Todo empezó la noche de reyes, el día 5 de enero, cuando la Juventus recibía al Inter de Mancini que llegaba en un buen momento de forma, en casa. Ese día, la Juve se vió sorprendida después del primer cuarto de hora, por la agresividad que mostró el conjunto neroazzurro que le jugó de tú a tú al cuadro turinés bajo un ambiente impresionante y una intensidad brutal, y que con un gran espíritu competitivo consiguió sacar un empate del estadio del campeón donde venció en diciembre de 2011, en su primer partido en el coliseo bianconero, aunque en la noche de reyes, el cuadro milanés se quedó a las puertas de ganar el clásico del fútbol italiano, pues en la segunda parte tuvo una oportunidad clarísima a falta de diez minutos cuando Icardi y Osvaldo se plantaron sólos delante de Buffon y el primero optó por finalizar la jugada individualmente errando en la definición, lo que ocasionó una gran pelea entre los dos atacantes argentinos.

Un tramo final de temporada inmejorable

Después de este empate donde se puedo ver al Inter de antaño durante 90 minutos, el equipo de Allegri que había llegado al equipo con la liga empezada prácticamente, visitó el estadio del Nápoles donde consiguió imponerse por 1-3 con buen fútbol en la primera parte donde se vio a un conjunto que marcaba el tempo del juego, y con polémica en la segunda. Después de tres victorias ante los dos equipos de Verona (dos en liga, y una en copa ante el Hellas), y una ante el Parma, llegó el segundo empate de 2015, en campo del Udinese. En el siguiente partido derrotó en casa al Milan por 3-1, y después, el cuadro bianconero volvió a empatar, esta vez en campo de un Cesena muy guerrero que le compitió muy bien al líder. 

Después de una victoria ante el Atalanta, llegó la hora de la Champions, y el azar quiso que se confrontara en octavos con su rival en la final de la Champions de 1997, el Borussia Dortmund. El partido de ida fue de una gran intensidad, en el primer tiempo, la Juventus hizo el 1-0 a los 13 minutos, y a partir de allí el dominio fue de los germanos, que consiguieron empatar el partido a los 25 minutos de juego, aunque al filo de del descanso, Tévez logró el 2-1, dejando por delante una segunda parte, en la que el cuadro turinés manejó los hilos jugando al contraataque. En el siguiente encuentro, visitó al segundo clasificado, la Roma, que llegaba en una mala racha de resultados y de juego, en ese partido el equipo consiguió mantener la distancia de puntos que le separaba de la Roma, aunque pudo aumentarla, pues el equipo de la capital jugó en desventaja en la segunda parte, y los turineses se adelantaron con un gol de Tévez en el primer cuarto de hora del segundo tiempo.

Tras ese duelo, tuvo una prueba seria en la competición del KO, se tenía que enfrentar a la Fiorentina en un duelo a doble partido, en el partido de ida, cayó derrotado por 1-2 en el gran partido de Salah en la Fiorentina. Tras este encuentro, se encontró con un obstáculo serio, la vuelta de la Liga de Campeones en el temible Signal Iduna Park ante el Borussia Dortmund, este era un muy buen duelo para medir a la Juventus, y el equipo aprobó el examen con nota, ganó 0-3, y dió un recital de juego dentro del estilo italiano moderno de Allegri, defendiéndose con la pelota, contraatacando ocasionalmente y juntando las líneas a una buena altura. Unas semanas después, se impuso a la Fiorentina en el Artemio Franchi por 0-3 en la vuelta de la Coppa Italia. 

Una semana después, llegaron los cuartos de final de la Liga de Campeones para la vecchia segnora, que recibía al sorprendente Mónaco en casa en cuartos de final, el duelo fue muy igualado, y la Juventus lo desequilibró con un gol de Arturo Vidal de penalti. A la semana siguiente, sentenció la eliminatoria en el Principado con un empate a cero confirmando su candidatura para ganar la Champions. Después de ese partido, el conjunto de Allegri perdió por 2-1 el Derby della molle ante el Torino que no lo ganaba desde hace 20 años. En los siguientes partidos, tenía la misión de sentenciar la liga, pero entremedias tenía la semifinales de la Champions ante el Real Madrid al que derrotó 2-1 en el partido de ida, jugando con bastante valentía en la primera parte, llevando la iniciativa, y contraatacando en la segunda parte con el segundo gol de Tévez. En la vuelta, empató a uno en el Bernabeú, dando una imagen de pasividad y de desorden defensivo en la primera parte, y de equipo contragolpeador en la segunda donde Álvaro Morata igualó el gol de Benzema en la primera parte.

