El ‘cerocerismo’ volvió una jornada más a la Serie A de la mano de dos conjuntos como el Empoli, décimo y con poco por jugarse de aquí a final de temporada, y el Palermo, que pese a que se está jugando la permanencia jornada tras jornada no parece dar con la tecla ninguno de los protagonistas en este característico carrusel de entrenadores.

El último en experimentar con el vestuario rosanero ha sido el actual director técnico, Walter Novellino. El entrenador, en lugar de ‘mojarse’ en el habitual debate en el club palermitano sobre quién debe ser el delantero centro, entre la figura del veterano Alberto Gilardino y el serbio Uros Djurdjevic decidió sentar a ambos y colocar como hombre más adelantado al jugador que solía representar el rol de enlace entre centro del campo y zona de ataque: el Mudo Vázquez.

Por detrás, los experimentos siguieron, ya que Trajkovski quedó escorado a  la banda izquierda. Por otra parte, el entrenador del Empoli, Marco Giampaolo, apenas introdujo un cambio en el once que empató a uno también en casa ante la Sampdoria la semana pasada, pues introdujo a Tonelli como central junto a Costa en lugar de a Ariaudo.

El guión previsto

El inicio del partido cumplió con lo esperado. La ausencia de un delantero centro al uso en el esquema visitante obligaba, más si cabe, a renunciar por completo al dominio del juego al Palermo. El Empoli recibía, así, la “obligación” de generar juego y no verse sorprendido por las contras organizadas por el Palermo, que en esta ocasión pasarían por las botas del sueco Oscar Hiljemark y el uruguayo Gastón Brugman.

Las primeras ocasiones tardaron en llegar. El partido se desarrollaba sin mayor emoción que la lucha por hacerse con el dominio del centro del campo. El Palermo, como viene siendo habitual esta temporada, se deja llevar en los partidos, como si la necesidad por ganar partidos y alejarse del descenso no fuese con ellos.

Robin Quaison la tuvo en la mitad de la primera parte

De hecho, hasta el minuto 18 no llegó la primera oportunidad de gol del partido, en la que un cabezazo del sueco del Palermo Robin Quaison parecía colarse en la meta del arquero polaco Lukasz Skorupski, que tuvo que estirarse para evitar que el equipo palermitano limpiase las telarañas de la portería y estrenase el marcador.

Esta ocasión fue solo un oasis en mitad del desierto. El Empoli seguía dominando y colgando balones sobre los dominios de Sorrentino, que tampoco se veía en demasiados apuros.

Justo antes del descanso el Palermo espabiló levemente, con Franco Vázquez y Oscar Hiljemark mejorando las sensaciones de los visitantes. Sin embargo, al descanso el partido se marchó en tablas absolutas.

Una segunda parte de poco fútbol y un Empoli conformista

Parecen deportes diferentes lo que se ven en partidos como este al compararlo con partidos de otros equipos y otras ligas. Los siguientes 45 minutos apenas dejaron un par de ocasiones de gol.

Novellino puso a Lazaar en el lugar de Pezzella tras el descanso, y el Palermo mejoró. Dentro de las limitaciones de este equipo, los hombres de rosa pudieron llevarse los tres puntos si hubieran tenido algo más de acierto.

El Palermo se aprovechó de la pasividad del Empoli para tratar de generar algo de peligro. Franco Vázquez y Quaison trataban de coger las riendas del equipo sin llegar demasiado a los dominios de Skorupski.

El Empoli demostró por qué está en mitad de tabla, y Maccarone estuvo a punto de batir a Sorrentino. El Palermo replicó con una doble ocasión, por parte de Vázquez y de Aljaz Struna. El partido moriría sin más ocasiones.

Una bala menos en la recámara

Todo sigue igual tras esta jornada. El Empoli se mantiene cómodamente en la zona media de la tabla, mientras que el Palermo continúa fuera del descenso pese al punto sumado por el Frosinone ante la Fiorentina (0-0).

Después de esta solo quedan ocho partidos para dirimir absolutamente todo en esta Serie A. El Empoli tendrá un duro compromiso el sábado 2 de abril ante la Juventus (20:45 en Turín), mientras que el Palermo visitará al Chievo Verona el domingo 3 de abril a las 15:00. Cada vez queda menos, pero todo parece apuntar a que el Palermo se jugará la permanencia hasta el último día salvo que ocurra un milagro. Ahora es el momento de lamentarse y no cuando sea demasiado tarde.