Parecía impensable en los meses de septiembre y octubre en los que el equipo de Allegri, que llegó a estar a 12 puntos del entonces líder de la Serie A, el Inter de Milán, pudiera remontar el vuelo, y no solo pelear por el Scudetto, sino ganarlo con esta holgura, pero el bajón de nivel de Fiorentina e Inter, acompañado de la irregularidad que les caracteriza y de una racha de 15 victorias seguidas del conjunto de Massimiliano Allegri, han propiciado que el cuadro del Piamonte se acercara a lo más alto de la clasificación, donde le esperaba un renovado Nápoles dirigido por Sarri que parecía ser el único equipo que le aguantara el nivel. Pero unos nefastos meses de marzo y abril del conjunto pertenopeo, le han entregado el título liguero a los de Allegri.

Confirmación

La consecución del título se convirtió en una realidad cuando sobre las 17:00 horas el conjunto azzurro cayó derrotado en campo de la Roma por 1-0, que da un paso de gigante en su objetivo de clasificarse para la Champions. El partido no ha sido nada brillante, pero ha estado marcado por un claro dominio del Nápoles a lo largo del encuentro que tuvo mucho más la posesión que una Roma conservadora que lo apostó todo al contraataque y a la velocidad de hombres como Stephan El Shaarawy, aunque es cierto que manteniendo las líneas buena altura. El segundo clasificado tuvo alguna ocasión de gol en el primer tiempo, pero gozó de las más claras en el tramo final del segundo acto que fue cuando con más efectivos se desplegó, y en una de las jugadas en las que estaba volcado en campo rival, Nainggolan batió a Szczesny con un disparo de media distancia.

Lo que mal empieza...

La temporada comenzó con la sorprendente derrota del conjunto turinés ante el Udinese en casa gracias a un gol de Théréau, esta derrota no tuvo muchas consecuencias al ser considerada como un desliz, pero más tarde las alarmas empezaron a saltar cuando el equipo perdió en Roma 2-1 ante el equipo entonces entrenado por Rudi García, donde además fue superado futbolísticamente. Posteriormente, el equipo sorprendió con el contraste de estados en liga y Champions, pues mientras caía estrepitosamente en Serie A, se colocó como primero de grupo en la Liga de Campeones con dos victorias de autoridad en el “grupo de la muerte” ante Manchester City y Sevilla. Entre medias, el equipo tropezó ante el Chievo Verona en casa, el Frosinone y perdió en San Paolo ante el Nápoles.

Tras este nefasto inicio, llegó el final de la mala racha y la llegada de la mayor época de bonanza para la Vecchia Signora en muchos años, ya que enlazó 15 victorias seguidas en el campeonato doméstico entre el 28 de octubre y el 19 de febrero, tras un empate en el Giuseppe Meazza ante el Inter, y una derrota en el campo del Sassuolo que tendría un efecto sanatorio sobre las heridas futbolísiticas del equipo. En este tramo de victorias, la Juventus consiguió tumbar con menos  brillantez y mucho sufrimiento y garra en la mayoría de ellos a: Torino, Empoli, Milan, Palermo, Lazio, Fiorentina, Carpi, Hellas Verona, Sampdoria, Udinese, Roma, Chievo Verona, Genoa, Frosinone y Nápoles.

Tras esta victoria apoteósica gracias a un famoso gol de Zaza que desvió Albiol, se interrumpió momentáneamente el ciclo de victorias con un inesperado empate en campo del Bolonia en el que este le planteó un gran partido en defensa, con un entramado táctico muy complejo que cortó líneas de pase y espesó el juego del campeón. Cabe reseñar, que esta excelente racha de victorias que le produjo un gran estado de ánimo al equipo, se tradujo también en buenos resultados tanto en la fase de grupos de la Champions, como en la Coppa Italia.

Tras este nuevo desliz, se reanudó la máquina de ganar partidos, y con mucho sufrimiento y bastante cansancio físico consiguió sacar adelante los partidos de liga, aunque el gran desgaste de toda una temporada en las que ha mostrado un muy buen tono, ha sido uno de los culpables de su eliminación europea ante el Bayern de Munich. En el tramo final de la temporada, el conjunto de Allegri obtuvo nueve victorias ligueras seguidas y ratificó el pase a la final de la Coppa Italia en una agónica semifinal en la que se impuso por penaltis, tras imponerse 3-0 en el partido de ida. 

Tras haber sumado un nuevo título liguero a su vitrina, la Juventus está pendiente de la final de Coppa que tiene ante el Milan.

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Sobre el autor
Tarek Guerrero
Redactor de fútbol inglés en VAVEL España.