El encuentro comenzó con un ritmo bajo de intensidad, y con un mayor control del conjunto visitante que estaba consiguiendo mantener la pelota, y alejarla de su portería. Mientras tanto, el cuadro local empezó a tener más balón con el paso de los minutos, aunque estaba teniendo dificultades para llegar a zonas avanzadas de campo contrario, pues el conjunto veronés estaba sorprendiendo con un buen repliegue, manteniendo las líneas juntas en todo momento y adelantándolas en alguna ocasión. Después de un tiempo, el cuadro dirigido por Stefano Pioli empezó a monopolizar la posesión de balón, tocando en el segundo tercio de campo con mucha paciencia, aunque con bastante lentitud también.

Dominio local tras un inicio prometedor del Hellas Verona

Después del primer cuarto de hora, se mantuvo el dominio estéril de la Lazio que a pesar de los intentos de Felipe Anderson de jugar por dentro, no estaba consiguiendo crear ocasiones, mientras que en el encuentro se mantenía una cadencia bastante lenta de juego, y las ocasiones brillaban por su ausencia en un encuentro, que carecía de oportunidades de gol por parte de ambos equipos, más allá de alguna llegada esporádica sin excesivo peligro. Los tres centrocampistas locales estaban entrando en contacto en muchas ocasiones con la pelota, aunque sus intervenciones estaban siendo intrascendentes, pues estaban realizando unas circulaciones lentas, y estaban abusando del juego en horizontal.

En los últimos quince minutos del primer acto, la Lazio siguió llevando la iniciativa, pero no conseguía llegar al área rival con una cierta continuidad, pues tocaba y abría el juego por los costados, pero su ataque en esos minutos se limitaba a unos centros al área despejados por la defensa, y a jugadas interiores que acababan siempre en fuera de juego. Con el paso de los minutos, el equipo dirigido por Pioli, perdió algo de posesión, lo que le quitó aún más capacidad para dominar a su rival, que se defendía sin muchos problemas. Sin embargo, el combinado celeste se encontró con el 1-0 de la mano de Alessandro Matri que recibió un pase interior de Cataldi y desde el suelo batió a Gollini con un disparo raso y suave que entró llorando. 

Sentencia del conjunto romano tras el susto visitante

El segundo tiempo comenzó con un ritmo bajo de intensidad similar al del primer tiempo, y con dominio de una Lazio lenta, y plana, que se encontró con el segundo gol, cuando Mauri batió a Gollini tras rematar un centro desde la banda izquierda. Tras el segundo gol, el conjunto veronés tuvo más balón, aunque los romanos supieron consolidar el control del partido que tenían, y seguían teniendo algunos tramos de posesión, con alguna llegada esporádica, sin demasiado peligro, pues los de Pioli renunciaron al ataque posicional, lo que implicaba que se abonaban a jugar al contraataque.

Después del primer cuarto de hora, los de la capital empezaron a tener más actividad en ataque con la aparición de Felipe Anderson que bajaba a recibir, y que se movía entre líneas creando mucho peligro. El 3-0 llegó después de que Matri le diera un pase de la muerte al propio Anderson que marcó a portería vacia. Tras el gol, el enfrentamiento parecía totalmente sentenciado, aunque el conjunto veronés marcó el gol del honor tras un libre directo muy bien ejecutado por Leandro Greco. Tras el tanto, el equipo que hoy iba de negro se vino arriba, y empezó a presionar más a la Lazio, persiguiendo al jugador que tenía el balón.

En los últimos 15 minutos, el Hellas Verona consiguió meterse en el encuentro después de que Luca Toni rematara en el punto de penalti un centro desde la izquierda, haciendo el 3-2, aunque el equipo de Pioli consiguió devolver la tranquilidad al Olimpico de Roma, después de que Keita rematara de volea un centro desde el costado derecho, de Klose. Tras el gol, el cuadro veronés intentó meterse de nuevo en el partido, buscó el tercer gol contra viento y marea, mientras que los locales seguían atacando a pesar de que ya no se estaban volcando en la ofensiva, aunque el equipo seguía buscando al incombustible Miroslav Klose por arriba. El 5-2 llegó por medio de Candreva que transformó el penalti a pesar de que Gollini adivinó la intención e inclusó estuvo a punto de blocarlo.