Los magnates internacionales se están haciendo con el fútbol. Otra muestra de ello es el Milan. Un equipo prestigioso, laureado en Italia y sobre todo adorado por su máximo dirigente, Silvio Berlusconi. No obstante, el dinero puede hacer cambiar este panorama. Hace alrededor de dos años, el presidente del Milan rechazó una oferta multimillonaria del magnate de Singapur Peter Lim para vender al conjunto rossoneri. Ahora parece que las cosas van en otro cauce.

Las negociaciones con magnates chinos pueden estar dando buen fruto y mañana se confirmaría. Los líderes de la compañía con el total de las acciones del Milan, Fininvest, están ultimando los detalles para vender gran parte de la entidad unos magnates de China. Se desconoce su identidad pero en muy poco tiempo se sabrá quiénes son y qué vienen a hacer a Milán.

Berlusconi quiere aprender sobre la compra y venta que pueden hacer ellos y por lo tanto esta es la razón por la cual sus acciones se perderían a favor de los multimillonarios de China. Un equipo que últimamente no ha mostrado lo que era hace años. Fichajes sin sentido y muy veteranos, planificación de la temporada errónea y sobre todo malos consejeros, son factores que han traído la ruina a un Milan que ni está ni se le espera.

Pero ahora que muy posiblemente el equipo rossoneri acabe sucumbiendo bajo los billetes de estos magnates, ¿cómo serán los fichajes?, ¿quién decidirá el nuevo entrenador? Preguntas sin respuesta que dejan mucha incertidumbre. Lo cierto es que Berlusconi lleva y tiene mucha historia en este Milan y es muy difícil que el aficionado rossoneri ya no lo vea en el palco VIP de San Siro o con unas decisiones mínimas hacia el equipo. Hasta ahora, él ha sido el jefe de todo. Pero el dinero mueve montañas. Lo que era hasta hace bien poco impensable, ahora se convierte en una realidad muy palpable.