El partido comenzó con dominio de balón del Genoa que estaba teniendo la pelota en campo contrario, ante una Roma descolocada que no terminaba de llegar al partido. Después de unos minutos, el equipo de Rudi Garcia despertó y empezó a tener más balón durante más tiempo, aunque el cuadro visitante no dejó salir a la contra en ningún momento, con circulaciones de balón bastante más rápidas y fluidas que las del equipo local que se atascaba en el último tercio de campo, a pesar de que Pjanic estaba entrando mucho en juego y estaba tratando de desatascar al centro del campo.

A recuperar el control tras un inicio titubeante

Después del primer tramo de juego, el partido tuvo un ritmo muy bajo de intensidad, mientras que la Roma estaba controlando el partido y estaba sacando la pelota jugada desde atrás con la diligencia de los mediocentros, que le estaban dando pausa al equipo ante la tímida presión del cuadro visitante, que ya no salía al ataque con la misma facilidad de los primeros minutos, cuando era el conjunto de la capital italiana el que llegaba más por las bandas. A pesar de que habían espacios en la defensa rival que se estaba replegando con un 4-1-4-1. 

En el último tramo de la primera parte, el nivel de intensidad fue aún más bajo, y el Genoa tuvo más tramos de posesiones largas, pues la loba había bajado el ritmo de juego, y había renunciado al balón en algún momento. Nainggolan estaba jugando de único mediocentro, y Pjanic y De Rossi estaban formando como interiores, pero a pesar de ello no estaban terminando de coger el mando del partido. El 1-0 llegó después de que Florenzi fusilara a Perrin, aprovechando un rechace de Ezequiel Muñoz a un centro de Digne. Después del gol, el ritmo de intensidad bajó mucho, y el equipo romano dominó la pelota ante un rival que le estaba presionando en la salida de balón.

Dominio local sin continuidad

El segundo tiempo comenzó con un buen ritmo de intensidad, y con un cierto dominio de la Roma que estaba dando sensación de peligro cuando Gervinho o Salah arrancaban en velocidad, mientras que el Genoa se mantenía replegado en su campo, y trataba de salir a la contra recuperando la pelota en alguna de las fases de presión de sus delanteros. El equipo local seguía dominando la pelota en campo propio, pero en esta fase del partido, estaba teniendo problemas para llegar a campo rival con la pelota controlada, y estaba realizando unas circulaciones de balón muy lentas en campo propio.

Después del primer tramo de juego, la Roma siguió dominando con un ritmo de intensidad mucho más bajo, ante un cuadro de Gasperini, que no salía con tanta frecuencia al contraataque, ni con tantos efectivos. El cuadro local, que estaba formando con un 4-2-3-1 con Nainggolan de enganche, estaba falto de continuidad en sus ataques, pues pasaba mucho tiempo, entre una jugada de ataque y otra. El equipo local trató de atacar por las bandas centrando balones al área, pero se estaba chocando con una defensa bastante sólida.

En el último tramo de juego, el cuadro de la capital siguió manejando el partido, aunque en ese momento, solo tenía el balón en campo propio, pues a raíz de la expulsión de Dzeko, el Genoa empezó a dominar el partido y a rondar la portería de la Roma que se estaba replegando con un 4-4-1 con Gervinho de único punta. El conjunto genovés, seguía dominando, pero no estaba teniendo profundidad con la pelota, y estaba fallando en el último pase. El 2-0 de la Roma llegó por medio de Umar que marcó con un remate de cabeza desde dentro del área. Después del gol, el Genoa siguió dominando la pelota y buscando el gol de la victoria, pero el cuadro romano se defendió bien y consiguió dejar la portería a 0.