El Inter de Milán de despidió el pasado domingo de todas sus opciones de escuchar el himno de la Champions el próximo año. Y con ellos, también los muros del Giuseppe Meazza, estadio que albergará la final de la edición de este año pero no será escenario de un partido de la Liga de Campeones en la siguiente temporada. Los de Mancini se jugaban ayer un "matchball" con la SS Lazio y lo perdieron desde bien pronto. La pasividad en defensa y la falta de ingenio y creatividad en las inmediaciones del área rival sepultaron cualquier atisbo de victoria visitante y el Stadio Olimpico vibró con la salida fulgurante de los de Simone Inzaghi.

Inicio demoledor

La balanza se desniveló con un madrugador gol de Klose. Apenas se habían tanteado los dos equipos cuando el alemán realizó una bella pared con Lulic y se plantó ante Handanovic. Solo con dos pases, la pareja local desnudó a Miranda y Murillo y mostraron la fragilidad defensiva del Inter en la segunda vuelta de campeonato. Miroslav Klose definió con un sutil toque por encima de un Handanovic que no aguantó y se fue al suelo demasiado pronto (1-0).  El cuadro neroazzurri intentó sacudirse de este primer gol, pero el único que parecía estar sobre el verde era Icardi. Los biancocelesti interrumpían el avance interista con pequeñas faltas sobre cualquier jugador visitante que pasará la medular del campo. En defensa se mostraban contundentes, sin miedo a la amonestación por reiteración de faltas, y en ataque eran rápidos y eficaces. Mientras las llegadas del Inter se quedaban en meros intentos de pisar área local, la Lazio llegaba con peligro real, rozando en varias ocasiones el segundo tanto. Candreva desaprovechó un buen centro de Basta, rematando ligeramente desviado.

Breve espejismo

El Inter, llegando a la primera media hora de encuentro, encontró mejores sensaciones en el verde del Olímpico. La defensa tomó su sitio y la medular empezó a avanzar las líneas, llegando alguna que otra ocasión para empatar el encuentro. En el minuto 27 de juego, Jovetic tuvo la más clara de todo el partido. Un excepcional pase elevado de Kondogbia dejó al delantero en un mano a mano con Marchetti. El portero local reaccionó de manera providencial con los pies para robar el empate a los de Mancini. Los neroazzurri se abrieron en busca del empate, quisieron empujar más al contrario y, sin saberlo, dejaban demasiadas puertas abiertas atrás. La espalda de la zaga era el territorio favorito de Keita y Klose, que no dejaron de tirar desmarques y crear situaciones de superioridad con los defensores visitantes. Primero avisó Candreva, con un duro disparo lejano que mandó a córner Handanovic, pocos minutos más tarde fue Keita el que puso a prueba al meta interista con un chut fuerte y cruzado que detuvo de nuevo el guardameta. Ya en el último minuto, Kondogbia y Perisic emularon a Klose y Lulic en el primer tanto del partido. Con una pared en la frontal, Kondogbia se quedó en buena posición, pero su disparo fue taponado por Bisevac que apareció en el momento oportuno para evitar el empate.

El empate nunca llegó

Tras el descanso, la charla de Mancini debió surtir efecto. El Inter de la segunda parte mostró rabia y coraje, ya sí parecían saber que se estaban jugando gran parte de la temporada en esos segundos 45 minutos. La Champions se iba a esfumar si no conseguían la victoria y así debían reflejarlo en su juego. Mucho menos especulativos, con mucha más insistencia, las ocasiones de gol llegaron en la segunda parte todas del lado del Inter de Milán. Jovetic lo intentó con una vaselina desde fuera del área que atrapó con cierta incredulidad Marchetti. Perisic, tras una buena jugada de Brozovic, también dispuso de una ocasión, pero su lanzamiento se marchó desviado. En un córner estuvo a punto de llegar el empate. Icardi peinó el balón en el primer palo y Jovetic no llegó a empujarla a gol. El delantero apareció libre de marca en el segundo palo, pero el balón se paseo sin querer entrar.

El desenlace repetido

En muchas ocasiones, el equipo que perdona lo acaba pagando de la manera más estrepitosa posible. El Inter volvió a terminar el partido con un jugador menos y pasó de rozar el empate a encajar el gol definitivo. La Lazio estaba encerrada, con un Inter dominador durante más de media hora de la segunda mitad, pero llegó Keita y ajustició a los de Mancini en un contragolpe fugaz. Murillo derribó claramente a Keita cuando este entró en el área y no solo cometió el penalti sino que vio la segunda cartulina amarilla. Candreva no se puso nervioso y ajustició al Inter anotando el penalti (2-0). Su ejecución fue perfecta, mandando el balón arriba, pegado al larguero para que Handanovic no pudiera evitar el varapalo interista. El partido no dio para más y el Inter se despedía así de sus opciones para estar entre los mejores 32 equipos del continente europeo. De nuevo, Milán no tendrá representación en el bombo europeo cuando hasta hace poco Inter y AC Milán eran firmes candidatos a levantar la orejona. No deja de ser una muestra más de que, más allá de Juventus, el calcio italiano se ha visto superado de manera abrumadora en las competiciones UEFA.

El Inter de Milán es cuarto -con 64 puntos-, a siete de la Roma que además tiene un partido menos en su haber. En quinta posición está la Fiorentina, con solo cuatro puntos menos que los de Mancini. Quedan solamente dos partidos por disputarse, siendo la Lazio octava a tres puntos del Milan.