Inter contra Fiorentina, primero contra segundo, tras las cinco primeras jornadas de la Serie A italiana se enfrentan este domingo en San Siro en busca del liderato. Ambos equipos han empezado la temporada de forma espectacular, con cinco victorias en otros tantos partidos para los de Mancini y una única derrota (la que sufriera ante el Torino en la segunda jornada) para de los de Paulo Sousa.

El Inter busca el ‘sextete’

Cinco victorias consecutivas en el inicio liguero, esa es la tarjeta de presentación de este Inter de Mancini. Una hazaña que no conocían los neroazzurri desde 1966, hace ya 49 años. Y, aunque cuatro de estas cinco victorias han sido por un gol a cero, esta circunstancia nunca ha importado mucho a Mancini. Como titulaba La Gazzetta dello Sport hace algunos días, este Inter es un equipo “feo pero con hambre”.

Mancini, como ha hecho tradicionalmente, está construyendo este Inter ‘de atrás hacia adelante’, con una defensa férrea y una notable cantidad de trabajo en medio campo. En defensa, la baja del colombiano Jeison Murillo, habitual acompañante del brasileño Miranda, está siendo sustituida por el chileno Gary Medel, el ‘pitbull’. Y el hueco que deja éste en el medio centro, por el brasileño Felipe Melo, que llegaó a Milán al límite del cierre del mercado de fichajes.

Los acompañantes de Melo en la parcela central serán Guarín y Kondogbia, lo cual conforma un mediocampo no excesivamente dotado para la creación pero sí para imprimir a los partidos un ritmo físico casi imposible de contrarrestar. Y ahí es donde está decantado el Inter los partidos.

Y delante, donde se podía prever, tras los fichajes de última hora de Ljajic y Perisic, una estructura de dos extremos con Icardi como referencia central, Mancini está decantándose más por situar a Perisic de ‘enganche’ por detrás de Jovetic (excelente inicio de campaña el suyo) e Icardi.

Con ello, consigue el preparador italiano ‘rellenar’ en cierto modo el hueco que le deja la ausencia de un ‘trecuartista’; algo que, por cierto, tampoco le preocupa mucho. De hecho, dejó ir al único que tenía, el brasileño Hernanes, e incorporó a Felipe Melo. Toda una declaración de intenciones.

La Fiorentina quiere asaltar el liderato

Y enfrente, la nueva Fiorentina de Paulo Sousa, un equipo notablemente diferente del entrenaanado hasta el año pasado por Vincenzo Montella: un equipo mucho más construido desde atrás, con una mayor atención a la parcela táctica y que permite (y se permite) mucha menos alegrías que con l’Aeroplanino. Pero los resultados no están variando excesivamente y la Fiore está actualmente segunda, tras el invicto Inter y habiendo derrotado al Milan en el arranque liguero.

Donde el equipo de Montella se distinguía por su buen trato de balón y por ser el equipo que ‘proponía’, incorporando numerosos efectivos a posiciones de ataque, el de Paulo Sousa trata de mantener siempre su estructura, utilizando la ‘aparición de defensas y medios en posiciones de ataque’ como un permanente recurso. Ejemplo perfecto de esto es el español Marcos Alonso quien, pese a ser defensa, ha anotado ya dos goles en este arranque liguero.

Tal vez, el deseo de acercar al lateral izquierdo español a posiciones de ataque contrarias, es uno de los motivos para que Paulo Sousa esté presentando en los últimos partidos una formación con tres centrales y dos ‘carrileros’: el propio Marcos Alonso por izquierda y el polaco Kuba, por derecha.

Marcos Alonso, autor de dos goles en las cinco primeras jornadas de Liga (Foto: telegraph.co.uk)

En el mediocampo, el croata Badelj parece haber ganado la partida al español Mario Suárez, quien, pese a haber disputado dos partidos completos como titular, “tiene todavía que adaptarse al fútbol italiano”, en palabras de su propio entrenador.

Con Vecino como acompañante habitual de Badelj, Paulo Sousa adelantaría la posición de Borja Valero, dotándole de una mayor libertad para enganchar con la punta del ataque, donde vienen habitualmente desempeñándose el joven canterano Bernardeschi y el croata Nikola Kalinic.

Lo que se puede esperar del partido

Teniendo en cuenta los planteamientos de ambos conjuntos, resulta complicado pensar en un partido abierto y con alternativas. Ambos equipos se estructuran ‘de atrás hacia adelante’ concediendo pocas licencias al contrario. Con estos preliminares, uno apostaría por un empate sin goles o una victoria por la mínima de cualquiera de los contendientes.