Además de los rivales en la UEFA Champions League, otra de las grandes preocupaciones de los de Allegri, eran las bajas, con relación a la temporada pasada, de Pirlo, Vidal y Tévez, futbolistas de sobrada experiencia y que suelen resultar fundamentales para este tipo de competiciones, especialmente, cuando las cosas se ponen ‘feas’.

Para esta temporada, la Juventus ha perdido a Pirlo, Vidal y Tévez

Pero la Juventus se sobrepuso a ello y también, por qué no decirlo, a su irregular comienzo en Serie A. Con la vuelta de Marchisio y la recuperación de la seguridad defensiva (basada en ‘su BBC’, Barzagli, Bonucci y Chiellini), las cosas ahora ruedan bastante mejor para los de Allegri en el campeonato doméstico pero, en los meses de septiembre y octubre, la Juventus tenía dos caras totalmente opuestas: la gris e irregular, para la Serie A; la brillante, para la Champions.

El primer envite era el partido, a priori, más complicado del grupo: rendir visita al Manchester City en el Etihad Stadium. Pero la Juventus lo sacó con nota en lo que al resultado se refiere, que es de lo que se trata al fin y al cabo. Consciente del potencial ofensivo de los de Pellegrini, el conjunto bianconero salió al campo con más precauciones defensivas de las habituales: línea de cinco atrás, Hernanes (Marchisio seguía lesionado), Pogba y Sturaro en el medio, Cuadrado como mediapunta y únicamente el argentino Dybala como delantero. Dominado por los citizens durante casi tres cuartos del choque, únicamente el gran Buffon evitó que el partido quedase sentenciado en ese tramo de partido, en el que el City únicamente pudo lograr un gol (Chiellini, en propia meta). La mayor experiencia de la Juventus en esta clase de envites (esa de la que sigue adoleciendo el City) unida al cambio de delanteros (Morata y Mandzukic entraron en el segundo tiempo y anotaron un gol cada uno), dieron a la Juventus una victoria que se presumía muy importante para empezar a poner las bases de su clasificación.

Buffon y Bonucci festejando la victoria en el Etihad Stadium (Foto: skysports.com)

En el otro partido del grupo, el Sevilla derrotaba por tres goles a cero a un Mönchengladbach que trasladaba a Europa la crisis galopante que mostraba en Bundesliga y que culminó con la dimisión de Lucien Favre, gran artífice de haber llevado al equipo a la máxima competición continental, pocos días después de este encuentro.

Lucien Favre fue destituido en el 'Gladbach tras la derrota ante el Sevilla

Con la moral en su punto máximo tras la importante victoria en Inglaterra, la Juventus recibió al Sevilla en la segunda jornada del grupo. Y el encuentro fue mucho más sencillo de lo que cabía prever en un principio. El Sevilla apenas inquietó la meta de Buffon, y un gol de Morata y otro de Zaza, en los minutos finales de cada tiempo, fueron suficientes para que la Juventus se hiciese con su segunda victoria en dos partidos. Cabe destacar que, en este partido, el español Álvaro Morata igualaría un record del mítico Alessandro del Piero que databa de 1995: ser el único jugador de la Juventus en marcar en cinco partidos de Champions consecutivos (los dos de semifinales frente al Real Madrid y la final frente al Barcelona el pasado año y los encuentros frente a Manchester City y Sevilla en esta edición).

El City, por su parte, se resarcía de la derrota en la primera jornada derrotando a domicilio a un Mönchengladbach que, ya con nuevo preparador (André Schubert), no pondría las cosas fáciles a los de Pellegrini, que hubieron de remontar el gol inicial de Stindl.

Con dos victorias en dos partidos y como líder de grupo, afrontaba la Juventus el doble enfrentamiento ante el Borussia alemán en las jornadas tercera y cuarta del grupo; su aliciente: consiguiendo cuatro o seis puntos, tendría en la mano la clasificación para octavos como primero de grupo. Pero se toparían los italianos con la notable mejoría de los alemanes de la mano de su nuevo preparador y apenas podrían cosechar dos empates, a cero en Italia y a un tanto en Alemania.

La Juventus, en sus dos partidos, no ha podido pasar del empate ante el Borussia Monchengadbach

En el partido de ida, disputado en el Juventus Stadium, planteó Allegri un esquema mucho más ofensivo que el presentado, por ejemplo, ante el City en la jornada inaugural: cuatro defensas y Cuadrado, Manzukic y Morata, como tridente de ataque. Sin embargo, se topó de forma recurrente con el muro planteado por los alemanes delante de su meta, Yan Sommer. Baste un dato como ejemplo: la Juventus disparó, solo en la primera parte, hasta once veces a la portería alemana, sin ser capaz de mover el marcador. Ni siquiera el cambio de delanteros, con la entrada en el segundo tiempo de Zaza y Morata (que rompía así su racha) sirvió para derribar el muro alemán y la Juventus hubo de conformarse con un solo punto.

