Se acabó el sueño del Palermo de llegar lejos en la Coppa. Ahora en el vestuario palermitano empezará a resonar la consigna de que así el equipo se centra en enderezar el rumbo en la liga, pero las cosas no son así. La afición no se merece esto, y menos ante un conjunto de tercera categoría como el Alessandria. Adiós a la ilusión de la Coppa y adiós a la confianza que se había depositado en Davide Ballardini. Dos derrotas ante equipos de diferente calibre, como Juventus y Alessandria, hacen saltar todas las alarmas.

Muchos cambios en el once

Davide Ballardini introdujo hasta nueve cambios con respecto al once que perdió por tres tantos a cero ante la Juventus. Únicamente repetían Hiljemark y Franco Vázquez. El resto de la alineación estaba formada por los menos habituales. Jugadores como Colombi, Andelkovic, El Kaoutari, Maresca o Trajkovski, sin apenas minutos en la Serie A, saltaron de inicio al Renzo Barbera. Quizá aquí esté el quiz de la cuestión que explica esta derrota.

El Alessandria, por su parte, salió con seis jugadores que repetían alineación tras la victoria del pasado sábado ante el Giana Erminio (1-0). Esto se notó a la hora de enfrentarse a un equipo palermitano que notó en demasía las ausencias de Sorrentino, Gilardino, Jajalo, Lazaar, Giancarlo o Struna.

Un inicio propio de un equipo de Lega Pro

Con todo el respeto para el Alessandria, el inicio del Palermo fue más propio de la Lega Pro que de un equipo de Serie A que aspira, o debería aspirar, a la mitad superior de la tabla.

Los primeros minutos fueron más propios de una actuación circense que de un equipo como el Palermo. En el minuto 3, un balón colgado por el Alessandria rebotó en la mano de Rispoli, lo que provocó el tanto de penalti de Loviso en el minuto 4 de partido.

La cosa se iba a poner todavía peor para el equipo teóricamente favorito cuando se sobrepasaban los 20 minutos de partido. El 'Mudo' Vázquez vio la roja directa por propinar un codazo a un jugador rival sin balón de por medio. Una acción lamentable que iba a dejar a su equipo con diez hombres y con una gesta por realizar aún mayor. La cosa se complicó un minuto después, cuando Marconi marcaba de vaselina el 0-2.

La ilusión volvió al Renzo Barbera

La gente tardó en creer en la remontada, pero esta ilusión llegó tras el descanso. Tras llegar al entretiempo con el 0-2, la cara de incredulidad del técnico visitante cambió cuando un despeje del portero Colombi se convirtió en el 1-2 tras una segunda jugada que apareció a los pies de Trajkovski, que no perdonó.

El macedonio aprovechó la oportunidad que le brindó Davide Ballardini tras su gran actuación en el parón internacional (triplete con Macedonia) y recortó distancias a los 55 minutos. Las tornas parecían haber cambiado, parecía el argumento ideal para escribir una página dorada en la historia rosanera. Sin embargo, no era el día.

Sentencia final y caso resuelto

Con 25 minutos por delante, el Palermo buscó el gol del empate que forzase la hipotética prórroga. Pero no fue así. Ni siquiera los cambios introducidos pudieron servir para anotar ese ansiado gol. Ballardini puso en liza a Gilardino, Morganella y Pezzella, pero el premio se lo encontró, una vez más, el Alessandria.

La pasividad defensiva concedió el tercer tanto visitante, que fue un gran gol en el minuto 82 de Nicco, que quitó las telarañas de la portería al tiempo que desterraba las opciones palermitanas de colarse en octavos.

Gilardino salva el honor

El de siempre, para hacer lo que hace siempre. Alberto Gilardino cazó un balón en el área pequeña tras una falta botada por Trajkovski, y puso el 2-3 en el minuto 85. El italiano cogió el balón para sacar rápido y los tifosi animaron para tratar de lograr el tercer tanto como fuera.

Ya era tarde, sin embargo, y el Alessandria aguantó la embestida final del Palermo, que lo había dejado todo para última hora. Se acaba aquí la aventura palermitana en la Coppa 2015/16, mientras que sigue en curso la del sorprendente Alessandria, que se medirá ahora al Genoa.

Todos los focos en Zamparini

Ballardini, desde que fue elegido como sustituto de Iachini por el 'loco' Zamparini no ha ganado aún ni un solo partido. Son ya tres los partidos que ha dirigido el técnico de Ravenna, pero ninguno ha acabado en victoria. El presidente ya ha demostrado que no le tiembla el pulso destituyendo entrenadores (28 en 13 años), aunque esta vez los focos no parecen apuntar únicamente al míster.

De hecho, el presidente se ha mostrado molesto tras la actuación de sus jugadores esta tarde. Según él, "han despreciado la camiseta", por lo que tomarán "medidas".