El Nápoles ya estaba clasificado para los dieciseisavos como primero pasara lo que pasara en el encuentro de hoy y en el siguiente. Sin embargo, los jugadores menos habituales en los esquemas de Maurizio Sarri querían reivindicarse, el conjunto italiano ha terminado ganando el partido y ya suma 15 de 15. Quizá el empate habría sido lo más justo, pero la calidad individual que echa de menos el Brujas y sí atesora el equipo azzurri, ha marcado la diferencia.

El fútbol a puerta cerrada se vuelve extraño

En partidos como éste, se nota la diferencia entre jugar a puerta cerrada o hacerlo con algo de público, por poco animoso que sea el hincha local. Está bien por el hecho de poder oír las indicaciones de técnicos y jugadores, pero el Estadio Jan Breydel daba una sensación profunda de tristeza y melancolía.

Las indicaciones de Sarri y Preud'homme llenaban el frío ambiente belga. Aun así, los aficionados que no pudieron acudir tampoco se perdieron un partido demasiado atractivo.

El Brujas, demasiado apático

Pese a que era el Brujas quien tenía que dar un golpe sobre la mesa (el Nápoles arrancaba el partido ya como líder de grupo pasara lo que pasara), la apatía de sus jugadores se reflejó en su fútbol desde el inicio del partido. Era el equipo napolitano el que se había hecho con las riendas del juego, y a punto estuvo de inaugurar el marcador con un buen disparo de David López que se estrelló en el poste de la portería de Bruzzese.

Pese a los cambios introducidos por Sarri, el Nápoles era amo y señor del control del partido. Sin embargo, hasta casi el final de la primera parte no íbamos a ver demasiadas ocasiones claras. Valdifiori pudo marcar en el '39, y justo después marcó Vlad Chiricheş tras una jugada mal defendida por el conjunto belga en un saque de esquina. El central internacional rumano celebró, de esta manera, su primer gol con el Nápoles desde que llegara a la entidad de De Laurentiis este verano.

Pudieron caer más

En la segunda parte, Preud'homme incidió a sus jugadores con la idea de tratar de lograr el empate como fuese. Esto iba a beneficiar al Nápoles, ya que los espacios se iban a agrandar en el terreno de juego, y esto, para Hamsik, Callejón y compañía, era una gran noticia.

Aun así, tampoco se convirtió el partido en un choque de idas y venidas. El propio José Callejón tuvo la ocasión más clara pero Bruzzese se mostró muy seguro para evitar el tanto del jugador de Motril. Los italianos tampoco se volvieron locos a la hora de volverse demasiado ofensivos. El propio técnico, Sarri, así lo advertía desde la banda.

Arreón final belga

El equipo local pareció dejar sus esfuerzos para el final. En los últimos minutos, con más casta que ocasiones claras, el Brujas trató de crear algo de peligro a Gabriel, pero no pudo ser así.

El equipo napolitano supo aguantar la victoria. Los cambios introducidos en la segunda mitad (Hysaj, Allan y Ghoulam) ayudaron a ello y lograron mantener el botín de los tres puntos, por lo que de esta manera el Nápoles sigue siendo el único equipo con pleno de victorias en la Europa League. En Champions solo lo ha hecho el Zenit. Ambos conjuntos ya llevan 15 de 15, y sueñan con entrar en la siguiente fase con ese mítico y soñado 18 de 18.

El Brujas, por su parte, aún mantiene la esperanza de clasificarse, pero para ello deberá vencer al Midtjylland danés en su propio estadio. Victoria o nada para los chicos de Preud'homme.

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