Italia y la Eurocopa no se han llevado nunca especialmente bien, aunque sí que han tenido una relación cordial a lo largo del tiempo. Se sabe que la verdadera predilección de la Nazionale es por la Copa del Mundo, trofeo que ha conseguido hasta en cuatro ocasiones. Sin embargo, a pesar de que el verdadero amor es el campeonato creado originalmente por Jules Rimet, la Azzurra tiene un título europeo en sus vitrinas, conseguido en 1968.

Solo una Eurocopa en catorce ediciones

Al margen de los Mundiales logrados en 1934, 1938, 1990 y 2006, Italia consiguió su única Eurocopa en 1968 en su propio país. El equipo dirigido por aquel entonces Ferruccio Valcareggi vencía en la final a Yugoslavia por dos goles a cero gracias a los goles de Luigi Riva y Pietro Anastasi. La selección transalpina sucedía entonces a España, la que era la vigente campeona tras haber ganado el torneo en 1964. De todos modos, Italia estuvo a punto de caer eliminada en semifinales por la URSS, pero una moneda al aire provocó que la Nazionale consiguiese clasificarse para la final.

Facchetti, capitán de Italia en 1968, levanta la Eurocopa | Foto: UEFA
Facchetti, capitán de Italia en 1968, levanta la Eurocopa | Foto: UEFA

Italia volvió a organizar la Eurocopa en 1980, pero esta vez solamente podía hacerse con la cuarta plaza después de perder el partido por el tercer puesto ante Checoslovaquia en penaltis. 32 años en total tuvieron que esperar los aficionados azzurri para ver a su selección en otra final de una Eurocopa.

Subcampeón en el año 2000 y decepción en 2004

Una generación mágica pero incipiente caía en la final ante Francia de una forma muy cruel. Dino Zoff, campeón de Europa en 1968 y del Mundo en 1982, parecía predestinado a devolver a Italia al nivel que se merecía y llevó a la Nazionale a la final de la Eurocopa del año 2000. Delvecchio había adelantado a Italia pocos minutos después del inicio del segundo tiempo, pero Wiltord empataba el encuentro en el minuto 94 y ambas selecciones debían jugar la prórroga. David Trezeguet empalaba el balón de volea para meter el gol de oro y dar la victoria final a la selección gala y así acabar con el sueño transalpino.

Filippo Inzaghi intenta controlar el balón en la Eurocopa 2000 | Foto: UEFA
Filippo Inzaghi intenta controlar el balón en la Eurocopa 2000 | Foto: UEFA

La Eurocopa de 2004 se veía con mucha esperanza en el fútbol italiano, pero la Nazionale decepcionaba y era eliminada en la fase de grupos del torneo que se disputaba en Portugal. La eliminación dejaba muy tocada a la selección italiana, pero la Azzurra se levantaba y se proclamaba por cuarta vez en su historia campeona del mundo. En la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008 Italia llegaba como una de las selecciones favoritas para hacerse con el título europeo, pero tampoco pudo ser.

Italia consiguió la Eurocopa de 1968 en su propio país

Los transalpinos se cruzaban con España, la que en un futuro se convertía en la mejor selección de la historia, en los cuartos de final y caían eliminados en la tanda de penaltis con el agrio recuerdo de las penas máximas erradas por De Rossi y Di Natale. Los Buffon y compañía parecían acabar un ciclo, pero nada más lejos de la realidad.

Reconversión con Prandelli

Después de la decepción de la Copa del Mundo de 2010, donde Italia era eliminada en la fase de grupos, Prandelli llegaba a la selección para intentar levantar el orgullo italiano. Y así fue. Nadie lo esperaba, pero el exentrenador de Hellas Verona y Fiorentina conseguía llegar a la final de la Eurocopa 2012 contra todo pronóstico. La Azzurra no había llegado a Polonia y Ucrania con la vitola de favorita ni mucho menos, pero el técnico de Orzinuovi volvía a ilusionar a los aficionados italianos.

Silva mete el primer gol de la final ante Italia en 2012 | Foto: UEFA
Silva mete el primer gol de la final ante Italia en 2012 | Foto: UEFA

La final de la Eurocopa 2012 fue todo un varapalo para la selección italiana. Tuvieron en frente a España, que maravillaba con su fútbol de toque y posesión, y eran vapuleados por un sonoro 4-0. La derrota en el Estadio Olímpico de Kiev pasó factura a la Nazionale, que en la Copa del Mundo de 2014 de Brasil caía en la fase de grupos, tras haber depositado muchas esperanzas por su buena actuación en la Eurocopa.

El fracaso de Brasil acabó con la marcha de Cesare Prandelli del banquillo italiano y provocó la llegada de Antonio Conte. El exfutbolista transalpino venía de triunfar con la Juventus y tenía la obligación de devolver a Italia a la élite del fútbol de selecciones. Conte, sin embargo, ha decidido desvincularse de la FIGC después de tan solo dos años al mando de la Azzurra. El italiano echa de menos el día a día de un club y será el nuevo entrenador del Chelsea tras el término de la Eurocopa.

Conte, una Eurocopa y nada más

El exentrenador de la Vecchia Signora ha clasificado a Italia para la Eurocopa como primera de grupo, sin conceder ni una sola derrota. Siete victorias y tres empates en diez partidos hicieron campeona del grupo H a la Nazionale por delante de otras selecciones como Croacia o Noruega. No obstante, el juego de Italia, marcado sobre todo por su irregularidad, ha dejado algunas dudas y es imposible predecir el rendimiento de la selección italiana en la Eurocopa.

Antonio Conte, en un partido con la selección italiana | Foto: UEFA
Antonio Conte, en un partido con la selección italiana | Foto: UEFA

Es cierto que no se sabe qué va a pasar con la Azzurra en Francia, sobre todo por lo abierto que parece el torneo. Alemania, vigente campeona del Mundo, y España, vigente campeona de Europa, parecen ser los países favoritos en alzarse con el título. No obstante, otras selecciones como Inglaterra o Francia también parecen llegar en un muy buen momento de forma, lo que hace más complicado que Italia pueda dar finalmente la sorpresa.