Los últimos dos grandes partidos de la Juventus en la temporada fueron las finales de Copa y Champions, en la primera final se enfrentó a la Lazio a la que derrotó 1-2 en la prórroga, y en la final de la mayor competición europea a nivel de clubes fue derrotado por el Barcelona por 1-3 en Berlín, aunque dio la cara después de unos primeros minutos en los que fue arrasado por el equipo culé que después de los primeros minutos, siguió dominando, aunque fue cayendo en la monotonía, y el cuadro transalpino fue cobrando vida, y con el paso del tiempo empezó a disputarle el dominio al que a la postre sería pentacampeón de Europa, con mucha intensidad, y un buen repliegue juntando líneas. En la segunda parte, el equipo italiano consiguió empatar de la mano de Morata, y tuvo un muy buen tramo en el que puso contra las cuerdas al Barcelona, y en el que pudo llevarse la “orejona”, pero el encuentro cambió cuando Luis Suárez hizo el 2-1, pues ese gol, minó la moral del cuadro turinés, y le dio seguridad al cuadro catalán que después terminaría sentenciando.

Hora de fichajes

Tras la enésima derrota en una final europea, llegó el verano, donde el equipo perdió a efectivos como Arturo Vidal que estaba en uno de los mejores momentos de su carrera, y era el hombre que le aportaba poderío físico, y llegada al centro del campo, también se marchó Andrea Pirlo, que a pesar de que ya había pasado su mejor momento, resulta una pérdida importante en el aspecto creativo del juego, y por último Carlos Tévez regresó al club de su corazón, el Boca Juniors, a un nivel físico y futbolístico impresionante. 

En el apartado de las llegadas, Dybala ha sido el más importante, aunque también han llegado jugadores como Mandzukic o Cuadrado. El exdelantero del Palermo venía de realizar una temporada magnifica en el club siciliano donde había sido el pichichi del equipo con 16 goles, y el gran faro del equipo, en el aspecto creativo del juego de ataque. En la Juventus no está siendo menos, pues el delantero argentino está destacando con goles, pero también ha asumido galones en el juego bajando a recibir durante los partidos para dirigir el juego, jugando como referencia.

Un centro del campo fijo

En esta temporada, Massimiliano Allegri ha dispuesto al equipo para jugar con un 4-3-1-2, con Pogba que ha empezado la temporada en baja forma, Marchisio que es el gran referente en la creación y Sturaro que combina llegada y visión de juego. Mientras que en ataque ha apostado frecuentemente por jugar con Dybala, Mandzukic y Morata. Aunque también ha jugado en varios partidos con un 3-5-2, con Cuadrado/Lichsteiner y Alex Sandro/Evra jugando prácticamente de extremos, manteniendo el trivote en el centro del campo, y jugando únicamente con dos puntas.

Una gran racha tras un lamentable inicio

El equipo del norte de Italia comenzó la temporada derrotando a la Lazio en la Supercopa de Italia, después empezó la liga cayendo derrotado por 0-1 ante el Udinese en casa, y por 2-1 ante la Roma. Después de esos dos partidos, el equipo tardó en alcanzar la regularidad, ya que logró su primera victoria en la Serie A, el 20 de septiembre en campo del Genoa, tras ganar 1-2 en el Ettihad. En el siguiente partido como visitante, perdió 2-1 en San Paolo ante el Nápoles, en un encuentro intenso, en el que los jugadores de Sarri supieron cuando dominar, y cuando replegarse y contraatacar. Venció a Sevilla y Bolonia, empató a cero en el Giuseppe Meazza ante el Inter, y su último escollo antes de recuperar la regularidad, fue la visita al Sassuolo donde perdió 1-0. Tras ese mal resultado, el equipo cambió la mentalidad y empezó a cosechar unos resultados de récord, con los que fue escalando puestos de manera fulgurante hasta situarse cuarto en liga, y con los que consiguió certificar el pase para los octavos de final de la Liga de Campeones en el llamado “grupo de la muerte”, tras confrontarse con Manchester City, Borussia Mönchengladbach y Sevilla. Todo este repunte, se debe sin duda a la gran solidez defensiva que ha adquirido el equipo, a la recuperación física de jugadores como Paul Pogba, Marchisio o Álvaro Morata que empezaron la temporada en baja forma.