En Italia la prensa amanece comentando que los árbitros que Collina designa para los partidos UEFA son mediocres, o quién los designa -Pierluigi Collina- no es capaz de darse cuenta de esa mediocridad, o ambas.
Tras lo errores en contra de Juventus, Fiorentina, Roma, Lazio o Nápoles, los hombres del mejor exárbitro del mundo, que nunca se convirtió en el mejor designador del mundo, volvieron a tener errores imperdonables a favor del Barcelona y del Bayern de Múnich. En cuanto a los españoles, Suárez cometió dos agresiones sin balón, una a Juanfran -patada sin balón- en la primera mitad y otra a Filipe en la segunda -puñetazo-, que quedaron en una simple tarjeta amarilla; mientras que Fernando Torres fue expulsado por doble tarjeta en seis minutos, por dos faltas muy normales, la primera de ellas a Neymar y la segunda Busquets. A los portugueses del Benfica, sin embargo, les negaron un clarísimo penalti por mano de Lahm que habría podido suponer el empate a uno. Películas muy distintas las que se verían en los partidos de vuelta de no haberse producido esos errores.
Una vez más, Collina, tendrá que explicar porque los árbitros que el envía a los partidos, consiguen, una y otra vez, aclarar el camino a los 'grandes' equipos en detrimento de los no tan 'grandes'. Simeone para evitar sanciones se limitaba a decir: "Del árbitraje mejor no hablo, me retengo". Menos se mordió la lengua Filipe Luis, lateral izquierdo atlético, al comentar ante los medios que el Barcelona está "protegido por la UEFA". Habrá que ver si le sancionan por ello. En Italia, sin embargo, solo pronuncian una frase: basta ya con Collina como designador.