla superior a los Real Madrid, Barcelona o Bayern, fue un genio incomprendido que por fin encontró estabilidad como líder de un proyecto.

Carlos Tévez desembarcó en Turín envuelto en dudas y se fue como dominador de la Copa de Europa. Su presencia e inteligencia entre líneas le convirtió en quién dotaba de sentido las transiciones de los bianconeri. Cuando todos corrían hacia delante, Tévez se ofrecía para recibir y lanzar. A su vera, Morata se sacudió la presión y la ansiedad que le generó el entorno del Real Madrid y su falta de finura técnica y se erigió como un delantero de élite a la hora de aprovechar espacios.

Pero Tévez, quizá en el mejor momento de su carrera, decidió que ser líder en Europa no le daba la felicidad, y puso rumbo a Buenos Aires para hacerse eterno en su Boca Juniors. Una decisión admirable que dejó a la Juventus sin su principal catalizador ofensivo. Un perfil difícilmente reemplazable, tanto por nivel como por lo que ofrece el mercado y su precio. A la Vecchia Signora llegaron Dybala, Mandzukic y Zaza con una misión en común: sustituir al Apache.

Dybala sería la opción más similar a Tévez para ocupar el puesto de segundo punta

Dybala destacó en el Palermo la pasada campaña formando una gran pareja ofensiva con Franco Vázquez. Muy dinámico y ágil, con una capacidad de desborde que deja huella y alta comprensión del juego entre líneas, intuitivo a la hora de bajar a recibir y tirar paredes, con un tren inferior potente que le permite dejar atrás pegajosos marcajes y generar desequilibrios. Zurdo y enganche, salvando las distancias recuerda a los dos grandes genios de su país natal, Argentina.

Dybala con la camiseta del Palermo - Fotografía vía Zimbio

Sería la opción más similar a Tévez, la del segundo punta que sirve de nexo y ayuda en la creación y que además aporta determinación en el área rival. También podría actuar en la mediapunta del 4-3-1-2 de Allegri, aunque ciertamente el que fuera técnico del Milan ha preferido habitualmente en esa demarcación a futbolistas como Vidal y Pereyra, de más trabajo y recorrido, es decir, más interiores que enganches.

Mandzukic es todo dentro del área, pero con metros por delante su fútbol es limitado

Las otras dos alternativas, Mandzukic y Zaza, cambiarían el perfil de la delantera.

Mandzukic es todo a nivel área. Magnífico rematando centros laterales y bajando balones largos, garantiza goles. Su problemática reside en que fuera del área no aporta prácticamente nada. Con metros hacia la portería su fútbol es muy limitado, tiene un déficit combinativo importante y no es para nada autosuficiente. Sustituir a Tévez por el exdelantero de Bayern y Atlético sería el cambio más radical que podría introducir Allegri. La ausencia de Morata por lesión le perfila como titular de cara a la Supercoppa.

Mandzukic frente al Malmö - Fotografía Jaime del Campo

Simone Zaza dejó muy buenas sensaciones en el Sassuolo. De físico imponente (1.86m), puede desempeñarse como delantero centro al uso. Se desenvuelve bien a la hora de recibir juego directo y de moverse en el área, posee un disparo potente con su pierna izquierda y además puede aportar en transición, pues es potente en carreras cortas y aprovecha los balones al espacio.