El partido comenzó con dominio de balón de la Juventus que estaba jugando con un 3-4-3 con Sturaro junto a Dybala y Mandzukic en ataque sin balón, ante una Lazio que estaba realizando una gran presión por el centro. A pesar de ello, el equipo romano no estaba teniendo fluidez con la pelota cuando pisaba campo contrario. El 0-1 llegó después de un disparo de Dybala, que recibió la pelota tras un centro de Alex Sandro, que el central Gentiletti remató accidentalmente en su propia portería. Después del gol, el equipo de Pioli empezó a tener más control del balón en el centro del campo, aunque no conseguía superar el segundo tercio de campo con el cuero, pues el equipo de Allegri había tejido una buena tela de araña en campo propio con las líneas de presión.

A imponerse en un campo difícil

Después del primer tramo de juego, el ritmo de intensidad bajó de la misma manera que bajó la presión de los locales que empezaron a someterse al yugo del cuadro turinés que tocaba con una circulación de balón muy lenta. Con el paso de los minutos, el partido se fue embarullando, y el ritmo de juego se entrecortó por las faltas, que le estaban concediendo ocasiones al cuadro laziale que daba cierta sensación de peligro cuando centraba el balón al área. Tras el tramo de faltas, el cuadro visitante recuperó el control del partido con la pelota. El 0-2 llegó por medio de Dybala que no había aparecido en el partido, tras un disparo precedido por un control de pantorrilla desde fuera del área con un fallo de Marchetti incluido.

Después del segundo tanto, el ritmo de intensidad volvió a subir en el partido, y el cuadro de la capital que estaba cerrando con tres defensas cuando tenía la pelota, tuvo más balón, aunque no tenía una salida de balón clara, ante una Juventus muy cómoda sobre el campo que seguía jugando con un 3-4-3 aunque en ese momento era Asamoah que ha jugado de interior, el que se estaba colocando en paralelo con Dybala para presionar al rival en la salida de balón. En los últimos instantes de la primera parte, el ritmo de intensidad decayó otra vez, y el equipo bianconero volvió a sedar al cuadro celeste con el balón.

A combatir la solidez del campeón

La segunda parte comenzó con dominio del cuadro celeste que introdujo a Keita Balde en el campo, y que estaba dominando la pelota combinando en campo contrario después de que recuperara los balones en el centro del campo donde Basta, Mauricio y Gentiletti estaban formando una buena línea de presión en los primeros minutos, en los que el cuadro turinés se mantenía replegado en su campo aunque no conseguía mantener la pelota controlada mucho tiempo.

Después del primer tramo de juego, el equipo romano seguía dominando la pelota, aunque la Juventus se empezó a encontrar más cómodo sobre el campo y empezó a tener más balón y a salir a la contra con un Dybala muy activo que estaba encauzando las jugadas por la banda derecha por la que participaba con frecuencia. Viendo que no conseguían crear peligro con Klose como “9”, los centrocampistas del conjunto laziale empezaron a mandar balones largos a algunos centrocampistas que estaban acompañando a Klose en la presión, y que se estaban desmarcando en diagonal hacia el centro. De esta manera, los locales tuvieron alguna ocasión con disparos de media distancia.

En el último tramo del partido, el conjunto de Stefano Pioli que pasó a jugar con un 4-3-3, mantuvo el mando del partido aunque empezó a notar el cansancio y el resultado adverso, frente a un rival que en ese momento pasó a jugar con 5-3-2 con Lichtsteiner y Alex Sandro más retrasados, y que estaba saliendo a la contra de vez en cuando creando cierto peligro. Con el paso de los minutos, el ritmo de intensidad se fue desplomando, y el equipo local perdió la continuidad, mientras que el Juventus estaba esperando el pitido final con unas posesiones largas.

Gran victoria del Juventus que sigue escalando puestos, en campo de un Lazio muy apático.

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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.