El Atalanta reafirmó su buen comienzo de temporada al ganar 2-1 en su estadio a un grande de la Serie A como es la Lazio. Los de Edoardo Reja tuvieron que remontar el soberbio gol de falta de Lucas Biglia y lo hicieron íntegramente en el segundo tiempo. El equipo de Bérgamo se agarró a la magia de Alejandro Gómez, que provocó el primero y marcó el segundo que dio la victoria a su equipo.

El primer tiempo sería íntegramente para los de Stefano Pioli, que manejaron prácticamente a su antojo a los futbolistas nerazzurri. A los diecisiete minutos de empezar el partido, el equipo romano se adelantaba en el marcador. Lucas Biglia se disponía a disparar un libre directo y el centrocampista argentino ponía el balón en la escuadra, imposible para Sportiello, que ni se tiró para intentar detener el disparo del mercedino.

El soberbio gol de Biglia, lo único destacable de la primera parte

El primer tiempo no dio mucho más de sí. Solamente Alessandro Matri fue el único que creaba cierto peligro por la portería defendida por Sportiello, aunque no el suficiente como para poner en apuros a la defensa bergamasca. Por el otro lado, el Atalanta parecía superado por las circunstancias y al final de la primera parte cualquiera hubiese vaticinado la victoria fácil del Lazio.

No obstante, el segundo tiempo cambió por completo. Los de Bérgamo se vinieron arriba y se pusieron el trabajo para dar la vuelta al marcador a una Lazio que se desmoronó demasiado pronto. En el minuto ocho de la segunda parte, los de Edoardo Reja ya avisaron y Maxi Moralez pudo empatar el partido para el Atalanta, pero la estirada de Marchetti evitaba el gol del mágico jugador argentino. En el 56' Edoardo Reja dio entrada a Marco D'Alessandro en sustitución de Dramé, que luego sería clave en la victoria, y puso toda la carne en el asador para remontar el majestuoso gol de Biglia.

La explosión de Alejandro Gómez

Por lo que se había visto en el primer tiempo, nadie hubiese apostado por una victoria del Atalanta. Pero eso justo fue lo que pasó. Mauricio Pinilla ya avisaba en el minuto 66 con un cabezazo que se marchaba rozando el poste y tan solo tres minutos después llegaba el gol del empate. A pesar de que el equipo bergamasco se lo estaba mereciendo, la forma en que llegó el tanto fue incluso más dolorosa que el propio empate. La figura de Alejandro Gómez emergió y tras una buena jugada en el lateral del área, el bonaerense centraba raso al área de pequeña y la pelota rebotaba en el pie de Basta con la mala fortuna de que el balón sobrepasaba la línea de gol.

La manera en que el Atalanta anotó el gol del empate hundió a los de Stefano Pioli. A pesar de que los romanos se vinieron abajo y el Atalanta se hizo con el control del partido, los bergamascos no crearon demasiado peligro. A falta de diez minutos Pioli arriesgó y puso a Klose en el campo por Onazi y la jugada le salió mal. Tan solo seis minutos después de la entrada en el campo del delantero alemán, Marco D'Alessandro pasaba al área a Alejandro Gómez, que ante la salida de Marchetti, disparaba cruzado a la escuadra, haciendo sacudir la red llena de agua por la lluvia imperante.

El Atalanta, séptimo, la revelación de la Serie A

Los minutos finales del partido no sirvieron para nada más que para confirmar el triunfo del Atalanta. Los de Edoardo Reja, con esta victoria, confirman su buen momento de forma, se mantienen invictos en casa y se encaraman a la séptima posición en la clasificación. Por su parte, el Lazio se queda sexto y fuera de los puestos europeos debido a la victoria del Sassuolo sobre la Juventus y con 18 puntos.