La Fiorentina de Paulo Sousa no quiso especular con el partido ante el Udinese y venció con rotundidad al equipo blanquinegro mostrando el nivel que parecía haber pedido las dos últimas semanas. Los violas salieron a ganar desde el principio y no dieron tregua a los de Stefano Colantuono en los noventa minutos de partido. Los goles de Kalinić, Iličić y Gonzalo Rodríguez confirmaron el dominio del conjunto viola ante un Udinese que se vio superado en todas las facetas.

Paulo Sousa esta vez no decidió rotar

La Fiorentina llegaba al partido con la duda de si Paulo Sousa volvería a rotar por el fundamental partido de Europa League que tienen los violas frente al Os Belenenses o si no se arriesgaría y saldría con su equipo de gala. El entrenador portugués finalmente sacó a su once titular con Valero, Kalinić y compañía y no dio entrada a jugadores menos habituales.

Los violas comenzaron el partido como un tiro. Una gran cabalgada por la banda derecha de Bernardeschi terminaba con un gran centro del internacional sub-21 azzurro que Kalinić no conseguía rematar bien. A la gran galopada del talentoso futbolista de Carrara le siguió otra buena jugada de Marcos Alonso por la banda izquierda, pero el disparo del español se marchaba fuera por muy poco.

La suerte se alió con Kalinić y la Fiorentina

Después de quince minutos de monólogo de los de Paulo Sousa, el Udinese se desperezó y Agyemang-Badu a punto estuvo de adelantar a los friulani en el marcador. Sin embargo, la Fiorentina siguió demostrando por qué este curso está luchando por el liderato y dominando el control del juego. En el minuto 26 la defensa del Udinese despejaba el balón y le caía a Badelj, que tiraba desde fuera del área. El tiro del centrocampista croata parecía manso para Karnezis, pero Kalinić se interponía en la trayectoria y desviaba la pelota haciendo imposible la estirada del guardameta griego.

La defensa sigue siendo el talón de Aquiles de los violas

A pesar del buen juego en ataque, los violas siguieron dando muestras de fragilidad defensiva. Tan solo cuatro minutos después del gol del delantero croata, Widmer remataba al palo una falta botada por Lodi y ponía en serios apuros a la defensa del equipo toscano. La debilidad de la zaga de la Fiorentina no influyó para nada en su ataque, ya que los de Paulo Sousa continuaron atacando sin descanso la meta defendida por Karnezis. A falta de cinco minutos para el final del primer tiempo, Kalinić fallaba prácticamente a puerta vacía un buen centro de Marcos Alonso y no podía hacer que su equipo doblase su ventaja antes del descanso.

Iličić sentencia el partido desde los once metros

El nivel del Udinese decayó en la segunda parte y la Fiorentina mantuvo su buen juego. A pesar de que los primeros minutos del segundo tiempo dejaron algo que desear por parte de los dos conjuntos, a partir del minuto 60 el partido se puso mucho más interesante. En el minuto 62 Agyemang-Badu cometía un penalti sobre Kalinić que Iličić se encargaba de transformar en gol para poner el 2-0 en el electrónico.

Stefano Colantuono había dado entrada al veterano Antonio Di Natale para intentar dar la vuelta al partido, pero el futbolista italiano no pudo ayudar demasiado a su equipo. El delantero napolitano pudo recortar diferencias, pero mandaba el balón demasiado alto después de haberse quedado solo ante Tătărușanu. Por su parte, Paulo Sousa decidió cambiar a Iličić para dar entrada a Pasqual y modificó el sistema táctico, pasando a jugar con una defensa de cuatro.

Gonzalo Rodríguez confirma la superioridad viola

En los minutos finales, la Fiorentina se limitó a mantener la posesión y redució el ritmo de juego. No obstante, en el minuto 86 Federico Bernardeschi lanzaba un saque de esquina de manera magistral para que Gonzalo Rodríguez cabecease el balón a gol y pusiese el definitivo 3-0 que confirmaba el rotundo triunfo de los violas.

Con estos tres puntos la Fiorentina recupera la segunda posición gracias a la inesperada derrota del Nápoles por tres goles a dos en su visita al campo del Bologna. Asimismo, esta victoria significa la séptima jornada sin perder de los violas en Serie A. Por su parte, esta derrota frena la buena racha que habían cogido los de Stefano Colantuono, que llegaban al Artemio Franchi después de tres victorias consecutivas.