Antonio Cassano vuelve a tener equipo, después de haber rescindido su contrato con el Parma en enero de este año. Vuelve a un destino conocido, en el cual es querido y dónde pudo demostrar el talento que en ciertas épocas le fue cuestionado.

El ex, entre otros equipos, del AS Roma, el Real Madrid o el Inter; regresa al Sampdoria con las ganas de volver a sentirse futbolista, tras haber tenido malas experiencias en sus aventuras en España y en Milán. Antonio es uno de los afortunados en haber podido jugar para varios de los equipos más grandes de Italia: militó en el AS Roma desde el 2001 al 2005, y entre 2011 y 2013 jugó para los dos grandes de Milán; defendió en la campaña 11-12 los colores rossoneros y en la 12-13 los neroazzurri.

Uno de los jugadores que más llamó la atención cuando emergió en la esfera europea e hizo que los grandes de Europa pusieran sus ojos en él. Después de que un ojeador del Bari, su ciudad natal, lo reclutara en 1999 tardaría dos años en dar el salto a la capital italiana para jugar al lado de otro de los talentos más memorables del fútbol italiano en los últimos años: Francesco Totti.

Finalmente, tras abandonar el Parma hace unos meses y encontrarse sin equipo, vuelve a recurrir a la 'Samp' para lamerse las heridas y volver a recuperar el nivel futbolístico que llevó a que hace un tiempo lo consideraran en el país transalpino el heredero de Totti, tanto en la Roma como en la 'Azzurra'.

Este viejo roquero quiere volver a los terrenos de juego, y así lo declaró en una reciente entrevista: "Me pongo enfermo sin fútbol. Lo echo de menos a muerte". En el Madrid no pudo rendir como se esperaba de él y acabó por marcharse por la puerta de atrás al mismo equipo en el que recala ahora y con el mismo objetivo: recuperar la felicidad jugando al fútbol.