Eran muchos los que ya daban por muerta a La Beneamata, desde la consecución del triplete por parte de José Mourinho la historia se estaba repitiendo año tras año. El guión era el mismo desde 2011, mucha ilusión tras un movido mercado estival, y cuando este acababa todos los parroquianos del Giuseppe Meazza se daban de bruces con la realidad, y es que los títulos no se ganan en Julio y Agosto.

El escenario era francamente desolador, Roberto Mancini se ponía al timón de un barco totalmente hundido tras la espantada de Massimo Moratti y la destitución de Walter Mazzarri. Eran pocos los que confiaban en el entrenador italiano, que no venía precisamente de lucirse en sus dos últimos clubes: Galatasaray y Manchester City.

Walter Mazzarri fracasó en sus dos temporadas al frente del equipo. Vía: fichajes.net/
Walter Mazzarri fracasó en sus dos temporadas al frente del equipo. Vía: fichajes.net/

La luz al final del túnel

Cuando Mancini agarró las riendas de Il Biscione las cosas no podían ir peor, pero al empezar el año, se denotó una mejora mínima, colocándose novenos, y mostrando un leve incremento en el nivel del juego, sosteniéndose en una defensa ‘numantina’. Mancini decidió construir el equipo desde atrás, con unos cimientos sólidos todo iba a ser más sencillo.

Aunque no logró clasificar a la entidad milanesa para Europa, se notó su mano desde el primer día. Los directivos, con Erick Thohir a la cabeza, valoraron su actuación; se podría decir que cogió a un equipo de capa caída y ahora estaba empezando a parar este derrumbe.

Sin pena ni gloria en los torneos del KO

En el resto de competiciones los neroazurri desempeñaron un papel discreto cuanto menos. En la Coppa Italia cayeron eliminados en cuartos de final ante el Napoli de Rafa Benítez, en un encuentro marcado por un épico gol de Gonzalo Higuaín en el minuto 93 de juego.

Higuaín celebrando su tanto frente al Inter. Vía pianetazzurro.
Higuaín celebrando su tanto frente al Inter. Vía pianetazzurro.

En la Europe League avanzaron hasta dieciseisavos de final sin dificultades, en gran parte gracias al escaso nivel de los rivales hasta el momento. En esta ronda se citaban con el poderoso Wolfsburgo, que se deshizo de los italianos de forma contundente ganando tanto en Italia como en su estadio. La figura de la eliminatoria fue la estrella rutilante del conjunto alemán, Kevin de Bruyne, con dos tantos y dos asistencias entre los dos choques.

Un equipo a la medida de Mancini

Por fin llegó verano debió pensar Roberto tras su último encuentro de la competición doméstica. A pesar del buen quehacer durante estos últimos meses el entrenador italiano ardía en deseos de ponerse manos a la obra con los fichajes del club, tarea para la que posee potestad por parte de los dirigentes de La Beneamata

Quizás la salida más sonada sea la de Mateo Kovačić por su destino, el Real Madrid, pero el entrenador italiano hizo una buena limpieza de armario, marcando como pauta para permanecer en la entidad milanesa el compromiso en el terreno de juego. Los que abandonando la nave neroazurra fueron: el mencionado Kovačić; Shaqiri y Hernanes, como hombres más destacados; más jugadores de menor nivel por una cantidad insignificante o por fin de contrato/cesión como es el caso de Podolski o Campagnaro.

El tema de las llegadas si da más juego al análisis, porque a diferencia de su rival acérrimo, el AC Milan, los anfitriones del Giuseppe Meazza han decidido reforzarse desde atrás. Para ello han llegado jugadores de corte defensivo con un gran aval a sus espaldas como son los casos de Miranda, integrante de la muralla defensiva colchonera; Murillo; Felipe Melo, que coincidió con Mancini en su aventura por tierras otomanas, o el francés Geoffrey Kondogbia.

Murillo y Miranda durante un encuentro. Vía inter-news.it/
Murillo y Miranda durante un encuentro. Vía inter-news.it/

Los únicos refuerzos en el apartado ofensivo tienen origen balcánico y son Jovetic, del Manchester City, y Golubović; ambos cedidos con opción a compra.

Fin al ‘día de la marmota’

Como se ha dicho anteriormente en este artículo, desde la despedida de José Mourinho en 2011 se repetía la misma historia verano tras verano, una gran expectación en verano que tras la temporada estival o se traduce en victorias.

Esta vez no fue así, y desde el primer momento de la temporada las victorias se empezaron a suceder; tal fue esto que hasta finales de septiembre contaba todos sus encuentros por victorias, ganando quince puntos en los cinco partidos disputados. Mención especial merece el triunfo en la tercera jornada ante el AC Milan, en el denominado Derby della Madonnina. El encuentro se saldó con un escueto 0-1 con gol de Guarín.

Mancini ha tomado los mandos de la política de fichajes. .vavel.com
Mancini ha tomado los mandos de la política de fichajes.

Tras este éxtasis, los milaneses cayeron en un pequeño bache, acumulando cuatro encuentros sin ganar consecutivo, ante teóricos rivales directos como la Fiorentina o la Juventus. Los pupilos no pudieron resolverlo de mejor manera posible, ya que tras estos tropiezos volvió a encadenar otras cuatro victorias consecutivas.

Su participación en la Coppa Italia se resume en un solo encuentro frente al Cagliari. Se deshizo de los rossoblu con facilidad en un partido donde alguno de los mejores jugadores de la temporada como Icardi o Jovetic pudieron descansar.

Un futuro esperanzador

Este 2016 a priori traerá grandes noticias para los parroquianos del Giuseppe Meazza. Actualmente son uno de los grandes a conseguir el Scudetto y la Coppa Italia, a su favor cuentan con el teórico cansancio acumulado de sus compañeras, que disputan competiciones europeas.

En un futuro más a largo plazo pueden estar tranquilos, ya que tienen en sus filas una mezcla de jugadores con experiencia y jóvenes futbolistas que en un futuro cogerán las riendas del conjunto milanés.