Italia y Suecia se medían en la segunda jornada de la Eurocopa con el propósito de continuar sumando puntos de cara a buscar la clasificación. Los de Conte llegaban con la intención de hacer bueno su notorio triunfo en su debut ante la selección de Bélgica. Por su parte Suecia necesitaba mejorar la imagen dada en su primer partido ante la República de Irlanda, donde no pasó del empate en un encuentro en el que ni el colectivo ni su estrella Ibrahimovic estuvieron demasiado óptimos.

La Nazionale salía al terreno de juego con un solo cambio en el once titular. Conte daba entrada al jugador de la Roma Alessandro Florenzi en el lugar de Darmián, que fue de lo menos vistoso del primer partido de la Eurocopa en los italianos. Por parte de los escandinavos, Hamren efectuaba tres cambios de inicio en comparación al equipo que formó ante Eire. Johansson en el lateral diestro entraba por Lustig, Ekdal en la sala de máquinas en detrimento de Lewicki y arriba el jugador del Celta John Guidetti sería el acompañante de Ibra en la delantera. Berg tendría que esperar su turno en el banco de suplentes.

Primer tiempo de tanteo en Toulouse

El encuentro comenzó con una Suecia dispuesta a redimirse de su mal inicio ante la República de Irlanda. Olsson, que fue de los más destacados en el primer partido para los escandinavos llegaba en los primeros compases en busca de balones medidos a la cabeza de Ibra. La réplica italiana venía también por banda con varios centros del romano Florenzi en busca del remate de los arietes, pero la zaga sueca fue capaz de disipar el peligro con contundencia. Tras varias internadas por banda fue Florenzi de nuevo el primero en probar los reflejos de Isaksson. No obstante, su remate llegó manso a las manos del meta del Kasimpasa.

Ibrahimovic pugna con Chiellini | Foto: Uefa.com
Ibrahimovic pugna con Chiellini | Foto: Uefa.com
Suecia e Italia estaban más pendientes de nadar y guardar la ropa que de romper el partido.Suecia se animaba con el paso de los minutos al ver que la Azurra no proponía demasiado en su juego. De nuevo Olsson con un centro-chut a punto estuvo de encontrar la meta del capitán Buffón. Pese a hacerlo a trompicones, se veían compases de buen juego del combinado de Conte. De nuevo por banda, esta vez por la derecha con Candreva, los italianos pusieron en problemas al meta Isaksson, que se la tuvo que quitar de encima. La selección de Hamren tenía muchas dificultades para llegar al marco de Buffón. Conscientes de ello los suecos intentaban sacar petróleo a las jugadas a balón parado. En una de ellas Zlatan avisó con un remate de cabeza que no encontró la meta defendida por Italia.
 

Con sus armas y por rachas ambas selecciones intentaban crear peligro, pero con cautela y con las ideas más próximas a nadar y guardar la ropa y tener opciones en el segundo acto. Suecia ostentaba más posesión, estéril de cara a crear peligro a una Italia que pese a tener menos la pelota tenía las ideas más claras y la percepción de poder llegar más rápido al marco sueco. Ambas fórmulas no se iban a hacer efectivas durante la primera mitad. Pese a la insistencia de Ibra en las jugadas a balón parado no íbamos a ver ni una ocasión de peligro en todo el primer tiempo. Las dos escuadras lo dejaban para el segundo acto en un ritmo de partido que nos dejaba una de las primeras partes menos entretenidas de la Eurocopa.

Italia mejora su actitud tras el paso por vestuarios

Al inicio del segundo acto la Nazionale llegó con ganas de poder desequilibrar la balanza. Tras una buena jugada por banda Pellé con un disparo potente que se marchó alto y desviado avisaba a los jugadores de Suecia. Italia había salido con otra actitud al campo en el segundo tiempo, y Conte desde el banquillo también daba la sensación de querer buscar la victoria. Un Pellé bastante dubitativo y errático en el día de hoy dejaba su puesto a Zaza en la delantera. En los primeros instantes con el delantero de la Juve en el campo Parolo tuvo la opción en un buen robo de balón de poder dejarle el remate franco a Simone, pero se llenó de balón e Italia perdió la opción de romper el partido.

Ibtahimovic se desesperaba ante la muralla italiana | Foto: Uefa.com
Ibtahimovic se desesperaba ante la muralla italiana | Foto: Uefa.com

Con el paso de los minutos Italia comenzó a ganar enteros en posesión de balón, lo que por contra no le hacía llegar con profundidad. El juego por bandas decaía y los movimientos de jugadores para pedir el balón al espacio llegaban prácticamente con cuentagotas. Suecia ya no controlaba tanto el esférico, pero se animaba en llegadas aisladas. En una de ellas en superioridad por banda izquierda y tras un centro que se comió la defensa, Ibrahimovic falló inexplicablemente a puerta vacía, aunque la jugada estaba anulada. Conte se percató de la falta de intensidad por momentos en medio campo y dio entrada a Thiago Motta en lugar de un mermado y amonestado Daniele de Rossi.

Los suecos, conscientes de la necesidad de ir a por el partido y de dar un vuelco a la superioridad italiana en el segundo acto efectuaron un doble cambio dando entrada a Durmaz y Lewicki en el terreno de juego. Tras más de una hora de encuentro iba a llegar la jugada más destacada hasta ese momento. Giaccherini pone un gran centro a la cabeza de un Parolo que no acierta y manda el balón al travesaño. Rozaba la clasificación el conjunto de Antonio Conte. Ambos técnicos quemaban sus cartuchos a la vez. Berg en los suecos y Sturaro en el combinado italiano agotaban los cambios de sus selecciones.

Eder desequilibra la balanza

Conte lo dejó en el campo y Eder le devolvió su confianzaCuando el encuentro parecía abocado al reparto de puntos apreció la magia de Eder para romper el partido. Poco o nada había hecho el delantero italiano cuando recibió el esférico en la frontal y se inventó un golazo de la nada. Al más puro estilo Messi pero en el ángulo contrario fue amagando y buscando el hueco para rematar con rosca al palo largo batiendo al meta Isaksson y desatando la locura en Toulouse. Ya no iba a haber tiempo de reacción en el bando sueco. Candreva puso hacer el segundo, pero los focos iban a quedarse en su totalidad para el delantero del Inter. Antes de finalizar el partido todavía hubo tiempo para la polémica. Los suecos reclamaron un posible penalti en la última jugada, pero el árbitro no decretó pena máxima para alivio de los italianos.

Eder celebra su gol | Foto: Uefa.com
Eder celebra su gol | Foto: Uefa.com

Finalizaba el partido en Toulouse con la victoria por la mínima de una Italia que ya está en octavos de final y que dependiendo del partido de mañana entre Bélgica y la República de Irlanda incluso puede ser matemáticamente primera de grupo. Por el contrario, Suecia acabó abatida y tendrá que jugársela en la última jornada ante una Bélgica que podría llegar también con mucho que pelear. De nuevo el rigor táctico de Conte dejó la portería a cero de una Italia que haciendo lo justo fue mejor que su rival y puso más hambre para llevarse los tres puntos. Italia ya está en octavos.