La Fiorentina y el Inter se enfrentaban en el Giuseppe Meazza en un escenario idílico para ambos equipos, ya que los nerazzurri y los violas llegaban en la primera y en la segunda posición respectivamente. Además, el partido tenía el aliciente añadido de que el montenegrino Jovetić se volvía a encontrar con el club que le encumbró antes de marcharse al Manchester City. Sin embargo, el equipo dirigido por Roberto Mancini nunca estuvo a la altura del partido y el montenegrino no pudo jugar finalmente debido a una lesión en el calentamiento. Parece que la repentina lesión del futbolista balcánico influyó demasiado en la moral del Inter, puesto que la Fiorentina le superó en todas las fases durante todo el encuentro.

A la lesión de Jovetić se añadió el nivel que mostró Nikola Kalinić durante todo el encuentro. El delantero croata marcó un hat-trick y provocó el penalti del primer gol de los de Paulo Sousa. Kalinić parecía ser omnipresente y con la ayuda de Iličić desmanteló la defensa interista cada vez que se acercaba al área de Handanovič. De hecho, el primer tanto de la Fiorentina vendría de penalti de la mano del jugador esloveno, aunque sería al croata a quien se lo harían.

Treinta minutos de fútbol excelso

Motivado por adelantarse tan pronto en el marcador, la Fiorentina empezó a disfrutar jugando al fútbol con un juego combinativo, rápido, fluido y directo. El Inter intentó jugar para dar la vuelta al marcador, pero el equipo viola no se lo permitió. En el minuto 18, la Fiorentina doblaba su ventaja. Iličić disparaba y Handanovič rechazaba el balón, pero Kalinić corría rápidamente al despeje, se adelantaba al portero interista y ponía el segundo en el marcador. Los de Paulo Sousa estaba dominando todas las fases del juego y prueba de ello fue la llegada del 3-0, tan solo cinco minutos después. Esta vez Marcos Alonso se internaba por la banda izquierda y centraba a Kalinić, que conseguía el segundo en su cuenta particular y el tercero para su equipo.

La Fiorentina tenía un dominio insultante del balón y de las ocasiones. Con Kalinić e Iličić volviendo locos a Medel y compañía, el centro del campo tuvo un partido placentero en defensa. Con el 0-3 en el resultado, las malas noticias seguían llegando para Mancini. Miranda era expulsado por roja directa después de derribar Kalinić cuando se marchaba solo ante la meta de Handanovič. Con uno menos, el Inter bajó los brazos y la Fiorentina se contentó con la distancia de tres goles.

La Fiorentina bajó el ritmo, pero el Inter no pudo con uno menos

El recital futbolístico de la Fiorentina se quedaría en el vestuario en la segunda parte. Los de Paulo Sousa sestearon el encuentro y durmieron el partido para no tener que sufrir. Los violas bajaron el pistón y dieron alas al Inter, pero los de Mancini no podían aunque no pararon de intentarlo. De hecho, Icardi, el único del Inter que salvó, recortaba distancias tras rematar a gol su propio rebote después de cabecear al palo en una falta.

El gol parecía que espoleaba a los nerazzurri, pero no fue nada más que un espejismo. La Fiorentina, aprovechando la superioridad numérica, controló la posesión durante todo lo que restó de partido. Se limitó a mover el balón sin perderlo para no tener que pasar apuros.

Kalinić e Iličić volvieron loca a la defensa interista

Pero no todo fue un cuento de rosas para el equipo de Florencia. A falta de quince minutos para el final, Roncaglia tenía que salir sustituido. Justo nada más marcharse el defensa argentino, llegaba el cuarto de la Fiorentina. Otra vez Kalinić e Iličić ponían en jaque a la defensa del Inter. El croata dejaba solo a Iličić ante Handanovič, el esloveno esperaba la llegada de Kalinić para pasarle y el exdelantero del Dnipro marcaba su tercer gol y sentenciaba finalmente el encuentro.

El partido terminó con una clara e incontestable victoria de la Fiorentina sobre el Inter, que llegaba al encuentro habiendo ganado todos los partidos y habiendo encajado tan solo un gol. Los violas se aúpan a la primera posición con quince puntos, los mismos que los nerazzurri.