El encuentro comenzó con un golazo impresionante de Lulic que batió al guardameta Lezzerini con un disparo desde la frontal del área que se le coló por la escuadra izquierda. Tras el gol, la Fiorentina se hizo con el mando del encuentro y empezó a dominar la pelota ante la mirada del Olimpico, tocando e intentando ganar metros se fue acercando poco a poco al arco rival, y empezó a sitiar al arco del conjunto local, que apenas estaba saliendo de su campo, desde que hiciera el primer gol, pues estaba teniendo dificultades tanto para recuperar el esférico, como para mantenerlo cuando tenía que salir de su campo circulando el esférico, e intentando calmar el juego.

Gol romano, dominio visitante

Después de unos minutos, tocaba en campo propio, que le permitía tener mucho más balón, y oxigenar el juego ante la poca presencia de rivales en campo propio, lo que además le estaba dificultando al conjunto viola a la hora de manejar el encuentro, ya que tenía más complicaciones a la hora de recuperar la posesión. La cadencia de intensidad estaba siendo más alta, y ambos conjuntos estaban gozando de ocasiones bastante claras. El 1-1 llegó por medio de Matias Vecino que igualó la contienda, tras un tramo bastante descafeinado en cuanto a intensidad se refiere.

Después del gol, el enfrentamiento entró en un tramo de dominio alterno, en el que ambos conjuntos gozaron de ocasiones claras, aunque el juego en sí, pasó por su tramo de menor fluidez, pues ambos equipos llegaban al arco rival en la fase correcalles, pero no estaban acertando en el último pase, ni en la definición. Aunque a pesar de ello, el conjunto dirigido por Paulo Sousa se encontró con el 1-2 por medio de Bernardeschi, que batió al guardameta Marcchetti, tras una asistencia de Tello, unos minutos antes del intervalo correspondiente a la media parte. Tras ese gol, el combinado de la toscana tuvo otra fase de bastante control, en la que jugó con la imprecisión del oponente en la entrega, para recuperar el balón y domar a una Lazio que iba con poco rumbo. Finalmente, el 1-3 llegó por medio de Cristian Tello que batió al veterano portero del equipo romano tras una gran cabalgada, culminada con un mano a mano, en el que el ex extremo culé remató con la pierna izquierda.

Mayor dominio laziale

En los primeros minutos del segundo tiempo, el combinado viola le cedió la posesión de la pelota, a un equipo laziale que estaba circulando el balón a una velocidad baja, y que estaba insistiendo mucho por la banda izquierda, por la que Cataldo estaba desbordando ante Tomovic en multitud de ocasiones, y estaba creando ocasiones peligrosas cada vez que culminaba una jugada individual. Tras un tiempo, los de Paulo Sousa recuperaron el control de la situación, y volvieron a tener la posesión, aunque estaban circulando la redonda con bastante lentitud, y únicamente se dedicaban a domar a su oponente que aprovechaba esos tramos de máximo control de su rival, para coger aire en el partido.

El cuarto gol de la Fiorentina que ratificó el aplastante dominio que tenía sobre su rival, llegó nuevamente por medio de Vecino que culminó una triangulación magnífica, definiendo con un disparo muy potente, tras un gran balón de Matías Fernández. En el día de su despedida, el legendario delantero Miroslav Klose, consiguió despedirse de la agrupación celeste, y de su hinchada, haciendo lo que mejor sabía hacer: marcar goles, aunque esta vez lo hizo desde los once metros tras un derribo sobre Lulic que cayó dentro del área después de desbordar. A raíz de ese gol, que encendió a todo un estadio, el cuadro laziale se vino arriba, y volvió a atacar con ganas e ímpetu, llegando con mucha más velocidad y agresividad por los costados, y llegando a gozar de ocasiones bastante claras de gol.

Los últimos minutos de juego, fueron de un manejo apabullante por parte del combinado visitante, que consiguió frenar el tramo de sublevación de los locales a base de tener el cuero y de tocar con un ritmo muy bajo de intensidad. Mientras tanto, el equipo local optó replegarse mostrando su conformidad ante el resultado, y renunciando a tener la posesión dando el encuentro por perdido, y reconociendo la amplia superioridad de la Fiorentina a lo largo de los 90 minutos.