Zenga y Garcia buscaban la respuesta inmediata después de los pasos en falso del domingo pasado. El entrenador de la Sampdoria mandó al campo a Viviano detrás de los tres palos, una línea defensiva compuesta por Pereira y Zukanovic por las bandas con Silvestre y Moisander como defensores centrales. En medio del campo dio espacio a Soriano, Fernando y Barreto. El tridente ofensivo blucerchiato varió un poco con Correa detrás de las puntas: Eder y Muriel.

El técnico francés respondió mandando al terreno de juego a sus mejores jugadores con su acostumbrado módulo de juego, el 4-3-3: De Sanctis en el arco, Florenzi y Digne volvieron a sus respectivas bandas, Manolas acompañado por De Rossi en el medio de la zaga defensiva. El mediocampo estuvo compuesto por Pjanic, Keita y Nainggolan, y volvió el tridente de ataque titular con Falque, Dzeko y Salah.

Los ritmos fueron lentos al inicio del partido, pero fue Nainggolan quien tuvo la primera ocasión clara: disparó dentro del área rival y el balón se fue desviado por muy poco a la derecha del portero Viviano. La Sampdoria no se dormía y buscaba atacar, el peligro más evidente se vio gracias a las acciones de Muriel que no renunciaba a los tiros de media distancia. Cerca de la media hora del partido fue Miralem Pjanic quién decidió disparar desde los 25 metros y Viviano se encontró en apuros, sin embargo logró mantener su puerta imbatida. Poco después Eder reclamaba un penalti debido a una caída en el área romanista, Banti no vio nada y debido a los reclamos del jugador italo-brasileño se vio obligado a extraerle la tarjeta amarilla. En los últimos minutos del primer tiempo la Roma aceleró en busca del gol que abriera el marcador, cosa que no sucedió. La última acción peligrosa de la primera parte la firmó el bosnio Edin Dzeko que al superar dos adversarios decidió probar con un derechazo, pero el disparo se fue desviado por poco.

El segundo tiempo empezó con una mano de Moisander en su propia área, Banti no pitó el penalti para el equipo de Garcia, sin embargo, fue al minuto 50’ que Eder abrió el marcador: El jugador de la Sampdoria aprovechó un tiro libre con una barrera mal puesta por Morgan De Sanctis, disparó fuerte al ángulo inferior derecho del portero romanista que no hizo más que ver la trayectoria del balón. La Roma reaccionaba, pero las jugadas finalizaban siempre de la misma manera: Los últimos pases eran siempre dados con muy poca precisión. La Sampdoria se cerraba bien y los centrales romanistas se vieron obligados a salir hasta la mitad del campo.

Pjanic intentó responder a Eder con un tiro libre, Viviano milagroso siguió tapando lo inatajable. La Roma acechaba a la Sampdoria, pero no lograban sorprender a Viviano que hasta ese entonces había sido total protagonista. Gervinho entró por Iago Falque y se notó rápidamente peligroso por la banda izquierda. Fue en el minuto 70’ que la Roma logró romper el silencio: Salah recogió una linda asistencia de Pjanic y anotó por segunda jornada consecutiva el gol que ponía el empate respectivo, sorpresivamente Viviano no pudo responder.

La Roma no había saciado sus ansias de gol y buscaba aquél tanto que le diera la victoria. Probaban sobre todo Dzeko y Salah, pero sin suerte. Salía Muriel y entraba Cassano, pero fue Eder quién volvía al ataque después de tanto asedio romanista: Disparaba en diagonal y era Manolas quién en el intento de despejar el balón terminaba encajando en propia puerta el 2-1. Garcia sustituyó a Salah con Iturbe y a Nainggolan con Uçan buscando piernas frescas para empatar el partido en los últimos minutos. Pjanic lograba rematar de cabeza tras un tiro de esquina cobrado por Florenzi y aunque el tiro pasó cerca del travesaño el resultado no se movió más hasta el final del partido.