Nápoles y Roma se enfrentarán en uno de los grandes partidos de la jornada y de la temporada en el campeonato italiano. 

El equipo napolitano viene de lograr el pleno de victorias en la fase de grupos de la Europa League tras derrotar 5-2 al Legia de Varsovia, mientras que la loba viene de cerificar el pase a octavos de final de la Champions League tras empatar a cero en casa ante el Bate Borisov.

Un gran inicio

Tercero llega el Nápoles al partido después de haber caído el domingo pasado en Bolonia por 3-2, y de haber sido adelantado por la Fiorentina en la clasificación. Teniendo a su rival de mañana soplandole la nuca, el equipo partenopeo necesita la victoria para recuperar las buenas sensaciones, que Sarri le ha transmitido al equipo con un cambio de sistema de 4-2-3-1 a 4-3-3 escorando más a Hamsik en el interior izquierdo, y con una evolución en el estilo de juego, pues ha pasado de un estilo de contrataque en el que el equipo no era capaz de dominar a un rival con Benitez en el banquillo, a dominar la pelota, y a mantener el contraataque como un arma secundaria.

Además, ese cambio, tiene el respaldo más importante: los resultados, nueve victorias, cuatro empates y dos derrotas avalan el buen hacer del ex entrenador del Empoli en el banquillo del cuadro celeste.

En los últimos cinco partidos en liga, el equipo que mañana será local ha obtenido tres victorias, un empate y una derrota. Se ha impuesto al Inter de Milan (2-1) en casa, ha derrotado al colista, el Hellas Verona fuera de casa (0-2), y hace un mes derrotó al Udinese en casa por 1-0 y empató con el Genoa a principios de noviembre, y ha caído en Bolonia el domingo pasado.

4-3-3 con Hamsik como faro

En cuanto al aspecto táctico, el equipo de Sarri se ha mantenido con el 4-3-3. En el Luigi Ferraris, el conjunto napolitano jugó con la misma formación, y con Mertens y Callejón acompañando a Higuaín en ataque. Ante el Udinese, repitió la alineación, aunque cambió a Insigne por Mertens, y Hamsik tuvo algún tramo en ese encuentro en el que volvió a la mediapunta.

En Verona, Chiriches fue la única novedad, Callejón, Insigne e Higuaín repitieron en ataque. Ante el Inter, Koulibaly volvió al centro de la defensa, y en Bolonia el único cambió tactico, fue el de Hamsik que jugó en algún tramo en la banda izquierda.

Una mala dinámica en los últimos partidos

En la otra cara de la moneda tenemos a un equipo que ha certificado el pase para los octavos de final  de la Liga de Campeones, pero que en Serie A no está terminando rendir en los últimos partidos, en los que está teniendo problemas para marcar goles, y ciertas carencias futbolísticas. Está cuarto en la clasificación y necesita la victoria para mantener las distancias con el campeón italiano que ha despertado tras un lamentable inicio, y que ha vuelto a la pelea por el Scudetto, además para recuperar la confianza y empezar a ser regular. No lo va a tener nada fácil, pues se va a enfrentar a uno de los equipos más en forma de Europa.

El equipo de la capital italiana llega en una muy mala dinámica, pues en los últimos cinco partidos, solo se ha alzado con la victoria en una ocasión, en el derby ante la Lazio, ha empatado en tres ocasiones y ha caído ante el Atalanta en el Olimpico de Roma.

4-3-3 con cambios en ataque

En lo táctico, el equipo de Rudi Garcia se ha mantenido con el 4-3-3, aunque esa formación no ha estado exenta de cambios, tanto tácticos, como de jugadores. Hace cinco partidos ante el Inter, el equipo romano jugó con la formación tradicional, aunque formó con Florenzi de interior derecho. En el derby romano, el equipo cambió el 4-3-3 por un 4-2-3-1, con Gervinho, Salah y Falqué por detrás de Dzeko. Ante el Bolonia, volvió al 4-3-3, aunque jugó con Keita de mediocentro, y con Florenzi e Iturbe acompañando a Edin Dzeko en ataque. Ante el Atalanta en casa jugó con Iturbe y Falqué en ataque junto a Dzeko, y en Turín, jugó Gervinho en lugar de Iturbe.

Posibles alineaciones