Por mucho que este hecho duela, principalmente, a aficionados del AC Milan y por mucho que los duelos entre Milan y Juventus hayan adquirido una notable relevancia, mediática y futbolística, en los últimos 25 años, la rivalidad futbolística más ancestral en el ‘país de la bota’, el partido con rivales más acérrimos, el verdadero Derby d’Italia es el que disputan dos veces al año Inter de Milan y Juventus de Turín.
Después del parón por selecciones, este domingo se disputa una nueva edición de este derbi en la que, pese a apenas llevar disputadas siete jornadas ligueras, la victoria se antoja (casi) imprescindible para los dos contendientes.
El Inter necesita retomar el rumbo
Cinco victorias, un empate y una derrota en siete partidos. Tercero en la tabla a un punto del segundo (Roma) y dos del primero (Fiorentina). Si se examinan sólo estos datos, cualquiera podría hablar de un inicio de liga notable para los de Mancini. Pero lo ajustado de las cinco victorias (todas ellas por un solo gol de diferencia), el empate de la semana pasada ante la Sampdoria, tras ir por detrás en el marcador y, sobre todo, la estrepitosa derrota ante la Fiorentina por un gol a cuatro hace tres semanas, hacen que la trayectoria del Inter genere dudas. Dudas que podrían incrementarse en la afición interista caso de darse un mal partido y/o un mal resultado ante la Juventus de Turín.
Tras las bajas en las últimas semanas, ya sea por lesión o sanción, de Miranda y Murillo en el centro de la defensa, Mancini podrá disponer por fin este domingo de su pareja titular; el también fijo Santon y el brasileño Juan Jesús, quien parece estar ganando la batalla a su compatriota Alex Telles, completarán la retaguardia.
El ataque también está claro: Perisic, haciendo de ‘enganche’ con Icardi y Jovetic como delanteros. Pero las dudas, como también ocurriese en el último partido del Inter ante la Sampdoria vienen en el medio campo. Medel y Kondogbia parecen fijos mientras que la otra plaza en el centro del campo se la disputan Felipe Melo y el colombiano Guarín.
Mancini ha venido apostando por el colombiano como interior a lo largo de la temporada pero la prensa italiana sigue especulando con la opción del brasileño, lo cual haría un poco más defensivo al equipo neroazzurri.
La Vecchia Signora busca la fórmula
Es la Juventus de este inicio de temporada un equipo muy irregular; y el origen de esta irregularidad se puede encontrarlo, al margen de en la marcha de jugadores clave (Pirlo, Vidal Tévez), en las lesiones que ha venido sufriendo.
Recuperados en el medio del campo Khedira y Marchisio, una excelente noticia para Allegri, esta semana habrá de lidiar con las dudas de Pogba y Morata, ambos tocados por el ‘virus FIFA’. Apostará Allegri por un esquema 3-5-2, con la otra BBC (Barzagli-Bonucci-Chielini) cerrando atrás y el colombiano Cuadrado (sustituto de otro ausente, Lichsteiner) y el francés Evra cubriendo las bandas en defensa pero incorporándose con mucha frecuencia y presencia al ataque.
La recuperación de Marchisio y Khedira debían der servir para que la Juventus pudiese presentar, por primera vez en liga, lo que tiene pinta de ser su centro del campo titular: el italiano, ejerciando de pivote más retrasado, y el alemán y Pogba como interiores. Pero la duda de Pogba hace que no se pueda apostar con seguridad por la posición de Marchisio: si Pogba está recuperado, el centro del campo, será el citado; si no, Hernanes repetirá como pivote defensivo (alternativa ‘inventada’ por Allegri y que parece no le desagrada, pese a los groseros fallos del brasileño en sus primeros partidos en esa posición) y Khedira y Marchisio ejercerán de interiores.
Para el ataque, Dybala tiene plaza fija y Morata será su acompañante si su estado físico se lo permite; en otro caso, Simone Zaza volverá a ser de la partida.
El detalle táctico
Un detalle táctico al que los aficionados deberán de estar atentos es a cómo contrarrestará Mancini las subidas de Cuadrado y Evra. La ausencia de hombres de banda en el mediocampo juventino hará que los dos interiores, Khedira y Marchisio o Pogba tengan que estar muy atentos a estas subidas y cubrir esa parcela del campo para evitar que las subidas de los ‘carrileros’ juventinos terminen con llegadas a la línea de fondo y pases de la muerte.
La semana después
Conociendo la rivalidad y lo que se juegan ambos contendientes, será un partido de muchas precauciones. Una derrota para cualquiera de los dos podría ser muy perjudicial: para la Juventus porque quedaría muy descolgada de los puestos de cabeza y para el Inter, porque confirmaría las dudas surgidas tras los dos últimos resultados y haría subir el nivel de la crítica.
En todo caso, da la impresión de que, quien pierda, no tendrá una semana tranquila.
