El partido se inició con un ritmo muy bajo de intensidad, y con la Roma manejando el cuero, y tocando en campo propio, ante una Sampdoria que estaba jugando con un 3-5-1-1, y que únicamente presionaba con Muriel y Correa que jugaban descolgados. Los centrocampistas locales estaban empezando a entrar en juego, aunque con Florenzi jugando en el mediocentro, el equipo no estaba teniendo claridad con la pelota. El conjunto dirigido por Spalletti estaba realizando una tímida presión sobre la salida de balón del rival cuando sacaba de puerta, aunque por lo general no estaba teniendo facilidades para llegar, por mucho que saliera al contraataque, le colgara un balón a El Shaarawy, o avanzara con ataques posicionales. Después de unos minutos de ataques con fundamento, la posesión se igualó y los locales perdieron continuidad en ataque con la pelota, en detrimento de más tramos de control por parte de los de Montella.

Dominio local con mucha participación de los jugadores de ataque

A partir del minuto 15 de juego, el equipo de la capital siguió controlando el encuentro, y siguió teniendo algunas fases de posesión larga sin terminar las jugadas, aunque estaba dando una cierta sensación de peligro, de que en cualquier momento podría aprovechar los espacios y llegar con peligro. Mientras tanto, la Sampdoria se dejaba dominar, e intentaba aprovechar la mínima ocasión para darle un susto al rival. Aunque era my inofensivo en campo rival, y Muriel, su mejor jugador estaba muy bien enjaulado por los defensas locales. El partido tenía alternativas, los dos llegaban con más o menos peligro, pero había presencia de dos en el partido, uno llegaba tocando, contraatacando, centrando balones al área por el costado izquierdo y el derecho, y otro que se daba por contento cuando conseguía conectar un pase correcto en campo contrario.

En el último cuarto de hora de juego, la Roma dominó la pelota, y trató de instalarse en campo rival, aunque estaba sufriendo al no presionar cuando perdía la pelota, pues con el repliegue tardaba mucho en recuperarlo. El balón seguía siendo del cuadro giallorrosso, mientras que la Sampdoria se mantenía replegada, y se encargaba de achicar el mayor espacio posible en los últimos 30 metros, en los que su rival perdió toda la capacidad para profundizar, y el jugador con el balón tuvo más dificultad para buscar un apoyo, además de ese problema, los jugadores más ofensivos del equipo de Spalletti como Salah, Perotti y El Shaarawy se han ido diluyendo con el paso de los minutos. El 1-0 llegó por medio de Florenzi que aprovechó el rechace tras un disparo del Shaarawy, para batir a Viviano de cabeza.

La Roma se parte, y los de Montella salen a escena

El segundo tiempo comenzó con dominio de balón del conjunto de la capital italiana que estaba tocando en campo rival, aunque lo hacía con bastante lentitud, y en horizontal, mientras que el equipo de Vincenzo Montella se mantenía junto en campo propio y estaba cerrando muy bien los espacios, aunque pecó de poco contundente, en la jugada del 2-0 en la que los locales dan dos pases de espaldas hacía adelante sin ningún problema. En el segundo, El Shaarawy asistió a Perotti que fusiló a Viviano. Tras el segundo tanto, el equipo de Spalletti controló la situación con la pelota, mientras que el cuadro genovés se estiró más realizando varios disparos desde fuera del área con cierto peligro. El 2-1 de la Sampdoria llegó por medio de Correa que batió a Szczesny tras rechazar un disparo de Fernando dentro del área.

Después del primer cuarto de hora, la cadencia de intensidad descendió mucho en el encuentro, y la Roma perdió protagonismo en el encuentro al perder la pelota, ante una Sampdoria que la estaba teniendo, y que estaba merodeando el área rival seriamente, colgando balones, y ojeando el terreno antes de un asedio. El cuadro local se mantenía replegado en su campo con todos los jugadores, excepto El Shaarawy que se quedaba arriba. Viendo el dominio con el que estaban sometiendo a su equipo, Luciano Spalletti decidió introducir en el campo a Edin Dzeko, para aprovechar las ventajas del nueve puro, como que es un jugador capaz de fijar a los centrales, lo que benefició al Shaarawy, a Perotti y a Salah que se pudieron mover con más libertad. Además tiene otra ventaja, más característica del bosnio que de un delantero centro, y esa es su gran habilidad para el remate de cabeza y el juego aéreo en general, lo que le facilita la vida al equipo en circunstancias como la de hoy, en las que tiene que jugar a la contra. 

En el último cuarto de hora de juego, la Sampdoria fue incapaz de domar a la Roma con la pelota, pues esta, estaba moviéndola con bastante rapidez, estaba saliendo a la contra con cierta asiduidad, y estaba rondando el área rival con mucha frecuencia, aunque estaba fallando en el último pase, en el que Salah, el hombre más dotado en la materia, estaba falto de precisión y de acierto. Los genoveses no estaban consiguiendo adquirir el protagonismo del dominador, pese a ir perdiendo 2-1 a falta de pocos minutos, y los locales cuando no lo hacían con la pelota, frenaban el juego con faltas e interrupciones. A pesar de que parecía derrotado, el cuadro visitante tuvo ocasiones claras para empatar en los últimos minutos, pero la suerte no le acompañó. Los últimos segundos fueron de la Sampdoria que apretó al conjunto romano y buscó el empate, atemorizando al Olimpico.