La devolución de visita en Alemania tuvo un guión muy diferente pero el mismo resultado de tablas en el marcador. Comenzó mandando el Borussia, como mandan los cánones de equipo local; y logró adelantarse en el marcador mediante un gol de estadounidense Fabian Johnson. Sin embargo, la Juventus fue cogiendo poco a poco el mando del partido e igualaría el mismo al filo del descanso, con un gol de Marchisio. La segunda parte parecía seguir por los mismos derroteros, pero la absurda expulsión del brasileño Hernanes en el minuto 57 cambió completamente el panorama. La Juventus se echó atrás y el Borussia comenzó a apretar en busca de un gol que, visto el desempeño del Sevilla, les encaminase a la tercera plaza del grupo que da acceso a la UEFA Europa League. Pero se encontró, una vez más, con el eterno Buffon, que se encargó de sofocar cualquier intento de rebelión por parte alemana.

Pese a su edad, Buffon ha sido nuevamente una de las piexas clave de la Juventus en esta Champions (Foto: ibitimes.com)

​​El doble enfrentamiento de Manchester City y Sevilla en estas jornadas tercera y cuarta se saldaría con dos victorias de los ingleses (dos a uno en Manchester y uno a tres en Sevilla), lo cual dejaba a los ingleses, con nueve puntos, ya clasificados y a la Juventus, con ocho, con la clasificación muy encaminada.

A falta de dos jornadas, la Juventus tenía un punto menos que el líderm el Manchester City

Y precisamente a italianos e ingleses les correspondía enfrentarse en la quinta jornada en el Juventus Stadium. Salió la Juventus decidida a por el partido, consciente de que una victoria le aseguraba el pase a Champions y ventaja frente al City en caso de empate final a puntos. Y logró adelantarse a las 18 minutos, con gol del croata Mario Mandzukic. A partir de ahí, aquello que tan bien saben hacer los italianos: nadar y guardar la ropa. Esto, unido a que a los citizens, por muchas estrellas que tengan, les falta experiencia e instinto asesino para esta competición (a la vista están los resultados de los últimos años con una de las plantillas más potentes de Europa), hizo que el marcador no se moviese hasta el pitido final. Como consecuencia, la Juventus llegaba a la última jornada con dos puntos de ventaja (y el goal-average) sobre el City.

Mandzukic y Morata celebran el gol del croata (Foto: sportsmole.co.uk)

Esta victoria de la Juventus dejaba al Sevilla sin opción alguna de clasificación pero es que, además, los andaluces perdían su cuarto partido consecutivo (de un total de cinco disputados) en Alemania ante el Borussia.

Aunque ya estaba decidido quien pasaría a octavos, la última jornada se presentaba apasionante: Juventus (11 puntos) y Manchester City (9), luchando por la primera plaza; Borussia Monchengladbach (5) y Sevilla (3), peleando por obtener plaza en la UEFA Europa League y no quedar así fuera de competición europea en diciembre. Los enfrentamientos de esa última jornada: Sevilla – Juventus y Manchester City – Borussia.

Juventus y Manchester City se jugaban la primera plaza del grupo en la última jornada

Decía Allegri en la previa que “la Juventus debía salir así a ganar para así ser primero y evitar un posible cruce en octavos con Barcelona, Real Madrid o Bayern Munich”. Sin embargo, no lograron este segundo objetivo. Se encontró con un Sevilla muy motivado que, fuera de la Champions, se marcó inmediatamente un nuevo objetivo europeo para esta campaña: Basilea y la final de la UEFA Europa League, de la que es vigente bicampeón. Y un gol de Llorente (no hay peor cuña que la de la misma madera) mediado el segundo tiempo, unido a la victoria del City dejó a los de Allegri segundo del grupo y, por tanto, con muchas opciones de encontrarse un ‘hueso’ en octavos. Tampoco se puede perder de vista el hecho de que, en una de las noches de Champions más apasionantes que uno recuerda (la resolución de este grupo y del grupo B donde Wolfsburgo y PSV dejaron fuera al United, pasarán a los anales de la historia), la Juventus estuvo, pese a la derrota, a diez minutos de clasificarse primera: en el minuto 80 de encuentro, el Borussia ganaba por 1 a 2 en el Etihad Stadium y solo el ‘arreón’ final de los de Pellegrini dio la vuelta al marcador.

En resumen, un grupo donde se clasificaron los dos favoritos y en el que la Juventus ganó gran parte de su clasificación en los dos encuentros frente al rival más fuerte, el City, y perdió la primera plaza en sus enfrentamientos ante los rivales menos potentes, Borussia y Sevilla.