La Juventus ha vuelto a pinchar y solamente ha podido sacar un empate del encuentro que le enfrentaba al Chievo Verona en el Juventus Stadium. Los de Rolando Maran se adelantaron nada más comenzar el partido, pero a falta de escasos minutos para el final Dybala convertía en gol un penalti cometido sobre el colombiano Cuadrado.

El partido no pudo comenzar peor para el equipo dirigido por Massimiliano Allegri, ya que en el minuto 6 de partido, Hetemaj adelantaba al Chievo Verona. El centrocampista finlandés recibía un rebote y disparaba cruzado desde fuera del área, mandando el balón lejos del alcance de Buffon. A partir de ese momento, el partido fue prácticamente un monólogo de la Vecchia Signora. Los veroneses se encerraron atrás y buscaron los contragolpes para intentar matar a los bianconeri. La defensa del Chievo se convirtió en un auténtico muro, con su portero Albano Bizzarri como  gran protagonista. El portero argentino demostró que sus 38 años no son un impedimento para seguir rindiendo a gran nivel y trajo de cabeza a todos y cada uno de los jugadores del conjunto blanquinegro.

El Chievo aguantó el chaparrón todo lo que pudo

La Juventus comenzó a llegar sin descanso al área defendida por Bizzarri, pero no conseguía materializar sus ocasiones. Con un gran Álex Sandro por la izquierda y un Pereyra muy activo, el peligro era constante para el Chievo, pero los veroneses se defendían con uñas y dientes y en cuanto podían contragolpeaban y pillaban a la Vecchia Signora con muy pocos efectivos en defensa. Sin embargo, los de Rolando Maran tampoco eran capaces de conseguir ese ansiado segundo gol que casi sentenciara el partido. Hernanes, Dybala, Morata y cía comenzaron a conectar entre ellos y la Juventus adelantó incluso más sus líneas. Pero el balón no quería entrar y el Chievo se marchaba ganando al descanso a pesar del monólogo de los juventinos.

La segunda parte siguió prácticamente igual el guión de la primera, ya que la Juventus no paró de llegar y de crear ocasiones cerca del área defendida por Bizzarri. Sin embargo, en el minuto 50 Paloschi tuvo en sus botas poner el 0-2 con una gran volea, pero Buffon sacaba una mano prodigiosa y salvaba los muebles de su equipo. Pocos minutos después de la parada de Buffon, la Juventus tenía su mejor oportunidad. Pereyra disparaba al palo, el rebote le llegaba a Pogba que, con la portería vacía, lo tenía todo para empatar el partido, pero a última hora Frey se cruzaba en su camino y taponaba el disparo del francés, que salía rebotado hacia Dybala, que mandaba la pelota a las nubes.

La entrada de Cuadrado fue decisiva

En el minuto 62, la polémica llegaba al encuentro, ya que el colegiado decidía anular un supuesto gol legal al Chievo por falta de Cesar en el remate, lo que indignó a los veroneses. Esto le dio aún más fuerza a la Juventus, que seguía llegando y llegando aunque sin demasiada suerte. Sin embargo, todo cambiaría con la entrada de Cuadrado. El colombianos desbarató el plan defensivo del Chievo con sus internadas llenas de verticalidad y velocidad desde la banda derecha. Cada balón que tocaba el cafetero se convertía en una ocasión de gol para los bianconeri. La Juventus lo intentaba de todas las maneras posibles. Desde fuera del área, desde dentro, en los saques de esquina, en lo saques de banda, en las faltas, etc. y siempre se topaba contra un muro.

Pero en el minuto 83 todo cambió. En una de las internadas de Cuadrado, un defensa del Chievo le hacía un penalti tonto. Dybala lo transformaba en gol de manera magistral y empataba el partido. Cuando parecía que el Chievo se llevaría los tres puntos de su visita a Turín, la Juventus empataba el partido. La aparición de Cuadrado se convirtió en determinante y gracias a su desparpajo la Juventus pudo salvar un punto. También hay que decir que el Chievo se hubiese ido goleado si no hubiese sido por Bizzarri.

Los de Allegri consiguen su primer punto en liga después de tres jornadas, mientras que el Chievo sigue invicto con siete puntos tras ganar dos encuentros y empatar ante la Vecchia Signora.