Como quería Antonio Conte, Italia ganó en Azerbaiyán y se aseguró un lugar en la Eurocopa que se jugará en Francia el próximo año. Lo hizo sin una gran demostración futbolística pero con practicidad y contundencia en ataque. Los goles los anotaron Éder, El Shaarawy y Darmian, mientras que el empate parcial para los locales lo consiguió Nazarov.

Eficiencia arriba, dudas abajo

La idea de Conte era salir a imponer el dominio desde el comienzo y así lo hicieron sus jugadores. Con predominio del juego sobre la derecha buscando aprovechar la conexión Darmian-Candreva, los azzurri trataron de presionar bien arriba en el campo y ser prácticos para generar jugadas de gol. Éder se mostró desequilibrante en los primeros minutos y una falta que le cometieron al brasileño nacionalizado italiano en el límite del área grande derivaría en la primera aproximación sobre la portería de Agayev. Azerbaiyán trataba de salir de su campo con buenas intenciones y prolijidad en los pases, pero carecía de la profundidad necesaria para poner en peligro a Buffon. Sólo algunos remates de Amirguliyev sin buen destino protagonizaron la ofensiva de los locales.

A los diez minutos de la primera mitad, Italia hizo gala de su practicidad para atacar. Verratti recibió un pase de primera lanzó un balón profundo para la corrida de Éder, que picaba habilitado aprovechando la salida tardía de Medevedev por derecha. Cara a cara con Agayev, el brasileño mostró toda su capacidad de definición y envió el balón a la red con un sutil toque de derecha para poner en ventaja a la visita.

Como a lo largo de su historia, la azzurra consiguió la ventaja y optó por replegarse en su campo, ceder la iniciativa al rival, achicar espacios y aprovechar los contrataques para sellar el partido. Una idea que parecía acertada teniendo en cuenta la poca jerarquía de Azerbaiyán en ataque, pero peligrosa por dejar de lado el dominio de las acciones. Pellé pudo resolver el juego con un fuerte remate que salió demasiado al centro y facilitó la resolución del portero local, pero Italia ya no era dueña del partido. Y en una jugada aislada lo iba a pagar.

Un pelotazo largo desde campo azerí buscó la posición del único delantero, Gurbanov. El atacante fue por el balón en disputa con Bonucci, quien rebotó el esférico increíblemente hacia el centro del campo en lugar de tirarla afuera. El despeje del defensor de la Juventus habilitó la llegada solitaria de la figura azerí, Dimitrij Nazarov. El mediocampista del Karlsruhe alemán definió de primera y colocó el balón en el palo izquierdo de un Buffon que poco podía hacer, para igual el marcador.

Con la igualdad, los de Conte volvieron a jugar más adelante en el campo y crear sitauciones de riesgo. El Shaarawy tuvo una clara con un buen remate desde afuera del área que salió apenas desviado y, minutos después, Agayev salió muy mal a buscar un centro de Candreva y en el rebote otra vez el Faraón pudo aventajar a los italianos, pero su disparo de zurda se fue por arriba de la portería local.

Cuando todo sugería que se irían al descanso empatados, volvió la practicidad italiana. Una jugada de tres toques culminó en el segundo gol visitante. Pellé luchó una bola dividida que le quedó a Éder con campo para recorrer y los dos mediocampistas externos a sus costados. El brasileño optó por la derecha y soltó la asistencia a Candreva justo cuando salía el lateral izquierdo y el mediocampista de la Lazio, ante la salida del portero, sólo tuvo que tocar al medio para la llegada libre de El Shaarawy, quien dio el pase final a la red

La ventaja definitiva

Conscientes de que no podían repetir la estrategia que habían utilizado tras el primer gol, los italianos salieron desde el comienzo del segundo tiempo a buscar la tercera anotación. Éder pudo haberlo conseguido en un mano a mano con Aguyev que resolvió con de forma inteligente enviando el balón por encima de la humanidad del portero, pero el cierre sobre la línea de meta del capitán Sadygoc evitó el gol.

La diferencia definitiva llegaría gracias a la astucia de Darmian. El lateral del Manchester United presionó en una zona llamativa del campo para lo que manda su posición. En una salida desde el fondo de los locales, persiguió a Nazarov hasta la medialuna del área local, anticipó al mediocampista azerí y no dudó: sacudió un potente remate de derecha que no tuvo resistencia de Agayev. Italia, con el tercer gol, mataba el partido.

Ahora sí los de Conte se replegaron, sabedores de que los dos goles de diferencia eran irremontables. El ingreso de Giovinco le dio algo de vitalidad al ataque italiano. El pequeño delantero se entendió muy bien con Pellé y con su velocidad complicó a los defensores locales. En una de esas corridas se iba de cara al gol y obligó a Huseynov a cometerle infracción, lo que fue penado con expulsión por el juez Collum por evitar una ocasión manifiesta de gol. El propio Giovinco se hizo cargo del tiro libre y su derechazo pegó en el travesaño y salió, para suerte de los azeríes.

Bajo la lluvia de Bakú, el árbitro escocés pitó el final y la azzurra celebró. Con el 3-1, Italia llega a la cima del Grupo H con 21 puntos y se suma a la lista de selecciones clasificadas para la Eurocopa del próximo año. Ahora, los de Conte ya pueden soñar con levantar la copa en Francia 2016.

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