Corren tiempos difíciles para el Inter; al menos para el equipo profesional, porque el Primavera consiguió, por sexta vez en su historia, alzarse con la Coppa, poniéndose a un solo título del Torino, conjunto que lidera la clasificación histórica del torneo. El grupo juvenil de Milán volvió a vencer a la Juventus, como ya hiciera en el Piamonte, por dos goles a uno, aunque no sin emoción.

Kastanos iguala la eliminatoria

20.000 espectadores se dieron cita en el Meazza para ver al juvenil de su equipo disputando un título. Y el encuentro no decepcionó: ambos conjuntos pudieron marcar pronto, con una ocasión de Favelli para los visitantes en el 19 de juego, que atajó bien Radu; y la contestación de los locales un minuto después en la figura de Manaj, uno de los mejores del partido.

El equipo juventino no iba a poner sencillo el triunfo, ni mucho menos. Pronto se encargó Kastanos de ello, empatando la final en el minuto 34 de partido. El talentoso futbolista chipriota ajustó un perfecto disparo desde la frontal del área al palo izquierdo de la meta defendida por Audero. El conjunto bianconero, vigente campeón de la Viareggio Cup, iba a vender cara su derrota ante un Inter que jugaba ante su público. Y es que el equipo visitante pudo hacer el 0-2, que habría obligado al Inter a marcar dos tantos, con ocasiones por parte de Vadalà, de nuevo el más activo, y de Macek en la misma línea de gol. Radu se hizo con la primera pero tuvo que ser Gyamfi el que sacara la de Macek, con un meta vencido.

Manaj y la frustración sentencian a la Juventus

Pero este Inter Primavera, dirigido por Stefano Vecchi, tiene a un gran jugador como es Manaj. Un futbolista que el pasado año disputó 23 partidos en la Liga Pro con el Cremonese y que en la tarde de ayer demostró su calidad en una jugada de paciencia y sangre fría. El atacante interista llegó a línea de fondo con el balón controlado, y, con tres recortes sobre dos defensas y el portero, en un alarde de tranquilidad, anotó el empate, adelantando a su equipo de nuevo en la eliminatoria. Los visitantes necesitaban un gol y tenían solamente 15 minutos para lograrlo.

Miangue despeja un balón de forma acrobática | Foto: LaPresse
Miangue despeja un balón de forma acrobática | Foto: LaPresse

No pudo ser. La defensa local surtió efecto frente al 4-2-4 desplegado por los de Fabio Grosso. No solo eso, sino que, en el último minuto de tiempo añadido, Radu sacó rápido de puerta tras un córner y Zonta lo cogió. Con Audero, el guardameta juventino, en el área interista, el futbolista bianconero solo tuvo que empujarla suavemente para hacer el segundo y acabar con la final.

Final que terminó como no debió terminar: con una tangana en los banquillos que supuso las expulsiones del delantero visitante Favelli y del técnico local, Vecchi.